Aguacero - Luis Roso

Aguacero

Autor: Luis Roso

Editorial: Ediciones B

Páginas: 408

Precio: 19 euros

Sinopsis

Año 1955. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de investigar cuatro crímenes en un pueblo de la sierra madrileña donde se está construyendo un pantano: dos guardias civiles han sido torturados hasta la muerte; el alcalde del municipio y su esposa, ejecutados a sangre fría. Un posible asesino en serie podría aterrorizar a la región mientras se desarrollan las obras. El asunto debe ser resuelto –y silenciado- cuanto antes.

Siguiendo los pasos de una investigación que destapará odios, secretos e intereses ocultos, el lector se traslada a una España en blanco y negro. De fondo, el rumor incesante de la lluvia que acompañará al protagonista en su viaje a un escenario rural, remoto, casi salvaje.

El extraordinario debut de Luis Roso en el género noir es al mismo tiempo un adictivo thriller literario y una mirada nueva sobre los años más duros del franquismo.

Luis Roso (Moraleja, Cáceres, 1988) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona y posee un máster de Literatura Española e Hispanoamericana. Apasionado de la literatura, la historia, el cine y el deporte, actualmente trabaja como profesor de secundaria en la Comunidad de Madrid. Admira a Delibes, Cela, Ferlosio, Sender, Azorín, De la Serna, Aldecoa, Barea y Martín Santos. Aguacero es su primera novela.

Mis impresiones

Hay autores que irrumpen en la literatura por la puerta grande y no me cabe duda de que Luis Roso es uno de ellos. Desde que vi la portada y la sinopsis de esta novela quise hacerme con ella. Tanto el escenario como la época son bastante novedosos dentro de las publicaciones que actualmente hay en el mercado de novela negra. Os adelanto que ha sido una lectura con la que he disfrutado muchísimo.

Aguacero nos traslada a los años cincuenta, para adentrarnos en  Las Angustias, un pueblo ficticio perdido en la sierra madrileña; un marco temporal muy arriesgado para su debut literario del que  Luis Roso logra salir más que airoso. Es este detalle el que deja latente el importante trabajo de documentación que debe existir tras esta historia, que consigue una ambientación tan magnífica. Las Angustias y su gente, reflejan con precisión y crudeza cómo era la vida en un lugar tan apartado en la época a la que nos remontamos. Un entorno rural oscuro, lleno de desconfianza, abusos de poder, donde todos los vecinos guardan secretos, la Guardia Civil era una cuerpo que, el que más y el que menos miraba con recelo y donde todos tienen miedo de hablar por las posibles represalias. 

Ernesto Trevejo, inspector de policía de Madrid, es requerido por su superior para que se traslade a la sierra madrileña con el fin de esclarecer el posible origen de unos crímenes en la zona. Dos guardia civiles han sido asesinados, después de haber sido sometidos a una extrema violencia. Unos días después, también aparecen el cuerpo sin vida del que fuera alcalde de la localidad y su esposa. Todo apunta a que existe algún móvil político, correspondiendo a Trevejo llegar al fondo de la cuestión y arrojar un poco de luz en la investigación. A su llegada al lugar de los hechos, se le asignará un joven ayudante, Aparecido, que facilitará al inspector su labor de investigación entre los vecinos de la zona. 

En Valrojo, una pedanía cercana a Las Angustias, se está construyendo un pantano, un gran proyecto en la zona, que ha llevado hasta allí a infinidad de obreros trasladados desde diferentes puntos de España y se sospecha que alguno de estos empleados, de los que se desconoce su pasado pueda estar relacionado con los asesinatos. Quizá haya un móvil político detrás este asunto pero el verdadero interés es resolver y silenciar el tema cuanto antes, sin que tenga demasiada trascendencia. De esta forma, vamos a tener una trama central e hilo conductor de la novela que es la investigación policial a la que se suman diferentes subtramas que ponen de manifiesto la situación política del país así como las precarias condiciones laborales existentes para los obreros.

La ambientación es magnífica; el hermetismo que caracteriza a los pueblos de interior se ve potenciado por ese ambiente oscuro con una lluvia incesante y el lodazal en el que queda convertido todo el entorno de presa con las primeras gotas de lluvia. Los personajes, no se quedan atrás. Son extraordinarios. Trevejo se gana al lector con su carácter y sus diálogos que conseguirán arrancarnos no pocas sonrisas. Es un hombre de treinta y tantos, irónico por naturaleza y curtido en mil batallas, debido a su gran experiencia en la capital. Aportará el enfoque profesional de la investigación, que contrastará con la inocencia de Aparecido, un jovencísimo pueblerino, que fascinado por las tablas del inspector y con ganas de aprender se convierte un aprendiz servicial y entrañable. 

Aguacero está encuadrada dentro del género negro aunque tiene un fuerte componente histórico, con este retrato que hace el autor de la España más profunda en los años cincuenta  y que cuenta con un elenco lo suficientemente variado como para ver reflejado en ellos la realidad de la época: el típico señorito altivo y dictador, la prostituta, como conocedora de múltiples secretos a través de las confidencias de alcoba, el sacerdote, a Dios rogando y con el mazo dando, dos bandos enfrentados y, como telón de fondo,  esa doble moral que existía en aquel momento. Unos personajes que arrastran odios y rencillas de antaño, que sienten un miedo atroz ante las injusticias de las que puede ser objeto cualquiera por capricho de alguien poderoso, la mujer está totalmente sometida al capricho del hombre y sólo unos pocos mueven los hilos mientras otros se desloman trabajando de sol a sol para malvivir.

La prosa del autor es cuidada, cargada de diálogos que amenizan la lectura y descripciones minuciosas del entorno, no obstante, no es Aguacero una novela de ritmo trepidante sino más bien pausado aunque mantiene la tensión narrativa en su justa medida para mantener el interés del lector en el avance de la investigación. La historia está narrada en primera persona a través de Trevejo, que nos irá desvelando el carácter de cada uno de los personajes a través de sus encuentros con los vecinos dentro de una trama que avanza linealmente y que conoceremos a través de los recuerdos del inspector.

En definitiva, Aguacero supone un debut impecable para un autor que nos sorprende con una original novela negra en la que, además de una interesante investigación policial, dibuja un acertado mapa de la España franquista llena de miedos, silencios, intereses empresariales, desigualdades sociales y precarias condiciones laborales.

Valoración: 8,5/10