Bookeando

con MªÁngeles

Un amor - Alejandro Palomas

28/2/18



En el reducido universo familiar de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer, el engranaje se mueve al ritmo desacompasado de las emociones. Es una familia típica, y sobre todo, muy real. Un cosmos cocido al fuego lento de varias entregas que han atado a miles de lectores. Pero llega un día cumbre en sus vidas. Emma se va a casar y todos se sumergen en las tareas y los remolinos de organizar la mejor boda. La noche previa a la ceremonia, una llamada rompe la armonía familiar. Silvia, Emma, Fer y otros parientes se conjuran para poder celebrar a la vez el aniversario de Amalia, que coincide inevitablemente con la fecha de la boda. 24 horas de acelerón emocional que pondrán a prueba a todos y cada uno y al mismo engranaje familiar. 

Un nuevo ejercicio de virtuosismo emocional. Una literatura que llega por el plexo y se inocua directamente a los sentimientos. Alejandro Palomas extiende su ya variada paleta de colores para dotar a sus personajes de los matices, sesgos y rasgos que los acercan a los lectores y éstos los reconocemos como a propios en sus particulares universos familiares.

MIS IMPRESIONES


Una de las noticias que mayor expectación genera cada nuevo año entre los lectores es el fallo del Premio Nadal. Que Alejandro Palomas se alzara con él fue para mí una sorpresa y una alegría. Solo faltaba esperar la publicación de Un amor, una novela con la que vuelve a brillar.

Un amor supone un reencuentro con una familia muy querida para los lectores: Amalia y los suyos (Emma, Fer y Silvia) volverán a hacernos disfrutar de lo lindo. Como en las anteriores novelas (Una madre y Un perro) vamos a compartir con ellos un día, pero uno muy especial que, una vez más, va a dar muchísimo de sí.

Nos vamos de boda porque se casa Emma. Por fin va a dar el paso; ha encontrado en Magalí a su media naranja. La fecha del enlace coincide con el cumpleaños de Amalia y tras la ceremonia van a pasar un día en una casa rural. Un día de carreras, nervios a flor de piel, emociones, risas, miedos, culpas, secretos, incertidumbres y confesiones, en el que Amalia, de la que conoceremos ciertos detalles muy importantes de su pasado, me ha dolido más que nunca. Porque, aunque parezca mentira, a esta madraza la siento un poquito mía.

Los años no pasan en vano, han llegado los achaques propios de la edad pero Amalia sigue demostrando una generosidad sin límites. Mi madre, que tira mucho del refranero popular, dice que “una madre es para cien hijos, pero cien hijos no son para una madre”. Y aquí también sería aplicable porque, aunque esta familia hace piña, y la unión hace la fuerza, aunque Fer, Silvia y Emma quieren muchísimo a su madre y les aterra la idea de una posible orfandad, todos en algún momento han flaqueado, perdido los nervios o se han venido abajo. Ella no. Nunca. Ella es el pilar que mantiene el barco a flote. Y aunque a veces flaquee, lo hace en silencio, para no preocupar a nadie. Incluso, si lo necesita, echa mano de alguna mentirijilla, para disimilar. Y esa forma de ser tan auténtica, tan sencilla, tan desinteresada, tan “sin dobleces” y tan “madre” hace que le perdones todas sus travesuras o esos líos tan rocambolescos en los que se mete y te la quieras comer a besos porque “un amor” es ella: de persona, de mujer, de madre, de amiga…de todo. Ella da y da sin esperar nada a cambio y aunque todos son muchas cosas, ella es la suma de todos ellos. 

Será de nuevo Fer, en primera persona el encargado de narrarnos el devenir de los acontecimientos; el que nos ponga en antecedentes de lo que ha ocurrido en estos últimos meses desde que Rulfo dejó atrás a R, de hacernos saber que los tres hermanos junto con tía Inés guardan un secreto para proteger a Amalia. Y, aunque esta primera persona es siempre una apuesta arriesgada, está claro que a Palomas le sigue funcionado, y en ningún momento tenemos la impresión de estar asistiendo a una historia sesgada. Nos imbuimos de tal forma en ese universo emocional, que nos sentimos uno más de la fiesta. Las historias se van sucediendo, unos personajes van cediendo protagonismo a otros, y todo va encajando a nuestro alrededor.

