Media vida - Care Santos

Media vida

Autor: Care Santos

Editorial: Destino

Páginas: 416 

Precio: 20,50 euros

Sinopsis

En pleno verano del año 1950 cinco chicas adolescentes internas en un colegio de monjas juegan juntas por última vez a «Acción o Verdad» o, como ellas lo llaman, el juego de las prendas. Dos de ellas, las gemelas Viñó, están a punto de empezar una nueva vida, llena de interrogantes, lejos de allí. La ocasión es especial y lo saben, pero ninguna espera que esa noche se convierta en un punto de inflexión para alguien más y que sin siquiera imaginarlo acabe marcando su camino para siempre. A través de las vidas de cinco amigas a lo largo de treinta años, Care Santos retrata a una generación de mujeres que tuvieron que construir sus destinos en un momento en que la hipocresía de aquellos que querían mantener las formas a cualquier precio se enfrentó a nuevas miradas sobre la amistad, el amor y la libertad.

Care Santos (Mataró, 1970) es escritora y crítica literaria. Es autora de diez novelas, entrelas que destacan Habitaciones cerradas (2011) –recientemente adaptada a la televisión–, El aire que respiras (2013), Deseo dechocolate (2014, premio Ramon Llull) y Diamante azul (2015). Su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas, incluyendo el inglés, el alemán, el francés, el sueco, el italiano y el holandés. Es crítica literaria del suplemento El Cultural del diario El Mundo, colaboradora de varios medios de comunicación, como Mujer Hoy o El Periódico, y codirectora de la plataforma La tormenta en un vaso. 

Mis impresiones

Aunque no soy demasiado seguidora de los premios literarios, el Premio Nadal tiene algo especial; el año pasado me dejó muy buen sabor de boca. La historia con la que este año se presentaba Care Santos, junto con las buenas opiniones leídas sobre esta autora, a la que aún no me había acercado, hicieron que no dejara escapar Media Vida. Me ha encantado.

Nos trasladamos al 29 de julio de 1950 para conocer a cinco adolescentes; las únicas alumnas que han quedado a pasar el verano en un internado. Son chicas muy diferentes: cuatro de ellas proceden de familias económicamente desahogadas, mientras que Julia tiene un origen muy humilde. Olga Viñó y Marta son hermanas y al día siguiente partirán con su madre hacia una nueva vida. A la primera le encanta actuar de cabecilla y su carácter hace que consiga liderar al grupo en la mayoría de las ocasiones. Comienzan el clásico juego de las prendas y, tras depositar sus objetos más preciados, una tras otra irán cumpliendo las peticiones de sus compañeras mientras Olga actúa como maestra de ceremonias. Algo terrible ocurrirá cuando llegue el turno de Julia y, tras la salida de la pequeña de la habitación en la que juegan, una serie de gritos y un alboroto general entre las monjas, acabará el juego sin que el resto de sus compañeras lleguen a saber más de ella. A partir de ese momento una brecha se abrirá entre el grupo.

Julia se introdujo casi reptando en la tienda hecha con sábanas que sus cuatro compañeras habían levantado entre las camas del dormitorio compartido. La llama de la vela central tembló, como saludándola. Buscó dónde sentarse, y Lolita, que siempre estaba atenta a todo, le hizo un heco a su lado. Julia acomodó los faldones de su camisón, que en realidad era una vieja y raída combinación de percal de color crudo. Dejó caer la mano como por descuido sobre el agujero que había descubierto a un palmo de el dobladillo. Le daba vergüenza: aquella prenda era lo único que tenía para dormir. Sus compañeras, en cambio, llevaban camisones bonitos, de tejidos finos, estampados o de colores, adornados con entredoses y cintas. Ropa de niñas ricas. Lo que ella no era. Trató de apaciguar su respiración mientras las demás la miraban, esperando.

Con este impactante comienzo y, tras dejarnos con la miel en los labios, Care Santos nos traslada hasta 1981 a la ciudad de Barcelona. Ha transcurrido media vida; los caminos de esas niñas tomando senderos diferentes; algunas de ellas mantuvieron cierto contacto, otras nunca más se vieron. Olga Viñó, a la que los años no han cambiado, sigue siendo una mujer manipuladora a la que le gusta ser el centro de atención y, aprovechando la próxima apertura de un restaurante propiedad de su hermana Marta, decide organizar una cena y volver a reunir a las antiguas alumnas… quizá no todas estén dispuestas a acudir. 

El 29 de julio de 1981 fue una fecha histórica, se celebraba “la boda del siglo” y en infinidad de hogares españoles se seguía con interés el enlace entre Diana de Gales y el príncipe Carlos de Inglaterra. Con el omnipresente televisor retransmitiendo cada momento del enlace y la polémica por la inminente aprobación de la ley del divorcio, Care Santos teje una novela coral en la que la vida de cada una de estas mujeres es una pieza en el mapa de la nueva España. Estas niñas, que nacieron en plena dictadura, han pasado por la transición y ahora viven en un país democrático; irán acomodando sus vidas a los continuos cambios sociales y políticos a los que asiste nuestro país. Estas cinco mujeres se erigen como protagonistas de una novela que, con un importante salto temporal, transcurre apenas en unos días y con el que la autora realiza un retrato social la época. No todas sabrán adaptarse a esa nueva libertad; algunas se aferrarán a los valores más tradicionales, a la seguridad de lo conocido o al peso de la costumbre, otras estarán ávidas por explorar nuevos horizontes. 

Es mi primer acercamiento a Care Santos y, como siempre que disfruto tanto de una novela, me pregunto, ¿por qué no leí antes algo suyo? Está claro que tengo una deuda con esta autora. Volveré con ella. La prosa de la autora es cuidada, envolvente, diría que impecable. Me ha gustado, especialmente, esa forma de conducirnos por una historia que, sin tener un gran ritmo, te atrapa y hace que te abstraigas de cuanto te rodea. Care me ha sentado a esa mesa y me ha hecho partícipe de esa charla entre amigas: unas me han hecho reír, otras han despertado mi simpatía, alguna otra mi rechazo, pero es indudable la habilidad de la autora para trazar unos personajes tan creíbles; quizá porque no trata de adornarlos en exceso, sino que se van desvelando, a través de los diferentes capítulos como mujeres reales para las que la vida no siempre ha sido fácil y han tenido que ir venciendo diferentes obstáculos hasta llegar a lo que son. Algunas serán más sinceras y espontáneas, mientas otras se esconderán tras una fachada. 

Con la excusa de una cena y a través de los numerosos diálogos de las protagonistas, Care toca temas importantísimos: el matrimonio como medio de la mujer para escalar socialmente, el machismo imperante, la figura de la mujer florero, las dificultades de estas para acceder a determinadas carreras universitarias y como eje central de la historia, el perdón.

Hay lecturas que te dejan una sonrisa. Media vida es una de ellas. Una novela preciosa que habla sobre la amistad, el amor, las apariencias y la necesidad de perdonar y ser perdonados para alcanzar una vida plena y feliz.