Jaque al psicoanalista - John Katzenbach

Han pasado cinco años desde que el doctor Starks acabó con la pesadilla que casi le cuesta la vida y que arrasó con todo lo que había sido hasta entonces, descubriéndole las facetas más oscuras del alma humana, también la suya. Desde entonces, ha logrado reconstruir su vida profesional y vuelve a ejercer de psicoanalista instalado en Miami y atendiendo a adolescentes con graves problemas psicológicos y también a pacientes adinerados de la sociedad de Florida. Sin embargo, una noche, cuando entra en su consulta, descubre tumbado en el diván a aquel al que había dado por muerto: Rumplestilskin ha vuelto y esta vez no busca acabar con él sino solicitar su ayuda. Por supuesto, no va a aceptar un no por respuesta.

FICHA DEL LIBRO

MIS IMPRESIONES

Llegué a El psicoanalista tarde y con premura ya que un buen día llegó al trabajo y por sorpresa un ejemplar de Jaque al psiconalista, la secuela de la archiconocida novela de Katzenbach, que por lo mismo de siempre, el tiempo, había ido poniendo a la cola de mis propósitos lectores. Con esta nueva publicación en mis manos, urgía leer la primera para conocer de una vez por todas al famoso doctor Frederick Starks, y mi encuentro con él no pudo ser más bueno. Hoy os hablo de Jaque al psicoanalista que sigue la senda iniciada por el afamado doctor. 

No quiero comenzar esta reseña sin advertir antes a aquellos que no hayáis leído El psicoanalista que considero imprescindible leerla previamente para disfrutar plenamente de esta lectura. Y  no solo por lo vivido por nuestro protagonista en la anterior entrega sino porque sin esos antecedentes será complicado poder comprender su comportamiento en esta. Y aunque solo voy a dar unas pinceladas generales de los derroteros por los que discurre esta trama, es posible encontrar o más bien intuir algún spoiler sobre la anterior por lo que rogaría a los que no hayáis disfrutado aún de esa primera historia, os abstengáis de leer esta reseña. 

Cinco años hace ya de los disparatados acontecimientos que dieron al traste con la apacible vida del doctor Starks, y pese a todo, con tiempo y tesón, ha logrado empezando de cero, recomponer las piezas de su vida y encontrar de nuevo la estabilidad lejos de Nueva York. Nos reencontraremos con él en Miami cuando por ironías de la vida, Ramplestilskin, el despiadado asesino que tiempo atrás tuvo en jaque su vida, requerirá de su ayuda. 

Aunque nuestro doctor intentará resistirse a cualquier tipo de trato con este degenerado, no tendrá más remedio que lidiar con él una vez más, iniciándose así una novela llena de tensión con la que Katzenbach vuelve a demostrar que sabe muy bien mover los hilos para darle al lector lo que más le gusta: un desasosiego in crescendo y unos giros tan imprevistos como desconcertantes que le mantendrán en un estado de alerta constante hasta el desenlace. 

Será un narrador omnisciente el que nos mueva por una novela narrada de forma sencilla pero muy visual que nos sumerge en una trama muy ágil en la que existe un predominio del diálogo y que  recorrerá escenarios muy dispares y distantes entre sí, desde la costa de Florida hasta la América más profunda. 

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas y sin embargo a mí, que tengo muy reciente la lectura de El psicoanalista, esta que os traigo hoy me ha parecido una digna sucesora de la anterior. Cierto es que en esta ocasión no contamos con el impacto de la primera, y ya conocedores de la compleja personalidad del asesino o de cómo incluso la persona más cabal, al sentirse contra las cuerdas, es capaz de cualquier cosa por defender su vida restamos cierta emoción a la historia. Pero habrá una trama muy jugosa, y, en cualquier caso, la tensión está asegurada y no creo equivocarme al afirmar que aquellos que en su día quedaron cautivados por El psicoanalista volverán a disfrutar de lo lindo en Jaque al psicoanalista.