El día de una boda es un día de alegría. Conoceremos a Magalí, la pareja de Emma que ha llegado para integrarse de lleno en la familia y aportarle por fin estabilidad. También estará la tía Inés, esa amiga tan importante en la vida de Amalia, un personaje un tanto encorsetado en el que merece la pena escarbar un poquito. Aparece en escena Oksana, una rusa que es de esas mujeres duras y sufridoras que se ha ganado todos mis respetos con sus silencios y su complicidad.

El éxito de Palomas es no impostar. Ese chorro de emociones le sale del alma. Y dispara a matar. Su pluma sirve para dar vida a unos personajes que el lector llega a querer como si fuesen de carne y hueso, y lo más curioso es que lo consigue con una historia que es pura cotidianeidad, sin otorgarles a ninguno de ellos capacidades especiales; todo lo contrario,  los hace imperfectos, inseguros a veces, caprichosos otras o incluso egoístas. Sin embargo, todos tienen muy claro el lugar que ocupa su familia en su escala de valores. Y demuestran que, aunque por momentos las cosas se puedan poner muy feas, lo importante, por encima de todo, es el amor que se profesan.

Un amor es una novela inolvidable; una historia que te duele, que te divierte, te emociona y te enseña muchas cosas: cosas tan importantes como que la vida es un suspiro, que las cosas no siempre vienen de frente, que hay que ser valiente y, sobre todo, que hay que disfrutar del cariño de los que nos rodean, ser generosos con ellos y saber escucharlos, porque no hay bastón más bonito ni más fiable que el que fabricamos nosotros mismos regalando amor.

Esta semana leo #7-2018

26/2/18

El cuento de la lechera es el que me hago yo todas las semanas y cada vez con más frecuencia incumplo. Y esta semana pasada no ha sido una excepción por lo que vengo arrastrando una lectura: La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina, que es una novela que requiere una lectura serena y sin prisas y acabaré hoy mismo. Por si tenía poca faena, me animé con una segunda historia. El caso es que algo llevo adelantado para esta semana y os anticipo que Cuídate de mí de María Frisa está resultando ser una elección de lo más acertada. Y esta semana la compaginaré con Primavera cruel de Luis Roso


Sorteos

Esta semana toca a su fin un sorteo y el próximo fin de semana sabremos el nombre del ganador. Os hablo de A donde tú vayas, iré de Victoria Dana. Bases.


También hay un sorteo activo de Primavera cruel, la última novela de Luis Roso. Bases.


Y, vosotros, ¿qué leéis?

El último regalo de Paulina Hoffmann - Carmen Romero

23/2/18


Paulina Hoffmann crece en el infierno del Berlín nazi, pero el horror invade del todo su vida cuando el ejército ruso ocupa la ciudad al final de la guerra. En esos días, su madre toma una decisión que marcará para siempre la historia de Paulina: su huida desesperada al Madrid de la posguerra, su apasionada juventud en España, su inesperado matrimonio y, sobre todo, el gran amor hacia sus hijos y su única nieta, Alicia.

Será Alicia la que, muchos años más tarde y tras la muerte de Paulina, decida viajar sola a Berlín para sumergirse en el pasado de la mujer de la que tanto aprendió y comprender el último secreto de su abuela, una auténtica superviviente que logró decidir su propio destino a pesar de los recuerdos y el silencio.

MIS IMPRESIONES


Un contexto histórico atractivo, secretos familiares, una llamativa sinopsis y la curiosidad que despertó en mí, desde que tuve noticias de su publicación, esta primera novela de una conocida editora fueron motivos más que suficientes para elegirla. Ella misma anticipaba que, aunque se trata de una historia de ficción, la base de la misma surgió de una historia personal: a raíz de la muerte de su abuela, que curiosamente era alemana como Paulina Hoffmann y con la que ella, al igual que la protagonista de esta historia tenía una relación muy estrecha. A partir de ahí podemos buscar similitudes o no entre estas páginas, pero de lo que no cabe duda es de que Paulina Hoffmann os encandilará.

