Volver a Canfranc - Rosario Raro

La cantidad de lecturas en las que andamos inmersas y el volumen de páginas de algunos títulos nos hacen ir demorando algunas. La organización por parte de Todos somos alianza de una lectura conjunta me hizo decidirme a no demorarla más. Por fin, me dieron el empujón que necesitaba para lanzarme a conocer la historia de este imponente edificio.

Título: Volver a Canfranc
Autor: Rosario Raro
Nº de páginas: 512
Editorial: PlanetaPrecio: 20,90 euros

Sinopsis

Un andén, unas montañas, unos héroes y, al final, la libertad La historia olvidada de una estación mítica que cambió el curso de una guerraMarzo de 1943. Agazapados dentro de una habitación secreta, varias personas contienen la respiración mientras aguardan a que el sonido de las botas reforzadas con metal de los soldados a lemanes se aleje. En la estación internacional de Canfranc, en el Pirineo, la esvástica ondea sobre la playa de vías. En medio de la oscuridad, Laurent Juste, jefe de la aduana, Jana Belerma, camarera del hotel, y el bandolero Esteve Durandarte arriesgan sus vidas para devolverles la libertad.Volver a Canfranc es su historia. Jana y Esteve, armados tan solo con la valentía que da el amor, lucharon porque miles de ciudadanos judíos consiguieran atravesar esta estación mítica. Además de ellos, otras personas guiadas por la generosidad decidieron enfrentar el terror y ayudarlos. Para miles de perseguidos por el régimen nazi la esperanza se llamó Canfranc.

Rosario Raro (Castellón, 1971) es doctora en Filología. Estudió Técnicas de Escritura Creativa en la Universidad Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica de Perú, país donde vivió durante una década. Cursó un Posgrado en Comunicación Empresarial en la Universitat Jaume I y otro de Pedagogía en la Universidad de Valencia después de licenciarse allí. 

En 2009 fue una de las dos únicas españolas finalistas del concurso de escritura literaria Virtuality Caza de Letras de la UNAM de México y Alfaguara. Ha impartido numerosas conferencias y dirige desde su fundación el Aula de Escritura Creativa de la Universitat Jaume I de Castellón. Es autora, entre otras obras, de Carretera de la Boca do Inferno, Surmenage, Perder el juicio, Los años debidos, Finlandia, La llave de Medusa,

Desarmadas e invencibles y El alma de las máquinas. Su obra ha sido traducida al catalán, al japonés y al francés y reconocida con numerosos premios literarios, tanto nacionales como internacionales.

Mis impresiones

Rosario Raro nos traslada hasta la estación de Canfranc en el año 1943, un enclave estratégico en el que cinco personas (algunas de ellas inspiradas en personajes reales, como es el caso de Laurent Juste) arriesgaron sus vidas y la de sus familias para ayudar a muchísimas otras, en su mayoría judíos, a escapar del régimen nazi.

En el verano de 1942 el ejército alemán tomó la estación internacional de Canfranc en Huesca como si se tratara de un territorio más de la Francia ocupada. A pesar de que en sus dependencias se instalaron una brigada de Alta Montaña de Baviera, varios agentes de las SS y algunos miembros de la Gestapo, los protagonistas aragoneses, aquitanos y bretones de este libro ayudaron a cruzar por aquí de forma clandestina a miles de judíos, alguno de apellidos tan famooso como Chagall, Ernst, Mahler y Mann...

La autora nos relata en su novela un episodio totalmente desconocido para mi, hasta hace poco, sobre el papel que desempeñó esta estación, como vía de escape y de entrada en España, de miles de familias que atravesaron la Península rumbo a Lisboa desde donde embarcarían hacia América. Pero no sólo conoceremos del tránsito de personas a través de la estación sino que desde aquí también se llevaba a cabo la entrada del oro procedente del expolio nazi. 

Si hay algo que merece la pena destacar en esta historia es la importantísima labor de documentación que ha debido hacer la autora para engarzar toda la trama. En este sentido, mi encuentro con la novela ha sido una experiencia totalmente enriquecedora aunque no me ha ocurrido lo mismo con los personajes y el ritmo de la novela.
A pesar de encontrarnos en una novela donde la opresión del régimen nazi debería dejarnos sin respiración por las consecuencias que se pudieran 

derivar de cualquier despiste, en muchas ocasiones he sentido que la historia se perdía en los detalles de esa habitación que sirvió de escondite temporal a tantas familias. Me ha faltado un poco de vida en los personajes y de tensión en la historia y, sin embargo, he disfrutado conociendo detalles de toda esa red de espías que operaba en Europa y su forma de comunicarse entre ellos. 

La protagonista principal de la historia, desde mi punto de vista es Jana Belerma, una camarera de hotel y experta falsificadora que a pesar de su juventud no dudó en unirse a ese grupo de personas valientes que ayudaron a conseguir la libertad a millones de judíos. Junto a ella, existen otros que merece la pena destacar como es el caso de Laurent Juste, un personaje ficticio inspirado en la figura de Albert Le Lay que fue la persona que realmente estuvo a cargo de la aduana en la época. También juega un papel fundamental en la novela Esteve Durandarte un apuesto bandolero que gracias a su conocimiento de las montañas es de gran ayuda al grupo. 

La novela está estructurada en cinco partes, divididas a su vez en capítulos y transcurre entre el año 1943 y 1944. Contada en tercera persona a través de un narrador omnisciente, existe en ella un claro predominio de la narración frente al diálogo. La historia tiene un ritmo pausado y en algún momento me ha resultado un tanto falto de acción. No obstante, la prosa de la autora es clara, sencilla y detallista y he disfrutado especialmente con las descripciones de ese majestuoso edificio en cuya segunda planta se ubicó el Hotel Internacional. 

En definitiva, Volver a Canfranc es una novela interesante desde el punto de vista histórico, ya que me ha acercado a unos acontecimientos totalmente desconocidos para mi hasta la fecha pero en la que me ha faltado un poco de garra en los personajes y más tensión narrativa. No obstante, esto no es más que una apreciación personal y, por tanto, no es motivo para que cualquiera de vosotros podáis disfrutar muchísimo más de ella.