Bookeando

con MªÁngeles

La vida normal - Dulce María Cardoso

27/5/20

Pasados los cuarenta, la vida de Eliete es cualquier cosa menos extraordinaria. Sus hijas se han ido de casa, ahora sólo se comunica con ellas a través de una pantalla, y es más fácil saber de su marido a través de su actividad en Facebook que por los momentos que comparten. Su abuela acaba de ser diagnosticada con demencia y nadie salvo ella parece dispuesta a cuidar de la anciana. Hasta que, por sorpresa, conoce a alguien que la hará sentir como en una de las fotonovelas que leía en su juventud, y con ello volverá el latido, la corazonada de que algo excepcional también puede sucederle a ella. Con Eliete, Dulce Maria Cardoso ha creado «una Madame Bovary en la era de Tinder» (Expresso), un personaje inolvidable y complejo, marcado por el deseo de vivir y su capacidad para reírse de todo, cuya aparentemente aburrida existencia sirve a la autora para recorrer el devenir de tres generaciones de una familia ante los profundos cambios sociales y políticos que ha traído consigo el siglo xxi. Considerada «la escritora más importante de su generación» (Público), Cardoso ha entregado su novela más ambiciosa y universal, «una radiografía de la familia en nuestro tiempo y los desafíos a los que se enfrenta», según sus propias palabras.


MIS IMPRESIONES


Que la novela intimista va ganando hueco cada día entre mis lecturas es un hecho evidente para cualquiera de los que pasáis por el blog con cierta asiduidad. Quizá el tener mucho menos tiempo libre haya sido el factor desencadenante y es que puestos a elegir, cada vez más necesito historias que me remuevan y me hagan partícipe de otras vidas. Esta vez he pinchado. 

Eliete tiene cuarenta y dos años y una vida de lo más anodina. Sus dos hijas adolescentes están centradas en sus redes sociales, y para su marido, que prefiere pasar las horas muertas con sus devaneos de Facebook, ella se ha vuelto un ser invisible. Aún así, la mujer es de lo más voluntariosa y comprometida, llegando al punto de ser la única persona que está dispuesta a cuidar de su abuela paterna, que padece demencia senil. Pero la soledad es tremenda a veces y, en un arrebato un poco loco, decide abrirse una cuenta en Tinder y dar rienda suelta a sus fantasías.

Es curiosa la forma en que las redes sociales nos acercan a los que están lejos y nos separan de los que tenemos cerca. Este, que es el tema central de la novela, y los buenos comentarios de esta autora fueron el gancho para decidirme a elegir esta lectura que, aunque tiene un fondo interesante no ha logrado engancharme y, desde mi punto de vista, mucha parte de culpa ha tenido el ritmo irregular de la misma y la forma en que está contada una historia, que por momentos me ha parecido redundante.

Es una pena ese no lograr a veces entrar en una historia que a priori prometía, porque la verdad sea dicha, la autora sí que ha sabido reflejar de una forma totalmente veraz el retrato de tres generaciones y, sobre todo, de la que podría ser una de las muchas familias de hoy día que ven cómo, a medida que los hijos crecen y las obligaciones para con ellos van disminuyendo, han de enfrentar problemas mayores porque la brecha de su relación es insalvable: quizá la descuidaron por falta de tiempo, de ganas, por la imposibilidad de llegar a todo o simplemente por desidia, pero cada vez con más frecuencia, y en esa edad meseta de nuestras vidas, un buen día te das de bruces en el sillón con un desconocido, y eso da mucho de pensar. Cada cual lo resuelve de una forma, Eliete escoge Tinder como válvula de escape y la verdad es que algunas risas me he echado con ella, aunque me hubiese gustado encontrar más enjundia y a mis ojos se queda muy en la superficie.

Como veis, no siempre se acierta y a veces se pregunta una si es la novela o es el momento en que la leíste. Todo influye, pero la verdad es que a mí esta vez la historia se me ha quedado muy cortita, porque a pesar del buen rapapolvo que le pega la autora a las redes en general, y a las páginas de contactos en particular, creo que en esa familia había mucho más donde rascar y no se ha aprovechado el potencial que tenía. Pero claro, esta es mi opinión, ya me contaréis vosotros si os atrevéis con ella.

Esta semana leo #22-2020

25/5/20

Buenos lunes a todos. Después de una semana de descanso bloguero y casi lector, que necesitaba para volver a la rutina laboral, vuelvo con energías renovadas para afrontar este tirón final antes de las vacaciones en el que hay tantas novedades editoriales a punto de salir al mercado. Voy a empezar tranquila pero segura, y mi lectura elegida para la semana que comienza es Seguiré tus pasos de Care Santos, una novela que supone el reencuentro con Reina, esa protagonista que ya me ganó en Todo el bien y todo el mal y de la que estoy deseando saber. 


Y, vosotros, ¿qué leéis?


La fuente de oro - Juan Pedro Cosano

13/5/20

Una sociedad a punto de cambiar para siempre
Jerez de la Frontera, años treinta: Beltrán de la Cueva, carismático y ambicioso, heredero de una de las sagas bodegueras más importantes de la ciudad está comprometido con una joven de su clase. Pero en su camino se interpone una pasión inesperada: la que siente por la bellísima Lele Gavilán, una de sus empleadas. 
El destino siempre tiene la última palabra
Lo que podría ser la historia banal del aristócrata que seduce a la joven inocente tiene una deriva que dejará sin aliento al lector: el curso de los acontecimientos dará un giro extraordinario, movido por el viento de la historia y sus dramáticas circunstancias pero, sobre todo, por causa del carácter indomable de Lele.
Un Downton Abbey a la española.