La muerte de Paulina, la abuela de Alicia, no sólo dejará en ella un vacío insondable sino que le traerá un legado inesperado: un piso en Berlín del que nada se sabía hasta la lectura del testamento. Y es que esta anciana de posición acomodada fue mucho más que una abuela para Alicia, y no solo porque ejerció como madre desde que la pequeña perdiera la suya con tan solo cuatro años sino porque sus muchas semejanzas las llevaron a crear entre ambas un vínculo muy especial que se iría reforzando a lo largo de los años. Pese a todo, muchas confidencias quedaron pendientes.

El dolor del recuerdo y la necesidad de pasar página y enfrentar una nueva vida sepultaron unas heridas de las que Alicia conocerá tras la muerte de su abuela. Será un viejo álbum de fotos y un viaje a Berlín el que nos guíe por este recorrido vital que arranca en el año 1936 y llega hasta nuestros días, sacando a la luz a una Paulina desconocida para todos, la niña que vivió el horror de una guerra y que a pesar de, en su adolescencia, encontrar refugio en medio de una familia pudiente, en el Madrid de posguerra, tendrá que enfrentarse a otras múltiples vicisitudes que la obligarán a reinventarse para emprender nuevos caminos. 

A través de una prosa cuidada y elegante, Carmen Romero nos adentra en una historia de secretos e intrigas familiares, donde el amor, el dolor, la culpa o la maternidad tendrán un peso importante, que destila sensibilidad y dulzura por momentos y nos arrastra a conocer otras muchas atrocidades en otros.

Un narrador omnisciente nos irá desvelando el pasado de Paulina y los miedos de Alicia en una novela que, con continuos saltos en el tiempo, nos moverá a través de tres escenarios: el Berlín nazi y la alta sociedad de Madrid y Málaga en la posguerra, una ciudad, esta última que será como un bálsamo para estas vidas que se hacen jirones una y otra vez. Presente y pasado se irán alternando a la vez que las semejanzas entre abuela y nieta van saliendo a la luz. Desenterrar el pasado de su abuela no solo servirá a Alicia para entenderla mejor sino para enfrentar sus propias cruzadas.  

Si algo queda patente en El secreto de Paulina Hoffmann es el buen hacer de Carmen Romero y su pasión por los libros. A pesar de ser su primera incursión como escritora, se evidencian sus tablas: el manejo de los tiempos, la alternancia de los hilos, y esa agilidad y tensión narrativa de la que ha dotado a esta lectura que, sin tener un ritmo frenético, se convierte en un auténtico vuela-páginas por el interés que consigue despertar en el lector.

Paulina va a ser el personaje que más trazado tenga en la historia, no en vano la conoceremos desde niña hasta su muerte. Una mujer que experimenta una evolución coherente con la vida que le toca enfrentar. Aunque Julia, la madre de Paulina, es un personaje secundario a mí ha sido uno de los que más me ha emocionado con ese amor de madre que, aunque la autora esparce a través de los diferentes personajes, de la novela, fue ella la que tuvo que pagar un precio más alto por él. Y, por supuesto, Alicia, una mujer que irá madurando a la vez que conoce la historia de su abuela. 

El secreto de Paulina Hoffmann es una novela preciosa; una historia de mujeres, con una protagonista especialmente valiente y una vida apasionante. Una novela salpicada de constantes referencias a la literatura y al arte (imposible no mencionar esa imagen con la que ha conseguido trasladarme a la Feria del libro de antaño), que combina ficción y realidad y a través de la que la autora ha sabido mostrar el fiel reflejo de  la mentalidad de una época en la que la mujer tuvo que demostrar demasiado para llegar al mismo puerto que el hombre, que nos habla las huellas de la guerra y de la importancia del amor y los hijos como pilares de nuestra vida.  

Muertes pequeñas - Emma Flint

21/2/18

En Queens, en el mes julio de 1965, las calles arden a causa de una ola de calor. Ruth Malone, una joven madre del barrio, se levanta una mañana y descubre la puerta de la habitación de sus dos hijos pequeños abierta de par en par. Han desaparecido. 

No hay peor pesadilla para una madre, pero Ruth Malone no es como las otras. Siempre perfectamente maquillada, vestida de forma provocativa, la policía encuentra botellas vacías de alcohol por todo su apartamento… los detectives que siguen el caso hacen las suposiciones más obvias, ayudados por los cotillas y envidiosos del vecindario. 

