SINOPSIS
Cuando dos jóvenes británicas desaparecen en su año sabático en Tailandia, su caso pasa a copar el foco de la atención mediática internacional. La periodista Kate Waters está lista para informar sobre la historia: como siempre, quiere ser la primera en conseguir la exclusiva y descubrir la verdad, y esta vez no será una excepción. Sin embargo, a medida que se van conociendo más detalles de la investigación, Kate no puede dejar de pensar en su propio hijo, a quien no ha visto en dos años.
MIS IMPRESIONES
Hace tan solo unos meses que leí por primera vez a Fiona Barton. No fue con La viuda, una novela que aún duerme el sueño de los justos en mi estante sino con La madre con la que me adentré en las letras de una autora que me dejó muy buen sabor de boca y me animó enseguida a repetir con La sospecha, su última novela publicada.
27 de julio de 2014. Dos adolescentes mochileras ponen rumbo a Tailandia con la idea de vivir el viaje de sus sueños. Aunque vecinas y compañeras de estudios, Alex O’Connor y Rosie Shaw no pueden ser más diferentes, pero la necesidad de contar con alguien para el viaje las hace embarcarse en una aventura que, ya desde las primeras páginas, adivinamos comenzará a hacer aguas por todas partes. Tras una semana sin noticias de las jóvenes se encienden todas las alarmas, y el 15 de agosto la familia decide poner el caso en manos de la policía. Un nuevo caso que para el inspector jefe Bob Sparkes llega en un momento personal muy complicado. La estrecha amistad que le une con la archiconocida Kate Waters, periodista del Post, hará que contacte con ella enseguida, quien se volcará de inmediato en el asunto, movida además de por la noticia, por cuestiones personales. Y es que su hijo mayor, Jake, después de abandonar los estudios hace casi dos años e instalarse en Phuket lleva más de siete meses sin más contacto con ellos que una breve llamada hace apenas un mes.
Con estos mimbres, una novela cuya trama en sí no es nada novedosa, y desde mi punto de vista no tan potente como La madre, comienza un thriller que, sin embargo, sí que me ha proporcionado unas horas de puro entretenimiento, un auténtico pageturner en el que esta periodista estrella, siempre ávida de noticias va a verse entre las cuerdas al ser parte afectada en un caso al que si algo hay que reconocerle es que engancha de mala manera y te sumerge en una espiral por desentrañar la misteriosa desaparición de estas dos jóvenes y lo acontecido durante sus vacaciones.
Como ya lo hiciera en La madre, Fiona Barton, nos va presentando la historia a través tres hilos argumentales en el presente, en los que se alternarán capítulos con el título de: la periodista, la madre o el inspector, en los que dos voces narrativas nos van a ir dando a conocer el avance de la investigación policial, la situación vivida por la familia de las jóvenes, y el reportaje de investigación llevado a cabo por Kate Waters, la única que se exprese en primera persona. También será un narrador omnisciente encargado de transmitir los hechos del pasado, que se estructuran en capítulos numerados como Bangkok, día 1, 2… comenzando desde el día 27 de julio de 2014 y desembocando en agosto de 2014.
La trama es muy ágil, y a pesar de que el escenario y ciertos temas de la historia son de sobra conocidos para nosotros, atrapa desde las primeras páginas e irá avanzando y retrocediendo hasta montar todas las piezas de un puzle no demasiado complejo y con un desenlace, al menos en parte, para mí imprevisible. De una parte, Kate Waters, nos contará en primera persona su investigación periodística que se moverá en dos escenarios: Winchester y Bangkok, por otro lado un narrador omnisciente nos irá los detalles del viaje, centrándose en las vivencias de Alex O´Connor en los que además se intercalará cierta correspondencia de la protagonista con un personaje cuya identidad no sabremos hasta bien avanzada la novela. Otro tema que pone de manifiesto la autora en esta historia es cuán difícil es conocer a determinadas edades quiénes son realmente nuestros hijos y cómo se comportan a nuestras espaldas.
La sospecha de Fiona Barton es un thriller que cumple lo que promete, puro entretenimiento. Y aunque, creo que la anterior novela de la autora dejó el listón más alto, sí que me ha parecido interesante y muy bien llevado cómo Barton pone a su protagonista estrella, la periodista Kate Waters en el centro del huracán. Una profesional que se va a ver literalmente contra las cuerdas y pasa de ser cazadora a ser presa, con toda la controversia e incomodidad que eso conlleva. Barton, sabe cómo mover los hilos para enganchar al lector. A mí me gusta su forma de contar las cosas y estoy dispuesta a seguirle la pista en futuras publicaciones.