Papel y tinta - Maria Reig

¿De qué serías capaz por cumplir tus sueños?

 ¿Qué tenía que hacer una mujer para lograr los suyos en la España de principios del siglo xx? 

Madrid, primeras décadas del siglo pasado. Elisa Montero, aunque de origen humilde, es criada desde niña por su madrina, una adinerada y misteriosa mujer perteneciente a la alta burguesía madrileña. La sensación de no pertenecer a ningún lugar y de cierta rebeldía ante los designios que otros han trazado para ella será algo que marcará su vida. Elisa no solo buscará liberarse de las limitaciones que le imponen su condición de mujer y su posición social para lograr convertirse en periodista, sino que intentará tomar las riendas de su destino y entregarse al verdadero amor. Como testigo, la rabiosa y convulsa actualidad de una España entre guerras que la acompañará en su lucha por conocerse a sí misma y sobreponerse a sus propios prejuicios.

FICHA DEL LIBRO

MIS IMPRESIONES

Hay historias que solo por la época en la que están ambientadas y lo que se intuye tras su portada  te atraen irremediablemente. Papel y tinta fue una de esas y hoy os cuento mis impresiones.

Elisa Montero es tan solo una niña de siete años cuando, por circunstancias desconocidas para ella, es apartada de los suyos y de su Extremadura natal para vivir en la capital junto a una hermana de su padre, Manuela Montero, una mujer viuda, perteneciente a la alta burguesía madrileña, que proporcionará a la joven todo aquello con lo que cualquiera podría soñar: una buena educación, unas relaciones con lo más granado de la sociedad y el trampolín para emparentar con algún joven acorde al estatus que ostentará desde que habite el palacete de su tía. Y a pesar de crecer con una vida aparentemente tan perfecta, Elisa que fue siempre una niña inquieta y curiosa por naturaleza, habrá de pagar un gran peaje a cambio porque, sin saberlo, tendrá que renunciar a cualquier contacto con los que hasta la fecha habían sido su única familia (su padre y sus hermanos) y crecer no solo sometida a la férrea disciplina impuesta por su tía sino a una carencia total de afecto .

Son muchas las puertas que Manuela Montero abrirá a Elisa y aunque no será el suyo un camino de rosas, si por algo va a destacar esta mujer es porque no va a dejarse amedrentar por nada ni por nadie y se mantendrá siempre fiel a sus ideales; unos que a principios de siglo XX y tratándose de una mujer le ocasionarán no pocos quebraderos de cabeza. Elisa es una chica con una mentalidad muy abierta, adelantada a su época. Su sueño es llegar a ser periodista, una pretensión que choca frontalmente con los planes que tiene su querida tía para ella: casarla con un buen partido que haga brillar el apellido Montero, y convertirla en una esposa sumisa y dispuesta a cuidar de su prole y de su esposo como mandan los cánones del momento. Pero una rendija hará que aunque Elisa no pueda brillar si no con luz propia, sí consiga paliar en cierta medida sus ansias periodísticas.

Es innegable la buena mano que ha tenido esta autora para plasmar en Papel y tinta lo que se adivina como una ingente labor documental con una ambientación inmejorable del Madrid de la época. Maria Reig ha recreado de manera fidedigna, no solo cómo se desenvolvía la vida de la alta burguesía en la capital a principios del siglo pasado sino también cómo era el ambiente de las redacciones periodísticas, qué papel tenían las mujeres en la sociedad o cómo algunas empezaban a despuntar entre ellas: unas mujeres valientes y luchadoras que allanaron mucho camino a sus sucesoras. Me ha gustado especialmente ver plasmada entre las páginas de esta historia esa doble vertiente femenina: la tradición y el miedo de algunas frente a transgresión y valentía de otras.

Con una prosa clara y sencilla pero impregnada de cierta calidez, la lectura se torna fluida y con un ritmo que en momentos puntuales se me ha antojado irregular por la inclusión de ciertos detalles, desde mi punto de vista, innecesarios para el desarrollo de la trama.

Será fácil trasladarse en el tiempo para conocer muy de cerca el periodismo de investigación, ciertos rincones literarios, saber cómo eran las residencias estudiantiles de las jovencitas de clase alta y, sobre todo, conocer como se abre esa brecha entre la postura de las mujeres más tradicionales  y la de algunas que empezaban a reclamar derechos y a mantenerse firmes ante sus ideales.

Elisa es una chica llena de matices, una mujer tenaz,  valiente  y claro ejemplo de superación personal, que nos mostrará mil y una caras a lo largo de esta historia. Su rasgo más notable será sin duda una voluntad inquebrantable. A su lado habrá otros múltiples protagonistas: su hermética tía Manuela, una mujer enigmática, fría como el hielo. Y también otra serie de personalidades de la época que, aunque de una forma tangencial, se pasearán por las páginas de una novela que abarca más de dos décadas en las que además asistiremos a grandes cambios políticos y sociales.

Papel y tinta no solo es la historia de Elisa, una mujer que aun a riesgo de ir contracorriente luchó por sus ideales en una época en la que el papel de las féminas estaba relegado a un segundo plano sino que también es la historia de un país en plena transformación en el que las mujeres empezaron abrir un largo camino por el que aún a día de hoy seguimos luchando: el de la igualdad.