Pete Wonicke, un periodista inexperto al cargo de cubrir su primer caso importante, no puede evitar llegar a esas mismas conclusiones. Sin embargo, cuanto más tiempo pasa con Ruth, más se da cuenta de que los policías no siempre son los buenos y de que las obsesiones personales de ciertos detectives pueden estar influyendo en la investigación. Ruth Malone es fascinante, un reto y un misterio, pero ¿sería capaz de matar a sus propios hijos? Basada en hechos reales, Muertes pequeñas nos cuenta una historia de amor, moralidad y obsesión, y analiza la capacidad que tiene todo ser humano para el bien y el mal.


MIS IMPRESIONES


Los que somos muy asiduos al género negro solemos buscar lecturas que marquen la diferencia y es que inevitablemente, después de tantas novelas, muchas son más de lo mismo. La desaparición de dos niños, la inculpación de su propia madre en los hechos, una historia basada en hechos reales y esa preciosa edición, porque todo hay que decirlo, la edición es irresistible, me llevaron de cabeza a leer Muertes pequeñas. No pude hacer mejor elección.

Ruth Malone aparece ante nosotros en medio de un revoltijo de escenas que, entre el presente y el pasado,  se van alternando en su mente. Pronto tendremos la certeza de lo que ocurre y a su cabeza irán acudiendo los recuerdos como pequeños flashes: el paseo con los niños de aquella tarde, la desaparición, la incertidumbre, el interrogatorio policial, el acoso de la prensa, el dolor, el gesto acusador de los vecinos y todo lo que vino después.

Nueva York. Julio de 1965. Ruth Malone es una llamativa pelirroja, divorciada, con una vida compleja, que trabajaba como camarera y estira lo que puede las horas para sacar adelante a sus dos hijos: Frankie, de cinco años y Cindy, de cuatro. Frank, su exmarido, no está cumpliendo con la pensión alimenticia como debiera y ella no tiene tregua. Vive al límite, está agotada, se siente desbordada y, en ocasiones,  pierde los estribos con los niños.

Conforme nos adentramos en la historia comenzamos a obtener datos y a torcer el gesto pensando que quizá el hogar de los Malone no sea el más idóneo para educar a dos niños. Porque son muchas las ausencias de esta madre, porque es una mujer de vida alegre que no duda en encerrar a sus pequeños en su dormitorio para montarse una juerguecita con el primero de turno y porque en no pocas ocasiones acaba durmiendo la mona en el sofá tras haber ingerido cantidades ingentes de alcohol.

Todo se complicará la mañana del trece de julio cuando va a buscar a los niños a su habitación y la encuentra vacía. Tras las llamadas y la negación inicial, llega la certeza de lo ocurrido. El cuerpo sin vida de Cindy aparecerá en menos de veinticuatro horas; quince días después el de Frankie. La presencia policial invade su intimidad, su vida privada queda expuesta ante todos, los prejuicios empiezan a campar a sus anchas y ella se convierte en carne de cañón para todos: mujer atractiva, de vida licenciosa, que abusa del alcohol… Ruth despierta deseo y envidia a partes iguales entre hombres y mujeres.

Tan solo Wonicke un periodista novato, que atraído por la exuberancia de Ruth, la ha seguido de cerca y la ha observado atentamente, pone en duda la culpabilidad de la joven y, mientras más la analiza más convencido está de su inocencia, encaminando todos sus pasos a llegar al fondo del asunto. Pero la sombra de la duda planea entre las páginas porque el comportamiento de Ruth no es precisamente ejemplar. ¿Estará ella realmente detrás de la desaparición de los niños? 

Mientras dilucidamos si Ruth Malone es culpable o no de los hechos, Flint logra atrapar al lector con una magnífica ambientación. Es fácil sentir la opresión y enjuiciamiento popular al que está siendo sometida por ser mujer, por su aspecto físico y por sus relaciones. No olvidemos que estamos en los años sesenta, ante una sociedad americana tremendamente  tradicional y en la que el que se desmarca queda señalado.

