En el Bilbao de principios de los años ochenta, tres misteriosas muertes unirán los destinos de varios personajes sin conexión aparente. Alain Lara, un joven y prometedor jugador del Athletic, descubre una vieja fotografía de los años cuarenta que su abuelo Rodrigo había mantenido siempre oculta. De todos los personajes que aparecen en ella Alain reconoce a su abuelo, junto a un también joven Ignacio Aberasturi, el gran empresario bilbaíno y actual candidato a la presidencia del Banco del Norte. La repentina y extraña coincidente desaparición de ambos, junto con otros sucesos, lo llevará a una investigación que se remontará a un pasado oculto.
En un intento por entender lo que sucede, Alain contactará con María, la hija y heredera del imperio Aberasturi, y junto a ella tejerán los hilos del pasado que unieron a sus familias en los años del Berlín nazi, en busca de respuestas. Pero lo que obtendrán serán más preguntas, más dudas, más sospechas.
¿Qué pudo unir hace más de cuarenta años a estos dos hombres cuyas vidas nunca más volvieron a cruzarse? ¿Quiénes son los demás personajes que aparecen retratados junto a ellos? ¿Quién y por qué anda detrás de ellos?
La ciudad de la lluvia es un thriller que reúne lo mejor y lo peor que anida en el ser humano. Es una historia sobre el poder magnético de la ambición, el amor y la complicidad entre las personas, y que nos muestra que la cara oculta que todos tenemos no puede permanecer indefinidamente en la sombra.
MIS IMPRESIONES
Pocas veces me ha sorprendido tanto una novela que, en principio, no se acercaba mucho a mis intereses literarios. Imaginé espías, que no me gustan mucho y un balón arriba y abajo, que me gustaba menos aún. Fue la insistencia de una bloguera amiga la que me puso en el camino una historia de la que finalmente he disfrutado de lo lindo; razón de más para reafirmarme en que, a veces, salir de la zona de confort puede adentrarnos en historias fascinantes. Os hablo de ella.
La ciudad de la lluvia es un complejo puzle que se articula en torno a tres tramas que van y vienen desde Bilbao en el año 1983 hasta Berlín en 1941.
David Schaffer, con apenas cuarenta años, está considerado uno de los cien mejores abogados del mundo. Lo conocemos cuando, según sus propias palabras, lleva oculto varios días ante la certeza de que va a ser asesinado. No cree merecerlo. Todo parece ser fruto de un error. Nosotros no sabemos qué pasa, pero ya nos ha enganchado a su historia. Durante su encierro aprovechará para escribir sus memorias. Él mismo, en primera persona, nos contará cómo ha sido su vida y su meteórico ascenso en el mundo de los despachos profesionales.
Año 1983. En otro hilo argumental conoceremos Alain Lara, un futbolista profesional que llega a su Bilbao natal desde Valencia, junto a su abuelo y único familiar, para incorporarse a las filas del Athletic. La inexplicable desaparición de su abuelo, Rodrigo Lezo, en las riadas de septiembre de 1983 y ciertas rarezas que creyó percibir en él días antes de su desaparición, harán que Alain busque respuestas de lo ocurrido. Entre sus pertenencias encontrará una antigua foto tomada en un aeródromo; una foto en la que su abuelo posa, junto a otros tres hombres y un niño delante de un avión. Observándola con detenimiento descubre en ella a un joven Ignacio Aberasturi, un famoso empresario bilbaíno, aspirante a la presidencia del Banco del Norte, que casualmente también ha desaparecido en misteriosas circunstancias. Rápidamente, Alain contactará con María, la hija de Aberasturi, y juntos emprenderán una investigación llena de peligros.
En Berlín, en el año 1941, conocemos a “El extranjero”, un personaje cuya identidad será desconocida para nosotros casi hasta el desenlace. Un hombre que ha tenido los contactos y la osadía de llegar hasta la cúpula del gobierno nazi para ofrecerles una máquina de cifrado muy superior a Enigma. Pero, ¿quién será El extranjero y cómo ha podido llegar hasta las más altas esferas del gobierno nazi? ¿Logrará venderles su máquina y salir airoso del trato? ¿Existe alguna relación entre este y la foto?
Ambición, engaños, espías, traiciones, zancadillas empresariales, fútbol profesional y tensión límite son algunos de los ingredientes con los que Alfonso del Río adereza este complejo thriller, que tiene un comienzo impactante, sabe mantener el pulso sin darnos un respiro e ir “in crescendo” hasta desembocar en su recta final en una lectura desenfrenada, llena de giros argumentales en la que finalmente todos y cada uno de sus cabos quedan atados en un cierre tan impecable como impredecible.
Una amplia galería de personajes es la que se nos presenta en una novela en la que quedan muy bien trazadas las luces y las sombras de los gigantes empresariales, el poder de sector financiero, la falta de escrúpulos de los grandes empresarios a la hora de conseguir determinados objetivos y un equipo de fútbol que actúa como bálsamo reparador en medio de una escalada de persecuciones, en la que Bilbao brilla con luz propia. Pocas veces una lectura te lleva de la mano a conocer mil y un rincones de una ciudad y de sus gentes haciéndote sentir tan cómodo a la vez. No cabe duda que el autor sabe lo que se hace, conoce su ciudad y ha sabido plasmar a la perfección no sólo el carácter de un pueblo y la idiosincrasia de un equipo sino que ha conseguido a la vez una ambientación impresionante. Ese título tan acertado y ese marco temporal elegido para desarrollar la historia me ha hecho sentir el agua al cuello con una excelente recreación de las riadas del año 1983, una de las mayores catástrofes ocurridas en la zona.
Entre los personajes destacan: El extranjero, del que ya os he hablado. David Schaffer, un tipo duro que no se amilana ante nada y está acostumbrado a jugar a caballo ganador. Su miedo inicial es tan real que cala en el lector y lo engancha a la historia. Sus estrategias empresariales nos dejarán boquiabiertos una y otra vez. Es un personaje muy carismático, un auténtico camaleón que aporta gran interés y mantiene muy vivo el pulso de la historia. Alain Lara, será otra de las piezas claves de este puzle; un chico joven, pero cabal, un buen chaval que buscando alguna pista sobre lo ocurrido a su abuelo se mete en un berenjenal de tres pares de narices pero junto al que conoceremos su gran pasión el fútbol y su protagonismo en el Athletic de Bilbao en una trama futbolera en la que una nada aficionada al juego ha disfrutado como la que más.
Cuando crees que lo has leído todo sobre el género surgen nuevas voces e historias como La ciudad de la lluvia de Alfonso del Río, un intrincado thriller lleno de acción, buenos personajes y excelentes giros argumentales que no puedo dejar de recomendar.