Elizabeht ha desaparecido - Emma Healey

Traducción: Antonio-Prometeo Moya

Colección: Nefelibata

ISBN: 9788415945185

Encuadernación: Rústica con solapas

Páginas: 320

PVP: 18.50 €

Sinopsis 

UNA HEROÍNA INOLVIDABLE QUE TE HARÁ REIR Y LLORAR 

«Sin noticias de Elizabeth». Maud está convencida de que su amiga ha desaparecido, pero nadie le cree. Tiene setenta años y su contacto con la realidad no es el mismo de antes. Hay papelitos por toda la casa: listas de la compra y recetas, números de teléfono, apuntes sobre cosas que han ocurrido. Es su memoria de papel, que impide que Maud olvide las cosas. Y ahora tiene en sus manos una nota con un simple mensaje: «Elizabeth ha desaparecido». Es su letra pero no recuerda haberla escrito. ¿Qué le ha sucedido? Maud está segura de que su amiga podría estar en peligro. Encontrarla se convierte en una obsesión que la lleva a rememorar la desaparición de su hermana en Londres durante la Segunda Guerra Mundial.

Emma Healey


Nacida en el Reino Unido en 1985, creció en Londres, donde aprendió el oficio de encuadernar libros, lo cual la animó a escribir. En 2011 se inscribió en un Máster de Escritura Creativa en la University of East Anglia y de allí ha salido con su primera novela: Elizabeth ha desaparecido.

Recientemente ha ganado el Costa Book Awards 2014 a la Mejor Primera Novela.

Mis impresiones

A veces es increíble el poder de atracción que puede ejercer la portada de un libro y su título. Con esta novela se podría decir que tuve un flechazo. Después de leer su sinopsis sabía que no tardaría mucho en hacerle un hueco. La curiosidad me llevó a elegirla con el afán de conocer algo más sobre el Alzheimer, una enfermedad tan dura y tan común hoy día en nuestra sociedad y, lo cierto es que, Emma Healey me ha sorprendido con una sobrecogedora historia. 

Maud tiene casi ochenta años y padece Alzheimer. Su memoria la lleva guardada en el bolsillo a base de pequeños papelitos con los que intenta reconstruir sus recuerdos. Es una mujer viuda y vive sola . Carla, su cuidadora y su hija Helen la visitan a diario y la ayudan en todo lo que pueden, pero a medida que avanza la enfermedad esta situación se convierte cada vez en más insostenible.

Junto a Elizabeth, Maud ha compartido momentos muy importantes de su vida. Ahora, la memoria de Maud se está volatilizando y sólo tiene un papel en su bolsillo en el que dice que Elizabeth ha desaparecido. Ella no recuerda cuándo fue la última vez que la vio ni lo que le ha podido ocurrir, pero está muy preocupada por su amiga y nadie parece tomarla en serio. Mientras piensa en ello, a la mente de Maud regresan los recuerdos de los momentos vividos en su casa cuando su hermana Sukey desapareció sin dejar rastro durante la Segunda Guerra Mundial.

El personaje central de la historia es Maud, una anciana entrañable, con la que empatizas nada más conocerla y que Emma Haley ha sabido retratar con absoluta maestría pese a ser ésta su primera novela. Vamos a conocer sus miedos, sus dudas, cómo piensa un enfermo de primera mano y cómo ve el mundo que le rodea, un mundo tan sencillo para los demás, pero que en el caso de Maud es una continua carrera de obstáculos.

De la familia de Maud vamos a conocer a sus hijos Helen y Tom y su nieta Katy. Ambos son dos personajes completamente diferentes. Helen, es una persona poco paciente a la que su madre llega a exasperar en no pocas ocasiones, quizá también porque es la que está llevando la carga más pesada y tiene un contacto más diario con Maud. Tom, el hermano de Helen, que vive en Alemania 

con su familia, es todo lo contrario, una persona más sosegada, que da a su madre un poco más de libertad, trata de entender sus deseos y no es tan estricto con ella. Maud siente una especial predilección por su hijo Tom desde que era pequeño.

En el personaje de Katy, su nieta, vemos una evolución y a medida que avanzamos en la trama aparece su lado más humano y conocemos a una adolescente mucho más cercana. 

Aunque el tema principal de la historia es el Alzheimer y cómo afecta al enfermo y al entorno familiar, existen en la novela dos hilos temporales, narrados en primera persona, que se van enlazando en cada capítulo a través de la figura de Maud, dando saltos desde el presente hasta la Segunda Guerra Mundial , período en el que desapareció su hermana Sukey. 

La historia está contada con un lenguaje sencillo y claro. Pese a abordar un tema tan delicado, es una historia que nos va a hacer reir en numerosas ocasiones. Tiene un buen ritmo y combina a partes iguales la narración y los diálogos. 

En cuanto a los escenarios, está muy bien logrados. Casi podemos pasear con Maud por su barrio en busca de su amiga Elizabeth, adentrarnos en sus jardines, plantar calabacines con ella o trasladarnos a la Segunda Guerra Mundial para asistir a la devastación de la ciudad tras los bombardeos paseando con Maud y su padre a la caza de pistas sobre el paradero de su hermana. 

En resumen, la historia me ha gustado muchísimo por la cantidad de sentimientos que consigue transmitir la autora, por su sencillez, porque te arranca sonrisas y lágrimas a partes iguales. Recomendaría su lectura a cualquiera persona porque creo aporta un enfoque muy real de la enfermedad y nos invita a una importante reflexión, ¿estamos tratando a nuestros mayores como se merecen?