También el mundo del periodismo juega un papel fundamental en la historia: los entresijos de un pequeño periódico, la competencia profesional, la dicotomía que surge a la hora de elegir entre contar las cosas de manera fidedigna o  dar la noticia que todos desean escuchar, la que tiene más tirón. Todos estos intereses quedan magníficamente expuestos en una novela basada en hechos reales en la que se masca la tensión desde las primera páginas y cierra con broche de oro. Al mismo tiempo la investigación policial sigue su curso; una investigación policial en unos años en que lo diferente estaba penado, todo se amañaba y la culpabilidad de un acusado se dirimía antes de llegar a los tribunales.

Aunque hay un amplio elenco de personajes en esta historia es Ruth la que brilla sobre todos los demás; una mujer decidida, provocadora, cuya apariencia y comportamiento no encaja en una sociedad en la que las apariencias lo son todo. Frente a ella, o en su defensa, Wonicke, un chaval de provincias, que necesita demostrar su valía, que necesita un futuro mejor y que, como tantos otros, ha caído bajo el embrujo de Ruth.

Muertes pequeñas es una magnífica historia basada en hechos reales que no puedo más que recomendaros. Una novela muy bien armada, mejor ambientada, con una protagonista sobresaliente y un cierre impecable. Una apasionante investigación que nos mantendrá en vilo hasta las últimas páginas en la que se abordan temas tan incómodos como los abusos de poder, los prejuicios y esa delgada línea que separa el bien del mal. 

Esta semana leo #6-2018

19/2/18

El tiempo vuela y febrero con solo tres días menos parece que cada año se nos escapa de las manos más deprisa. O será que yo quiero hacer tantas cosas y llego a tantas menos que cada vez me parece que las semanas pasan más rápido. 

Esta semana me toca reencuentro con Álvaro Arbina, un autor que llegó al panorama literario por la puerta grande con La mujer del reloj. Poco tuve que pensar cuando supe que el próximo 1 de marzo salía a la luz su nueva novela: La sinfonía del tiempo. He tenido la suerte de recibir un ejemplar por anticipado y no voy a esperar para asomarme a esta nueva historia, que tiene una sinopsis prometedora. 

En principio, quiero leer también una novelita muy corta que compré hace unos días y que tiene una pinta estupenda, No he salido de mi noche de Annie Ernaux aunque quizá los planes den un giro porque espero impaciente dos envíos que pueden alterar por completo la agenda. 


Sorteos

Os recuerdo que hay dos sorteos activos en el blog:

A donde tú vayas, iré de Victoria Dana. Bases



Primavera cruel de Luis Roso. Bases


Laky de Libros que hay que leer, Albanta de Adivina quién lee y Lunilla de El templo de la lectura vuelven a tentarnos con un sorteo + lectura conjunta. En este caso se trata de la nueva novela de Kristinn Hannah, autora de El ruiseñor y yo me animo a probar suerte. Bases.


Laky de Libros que hay que leer también tiene un sorteo de Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona. Bases.



Eyra del blog Cosas mías sortea un ejemplar de La mecanógrafa de Henry James. Bases


Y, vosotros, ¿qué leéis?


Sorteo Primavera cruel

16/2/18

Hoy vengo con un sorteo del que ya anticipé algo a través de Instagram y que me hace especial ilusión. Supongo que la mayoría de vosotros conocerá Aguacero, la primera novela de Luis Roso que tan buenas críticas obtuvo; una novela que me encantó, ambientada en la España de los años cincuenta y en la que conocíamos al inspector Trevejo, que en esta ocasión, en Primavera Cruel,  se enfrentará a un nuevo caso. Aunque hablamos de historias autoconclusivas, yo recomendaría leerlas en orden, ya que el personaje tiene una evolución que bien merece ser conocida. 

Se sortea un ejemplar en papel de Primavera Cruel de Luis Roso. Os dejo el banner y la sinopsis. Espero que os guste y os animéis a participar.


Primavera cruel es el segundo caso del inspector Ernesto Trevejo. La serie de género noir de Luis Roso que es al mismo tiempo un adictivo thriller y una mirada nueva sobre los años más duros del franquismo.