MIS IMPRESIONES

Una portada de esas que se te quedan en la retina me hizo interesarme por esta novela que lleva durmiendo el sueño de los justos en mi estante un par de años. Tantas reseñas entusiastas no podían coincidir e intuía que me gustaría: novela ambientada en tierras andaluzas, con una bodega como escenario…eso era para mí como miel para las moscas. Pese a todo, los que pasáis con cierta asiduidad por esta casa sabéis que servidora no es de novelas rositas, sí con cierto componente romántico, pero sin demasiados edulcorantes y temía un poco. Os cuento mis impresiones finales.

Año 1929. Conocemos a Beltrán de la Cueva, un niño bien jerezano y único heredero de las conocidas bodegas Beamont, con casi un siglo de historia, cuando estudia derecho en Madrid. Mientras él vive la vida sin hacerle ascos a nada, su padre le amaña un matrimonio con Sonsoles Domeq, una bellísima joven, hija de una larga estirpe de bodegueros, con cuyo enlace ambas familias reforzarán su posición empresarial. Todo se complicará de manera repentina cuando, tras el inesperado fallecimiento del padre de Beltrán, este tenga que asumir las riendas del negocio y Lele Gavilán se cruce en su vida. Porque Lele no es mujer para Beltrán, es una chica de clase humilde, y pese a ello, la belleza de la joven, su desparpajo y ese cascabel de alegría que parece emanar de ella harán que la cabeza de Beltrán no descanse hasta conseguirla.

Aunque todo esto, a priori, pueda parecer un argumento un tanto manido, señorito conquista a chica de clase humilde, la novela va adquiriendo un tinte de lo más interesante a medida que nos adentramos en una trama que, además de contar con una magnífica ambientación capaz de trasladarnos en el tiempo a una España en la que la situación político social empieza a resquebrajarse tras la dimisión de Primo de Rivera y la llegada de la República, inserta un giro tan brutal y efectivo, que nos pega a sus páginas en un viaje que recorrerá diez terribles años de la historia de nuestro país.

Impecable el fresco que realiza Cosano de la sociedad jerezana de la época, de ese contraste entre la alta burguesía y las clases más desfavorecidas, abocadas siempre a vidas de explotación sin posibilidad alguna de mejora. Conoceremos del funcionamiento de las bodegas, del importante papel que jugaron los bodegueros en la financiación de ciertos partidos, de las primeras huelgas por los derechos de los trabajadores y cómo eso va generando momentos de una tensión que se incendiará con las luchas sindicales y terminará desembocando en la Guerra Civil.  

Aunque hay un elenco variado de personajes, son Beltrán y Lele los que llevan el peso de la historia. Él es uno de esos tipos de rompe y rasga: altísimo, con una preciosa melena rubia, unos ojazos verdes que encandilan y un magnetismo irresistible. Y en eso se le van los días, encandilando a toda la que se le cruza, en la capital o en Jerez, hasta que Lele aparece en su camino. Y a mí, la verdad sea dicha, no es que me haya caído tan bien, que por muy guapo y señorito que sea uno cierta licencias están de sobra, aunque eso sí, fiel a típico chico de clase alta de la época es. Pero eso es otro cantar. Lele sí que es un personaje con garra, una auténtica jabata, además, muy alejada de estereotipos, y solo alguien tan auténtico como ella era capaz de dar semejante giro a la historia.

La fuente de oro me ha resultado una novela preciosa, y es que además de todo lo que os he contado sobre ella, está narrada con una prosa elegante y embriagadora, casi tanto como el delicioso caldo que se cultiva en las bodegas Beamount. Os la recomiendo.

Esta semana leo #20-2020

11/5/20

Bienvenidos, los que hayan conseguido pasar, a esa nueva fase de la nueva normalidad. Escalofríos da solo la palabra, pero dicen que uno nunca sabe lo que es capaz de soportar; supongo que nos adaptaremos. Yo me quedé atrapada en el cero, que por cero es cero, y en esa línea se me dio la semana pasada: no leí nada. La cabeza no ayuda mucho en estos días, pero el libro que tenía entre mano tampoco fue buen aliado. Ya he cogido otro con más garantías (al menos eso me dice Inés de La huella de los libros) para resarcirme: El olor del bosque de Hélène Gestern. Y os puedo decir por lo poco que llevo leído que este sí que promete. Como es un libro que tiene casi 800 páginas y, aparte de leer y trabajar, me estoy permitiendo la única licencia diaria que me conceden por el momento, coger la bicicleta cada tarde, creo que voy bien servida. También intentaré sacar alguna reseña, aunque eso está por ver. Os dejo la fotito del fichaje y ojalá algún día podamos retomar nuestras rutinas en un mundo más amable, más humano y menos malo, como canta María Jiménez. 


Y, vosotros, ¿qué leéis?

Esta semana leo 19-2020

4/5/20

El confinamiento empieza a acusar mi capacidad lectora y de concentración en general, tanto es así que me he tirado una semana prácticamente sin leer . Sigo con La vida normal de Dulce María Cardoso, una novela de la que apenas he leído doscientas páginas. Después comenzaré El olor del bosque de Helen Gestern, una novela diez según Inés de La huella de los libros. Y eso necesito, una lectura diez que me atrape. Ya os contaré si también me deja maravillada a mí y me quita la tontuna lectora que tengo encima. O lo mismo eso ya no se quita y lo que es una cerveza y compañía en una terraza. A ver si llega el once y volvemos a vestirnos de humanos. 


Y, vosotros, ¿qué leéis?


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