En los albores del año 1000, mientras media humanidad vive entre el hambre y la miseria, la otra media aguarda con temor la llegada del fin del mundo.
La joven Micaela y su padre han pasado la vida aislados en el claro de un bosque, escondiéndose de los asesinos que la buscan. La curiosa e indómita niña crece sin conocer nada de lo que ocurre más allá de su bosque.
Una mañana se hacen realidad sus temores: en el claro se presenta un hombre tuerto que viene a llevársela, y ella se ve obligada a huir. Inicia así un viaje lleno de peligros por un medievo sometido a la ley del más fuerte, que la conducirá a encontrar el miedo, la traición y la muerte, pero también el amor. Su destino: descubrir la verdad sobre su origen; una verdad que custodia una mítica comunidad de mujeres libres que sobreviven ocultas en un lugar secreto: la Playa de los Hombres de Piedra.
MIS IMPRESIONES
Algunas historias llegan a nosotros sin mayores referencias
que una recomendación y eso fue lo que me sucedió con esta publicación de
Olivia Sterling, una historia que en principio se aleja un poco de mis lecturas
habituales y de la que hoy os hablo.
Año 1033. Micaela Mediaespada, a sus dieciséis años es una
adolescente poco común. Criada en el claro de un bosque junto a su padre, Mathías
Nuevededos, y sin más contacto con otras personas, va a ver como en cuestión de
unas horas su mundo tal y como lo conocía se pone patas arriba cuando unos desconocidos asesinan a su padre. Comienza entonces una persecución sin tregua en la que ella emprenderá una búsqueda en solitario de sus raíces. Su destino es la Playa
de los Hombres de Piedra, y aunque hay
ciertas personas empeñadas en que no
alcance su objetivo, Micaela, pese a su juventud es una auténtica fierecilla;
tiene valentía y una voluntad inquebrantable que la harán perseverar para
lograr su propósito, pese a que, inevitablemente y lejos de la protección
paterna, habrá de conocer los sinsabores de la vida.
Descubrir nuevas plumas supone un riesgo y a la vez nos
brinda la posibilidad de adentrarnos en ciertos géneros que a veces no solemos
frecuentar. Ferox nos ofrece una trama en la que se fusionan novela histórica y
de aventuras. En esta ocasión, para los temerosos de la novela histórica y a
favor de esta historia, cabe señalar que nos encontramos ante un libro ligero, ágil, de lectura fluida y en el que la información histórica nos ayuda
fundamentalmente a enmarcar la la trama, pero sin tener un peso importante ni llegar
a abrumar al lector con detalles
innecesarios. Sin embargo, y pese a ello, a mí aunque en su conjunto me ha
parecido entretenida y la lectura fluye, me ha faltado cierta garra, algún
detalle que aumentara mi interés por llegar al final de una trama que sí que ha
conseguido convencerme con un desenlace totalmente inesperado.
Destacar algunos escenarios como Saraqusta (Zaragoza),
una ciudad en manos de los árabes en la que Micaela, que aunque valiente y
decidida, no deja de ser una chica inocente, tendrá que lidiar con ciertos obstáculos inesperados. En medio del afán de reconquista cristiano,
encontraremos miseria, hambre, traiciones, juglares, malhechores, gente bondadosa y una sociedad marcada por la superstición y
las leyendas en la que una jovencita va a experimentar un viaje no solo físico
sino interior que la hará crecer como persona.
Ferox es la primera entrega de una saga protagonizada por
una mujer valiente y luchadora, Micaela Mediaespada. En resumidas cuentas, una
historia entretenida en la que se combinan el género de aventuras y la novela
histórica. Una novela con personajes y escenarios bien logrados, que denota una
buena labor documental y la suficiente mano como para no lastrar con detalles
superfluos, pero en la que he echado en falta cierta tensión narrativa.