Madrid, años cincuenta. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de enfrentarse a un caso muy difícil: un hombre armado ha aparecido muerto en El Pardo, muy cerca del palacio donde reside Franco.
¿Se trata de un terrorista? ¿Un loco? ¿Puede ser una amenaza real?
Una trama policíaca impecable que es, al mismo tiempo, un retrato fiel y alejado de los tópicos de la sociedad de la época. De la mano de un protagonista a la altura de los grandes del género, Luis Roso mantiene al lector literalmente pegado a las páginas de esta novela.

BASES DEL SORTEO

1. Se sortea un ejemplar en papel de Primavera cruel de Luis Roso
2. Es un sorteo nacional.
3. Para participar en el sorteo el único requisito indispensable dejar un comentario en esta entrada indicando vuestro deseo de participar, ser seguidor del blog en GFC (Google Friend Conect), pinchando en el botón azul de seguidores, y tener una dirección postal en España. 
Podréis conseguir puntos adicionales con el resto de las opciones. 
4. El sorteo se realizará a través de Rafflecopter.
5. El plazo para participar comienza hoy 16 de febrero y termina el próximo 16 de marzo de 2018.
6. El ejemplar lo remitiré yo al ganador/a a través de correo postal por lo que no me hago responsable del extravío del mismo.

A donde tú vayas, iré - Victoria Dana

14/2/18

En la tradición de las grandes historias que nos han acercado al Medio Oriente, A donde tú vayas, iré es un prodigioso relato que se nutre de la cosmovisión bíblica y que fascinará a los lectores de novelas como El callejón de los milagros, de Naguib Mahfuz, El niño de arena, de Tahar Ben Jelloun, El librero de Kabul, de Åsne Seierstad, o Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini. 

Siria, 1912. Latife, una hermosa niña de ocho años, vive con sus padres en la bella ciudad de Damasco. A pesar de pertenecer a la -aún- opulenta comunidad judía, su familia se ve condenada a la miseria y al ostracismo debido a que su madre jamás pudo concebir un hijo varón. 

Tras la repentina muerte de su madre y el abandono de su padre, la suerte le depara ser acogida en la casa de un rico benefactor, donde encuentra la tranquilidad y, tras convertirse en mujer, también el amor. La guerra, producto del desmoronamiento del Imperio Otomano, pone fin a la libertad y a la paz de los sirios, arrasando a su paso con la mítica ciudad de Damasco. La última oportunidad de Latife para reencontrar la felicidad depende de un gran viaje a un destino muy lejano: México será la Tierra Prometida no sólo para Latife y su familia, sino para varios habitantes del Sham, quienes tendrán que reajustar su vida a nuevas y extrañas tradiciones, a pesar del dolor y la incertidumbre que esto conlleva.


MIS IMPRESIONES 


Que me comparen una publicación con Cometas en el cielo, el best seller de Khaled Hosseini y una de mis novelas preferidas, es razón más que suficiente para colarla entre mis lecturas sin mucho más que indagar. Y aunque algo de su esencia hay en ella, la historia que hoy os traigo va por otros derroteros muy diferentes. Os cuento mis impresiones. 

Latife vino a truncar la vida de sus padres el mismo día de su nacimiento. Su única falta: ser la primogénita de un matrimonio judío y nacer niña en Damasco a principios del siglo XX, razón por la cual sus progenitores fueron repudiados por la familia paterna. Así, de la noche a la mañana, de tener una vida acomodada, de acuerdo con la buena posición económica que ostentaban los Rahmane, su familia fue condenada a vivir en la más absoluta miseria. Y ella, inocente de todo, a convertirse en el blanco de la ira de su madre. 

La novela comienza de forma sobrecogedora en el año 1912, cuando con solo ocho años, Latife vive prácticamente encerrada sirviendo a sus padres. Su madre no puede evitar considerarla culpable de la situación que están atravesando y no solo la explota físicamente, haciéndola responsable de todas las tareas del hogar, sino que además es incapaz de mostrar el más mínimo afecto por ella. Del hombre tan solo se espera que trabaje y traiga el sustento a casa y, aunque su padre la quiere, Latife irá creciendo carente de afecto alguno: una caricia, un gesto de ternura… limitándose a obedecer a ambos y trabajar sin descanso. Pese a todo, al igual que su familia, la pequeña tiene inculcadas unas creencias religiosas muy arraigadas, piensa que eso es lo que el Todopoderoso ha dispuesto para ella, y tan solo sueña con casarse pronto para poder fundar una familia en la que por fin alguien se haga cargo de ella y la cuide. Todo dará un giro de ciento ochenta grados en su vida cuando su madre fallezca de manera inesperada y su padre, ante la imposibilidad de mantenerla, la deje a cargo de un acaudalado vecino de localidad, Yusuf Libona

