La chica en la niebla - Donato Carrisi

La chica en la niebla

Autor: Donato Carrisi

Editorial: Duomo

Páginas: 400

Precio: 19,90 euros

SINOPSIS

«La justicia no le interesa a nadie.

La gente quiere al monstruo.

Y yo les doy lo que quieren.»

Una chica desaparecida en un pueblo de montaña.

La lluvia, la niebla, las luces.

Las luces son las de las cámaras.

Han llegado los medios de comunicación.

Y todo ha cambiado.

DONATO CARRISI

Nació en 1973 en Martina Franca y vive en Roma. Después de graduarse en Derecho, se especializó en Criminología y Ciencias de la Conducta. Es escritor y guionista de películas y series de televisión. Ha sido galardonado con el Premio Bancarella, el Prix Polar y el Livre de Poche, el galardón más importante de los lectores en Francia. Donato Carrisi ha publicado entre otros 

El tribunal de las almas, La hipótesis del mal, Lobos y El cazador de la oscuridad (Duomo 2016). Con más de tres millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, es el autor italiano de thrillers más vendido del planeta. La chica en la niebla se convertirá próximamente en película protagonizada por Toni Servillo y Jean Reno.

MIS IMPRESIONES 

Caer en las redes de Carrisi es fácil; escapar de ellas no tanto. Mi primer acercamiento vino de la mano de El cazador en la oscuridad. A su término, tuve claro que volvería a encontrarme más pronto que tarde con este autor que sabe manejar tan bien la tensión. A pesar de tener dos novelas suyas en la estantería, la tentación de descubrir esta nueva historia ha hecho que se colara en mis lecturas. 

La novela arranca in media res con un comienzo de impacto. Conoceremos al doctor Flores en la noche del 23 de febrero cuando, mientras se encuentra en su domicilio, recibe una llamada desde el hospital de Avechot; una situación totalmente excepcional para este psiquiatra a punto de jubilarse, cuyos días transcurren entre sus consultas y su vida en familia. Cuando acude al lugar, se encuentra a un antiguo conocido con la ropa llena de sangre; aunque parece estar en shock, responde a estímulos y la policía intuye que puede estar mintiendo. Será Flores quien, a través de su examen, deberá dilucidar si realmente padece algún tipo de turbación mental o no es más que una estrategia para eludir sus responsabilidad en lo que quiera que haya ocurrido. 

La chica en la niebla nos traslada hasta Avechot, un pequeño pueblo de los Alpes; un lugar que en su día tuvo un gran tirón para el turismo y al que el descubrimiento de una mina de fluorita y su posterior explotación, sumieron en una decadencia total. Avechot es un lugar tranquilo, demasiado tranquilo; uno de esos donde el tiempo parece haberse detenido. 

En otro hilo retrocederemos en el tiempo, dos meses atrás, para conocer una investigación muy mediática que tuvo lugar en Avechot, la desaparición de Anna Lou, una joven de dieciséis años cuyo rastro se perdió una tarde mientras se dirigía de su casa hasta una iglesia de la localidad. 

La "situación" era que su hija mayor, de dieciséis años, la única chica, llevaba casi dos días desaparecida. Salió de la casa para ir a una reunión en la iglesia a pocos centenares de metros. 

Nunca llegó allí. 

Anna Lou recorrió un breve trayecto en un barrio residencial de casas todas iguales -villas unifamiliares con jardín- y donde todo el mundo se conocía desde siempre. 

Pero nadie vio ni oyó nada.

El eje central de la historia es la investigación del paradero de Anna Lou, una investigación que, como suele suceder en estos casos, ocasiona un gran revuelo mediático y viene a alterar la tranquilidad de esta aislada localidad. Aprovecha el autor este dato para hacer una crítica feroz a la manipulación que, de este tipo de situaciones, suelen hacen los medios de comunicación, condenando a periodistas y otros tantos que, cual aves de carroña, hacen leña del árbol caído y lejos de prestarse a la pronta y satisfactoria solución del caso,  se ceban con el dolor ajeno y aprovechan el tirón para copar las cuotas de pantalla o colgarse medallas. 

Un narrador omnisciente será la voz narrativa elegida por el autor para sumergirnos en una trama en la que se alternan dos hilos separados por un breve espacio temporal, apenas dos meses y en la que, desde su comienzo, acusamos un cambio de tercio en la forma que Carrisi nos relata su historia. Una narración clara y sencilla, con capítulos fechados y titulados, que nos ubican temporalmente respecto al día de la desaparición, pero mucho más pausada y centrada en la descripción minuciosa del entorno y los curiosos habitantes, en su mayoría pertenecientes a una peculiar congregación, de esta localidad perdida en las montañas, donde el frío y la niebla son tan protagonistas como sus vecinos. Inevitable destacar la excelente ambientación de esta nueva novela de Carrisi: sus detalladas descripciones de las carreteras, el bosque y la omnipresente niebla consiguen envolvernos de tal forma que sentimos la humedad y el frío calarnos hasta los huesos. 

Entre el amplio elenco de personajes destacaría la excelente matización de los protagonistas, personas que parecen mimetizarse con el entorno y están llenas de claroscuros, haciéndonos dudar, por momentos, de todos y cada uno de ellos. Entre los principales están: la desaparecida, Anna Lou, una adolescente que por las creencias religiosas de su familia es más niña de lo que le corresponde por su edad. El agente especial Vogel, un hombre de estilo impecable, con una dilatada experiencia, puntilloso y fanático del control, que despierta nuestra curiosidad para al momento siguiente cosechar todo nuestro rechazo. Es un hombre un tanto prepotente, que parece moverse como pez en el agua en este tipo de investigaciones; eso sí, le gusta hacer las cosas muy a su manera y dar pocas explicaciones a sus subordinados. Flores, el psiquiatra encargado de dilucidar el estado mental de ese paciente que conocemos en las primeras páginas es un profesional sereno, muy unido a su familia, que cuenta los días que faltan para su jubilación. Borghi, el joven policía asignado para asistir a Vogel: un tipo bastante metódico y profesional a pesar de su falta de experiencia. Por último, Martini, un profesor recientemente trasladado con su familia y cuyas motivaciones iremos conociendo a través de uno de los hilos de la historia. Dentro del plantel de secundarios merecen una mención especial Maria y Bruno, los padres de Ana Lou Kastner o la fiscal Mayer. 

En definitiva, con La chica en la niebla Carrisi me vuelve a convencer; en esta ocasión, con un cambio de estilo en una novela que nos arrastra hasta un paraje recóndito de los Alpes, donde la niebla y los secretos de sus habitantes lo envuelven todo; una lectura con un ritmo mucho más pausado, que profundiza más en la presión del entorno y en el perfil de sus habitantes, sumergiéndonos en una atmósfera opresiva y de misterio que nos mantendrá en vilo hasta su desenlace.