Voy a intentar expresar con claridad las impresiones encontradas que me ha producido esta lectura. Y es que, aunque la considero una historia buenísima por el buen retrato que de la comunidad judía en Siria hace la autora, tengo que reconocer que hay dos temas fundamentales que me han impedido disfrutar la historia al cien por cien o, al menos, conforme a las expectativas que tenía: por un lado, el ritmo me ha resultado demasiado pausado, pero más que este dato, que en otras ocasiones no ha supuesto impedimento para el disfrute, hay algunos valles en la tensión narrativa. Por otro lado, el hecho de que el texto, sobre todo en la primera parte, esté salpicado de palabras en hebreo que me han obligado a consultar una y otra vez el glosario situado a final del libro, tampoco ha ayudado a amenizar la lectura. 

Lo anteriormente comentado no está reñido con la prosa tan cuidada de la que hace uso la autora y la delicadeza con la que sabe abordar determinados pasajes de la novela, restándole cierta crudeza situaciones realmente estremecedoras. Hoy, después de dejarla reposar y cuando me enfrento a esta reseña, tengo que decir que A donde tú vayas iré es una interesantísima novela que, tomando como base la vida de Latife, nos muestra un fresco del estilo de vida de la comunidad judía en el Sham (Siria) a principios de siglo XX. Una novela en la que la religión está tan presente que es algo así como la estrella que guía sus pasos de todos y cada uno de sus protagonistas. 

Va a ser especialmente la figura de la mujer en la época la que mayor peso tenga en esta historia: Una mujer carente de derechos, que debe obediencia a sus padres en su infancia y, apenas se casa, a su marido y a la familia de este, de la que pasa a formar parte tras el matrimonio. Y a pesar de todo, una mujer valiente, que jugó un papel crucial como sostén de la familia durante el conflicto y se enfrentó a un montón de vicisitudes a lo largo de las dos guerras que vivió Siria entre los años 1912 y 1925 entre los que transcurre la novela: primero la de los Balcanes y posteriormente el bombardeo francés. 

Victoria Dana ha hecho un magnífico trabajo de ambientación en esta historia y a lo largo de sus páginas casi te sientes pasear por ese barrio judío, percibes el alboroto de los bazares, el silencio de la oración en las sinagogas o el colorido de los jardines del barrio rico, donde Latife pensó haber llegado al Edén. 

Una novela que homenajea la lucha de tantas mujeres anónimas que hubieron de enfrentarse a lo imposible para sacar a su familia adelante. Una historia de lucha, hambre, tesón pero también de esperanza, que nos enseña que siempre hay un camino hacia la libertad. 

Morir no es lo que más duele - Inés Plana

12/2/18


SINOPSIS


Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos kilómetros del escenario del crimen. Frágil, solitaria, bebedora de vodka en soledad, Sara rehúye cualquier contacto con las personas y trabaja desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julián Tresser se hace cargo del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez primera a una investigación criminal, una investigación difícil, sin apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser avance en sus indagaciones, descubrirá unos hechos que darán un trágico vuelco a su existencia y le conducirán a un viaje a los infiernos que marcará su vida para siempre. Extraordinaria novela con una trama hipnótica encajada como un puzle y unos personajes con alma que se debaten entre el bien y el mal.

MIS IMPRESIONES


No podemos negar que ciertas portadas nos predisponen a la hora de decantarnos por una lectura. Evidentemente habrá que ver si la sinopsis está en consonancia con ella, pero si se alían ambas cosas y para colmo el género te tira mucho, estás perdido. A mí me paso algo así con Morir no es lo que más duele.

Octubre de 2007. En el cerro de Las Brumas, a las afueras de Uvés, un pueblo de la sierra madrileña, ha aparecido un hombre de unos cincuenta y cinco años ahorcado, con las cuencas de los ojos vacías y un papel en el bolsillo con el nombre de una mujer: Sara Azcárraga. Ante la ausencia de ninguna otra pista, el teniente de la Guardia Civil, Julián Tresser y su ayudante, el cabo Coira, se desplazarán rápidamente a Torrelodones, donde reside Sara para someterla a un interrogatorio. 

Sara no podrá quedar más sorprendida cuando los agentes llegan a su domicilio con semejante noticia. No tiene ni idea de quién es Tomás García Huete, la víctima y mucho menos por qué razón llevaba su nombre anotado en un papel, pero lo importante para ella es que se vayan cuanto antes y la dejen tranquila. Ella, a sus cuarenta años, es una mujer solitaria, que huye de las relaciones sociales y ha encontrado el trabajo perfecto para refugiarse de todos. Se dedica a la corrección de textos para una editorial, trabaja desde casa y con frecuencia ahoga sus miedos en alcohol. 

Aunque la Guardia Civil no cesará en su empeño por encontrar alguna pista que les pueda llevar al esclarecimiento del caso, la situación es compleja desde el principio: la víctima, un profesor de la localidad de Uvés, parece ser un ciudadano ejemplar, buen padre de familia y sin enemigos conocidos. El hecho de haber aparecido con los ojos arrancados hace suponer a los agentes que quizá García Huete pudo ser testigo de algo que no debería haber visto y tirando del hilo llegarán a establecer una conexión con unos sucesos ocurridos muchos años atrás, que cambiarán por completo el curso de las vidas de algunos de los protagonistas. 

Morir no es lo que más duele es una novela negra que esconde mucho más de lo que parece y, aunque catalogado como thriller, el ritmo de la lectura avanza de manera ágil pero no es en absoluto vertiginoso. Dentro de sus puntos fuertes destacaría un par de giros en la investigación que nos van a dejar absolutamente estupefactos y la profundidad de sus personajes, que tendrán que enfrentarse a unos demonios adormecidos para poder encarar sus vidas futuras. Porque estamos en una de esas novelas en las que tan importante es la investigación como las vidas de sus personajes; esos que en muchas ocasiones pesan más y toman el relevo para ahondar en sus muchos secretos enterrados tiempo atrás que, poco a poco, irán saliendo a la luz. Y aunque existe alguna reiteración innecesaria y la estructura de la historia no se ajusta a lo común en el género, desvelando ciertos detalles antes de lo previsto, el balance de conjunto en mi caso ha resultado satisfactorio. 

Y así conoceremos a Sara, una mujer compleja, casi sin familia, que vive casi escondida en su casa, que odia que el contacto con los demás, que se refugia en los libros y el alcohol y que tiene unas pesadillas recurrentes que no la dejan descansar. Y al teniente Tresser que tiene un pánico inexplicable a los ahorcados y tendrá que superar una dura prueba: investigar precisamente a uno. Será él uno de los personajes que más protagonismo tenga en la historia porque no sólo lo conoceremos como agente a cargo de la investigación sino que se nos van a ir desvelando detalles importantes de su pasado que nos lleven a conocer el porqué de cómo es él hoy por hoy. Y a García Huete, la víctima, ese ciudadano ejemplar que desapareció del colegio tras una misteriosa llamada. Y también veremos las diferencias entre una investigación de hoy y de treinta años atrás, donde eran otras las circunstancias que mandaban a la hora de cerrar un caso. 

En definitiva, Morir no es lo que más duele supone el debut de Inés plana como escritora con una novela en la que que, partiendo de una interesante investigación, vamos a ahondar en una historia llena de miedos, odio enquistado, rencillas y secretos familiares. Una novela de la que destacaría el trazado de los personajes y unos giros realmente inesperados.

Sorteos

11/2/18


Adivina quién lee vuelve a la carga con un sorteo que no debéis dejar escapar: Las chicas del coro de Jennifer Ryan. Bases




Libros que hay que leer, Adivina quien lee, El templo de la lectura y Lectora de tot organizan un sorteo + lectura conjunta que os aconsejo: La villa de las telas de Anne Jacobs. 



Marisa de Lecturápolis está también de sorteo con una novela que me apetece muchísimo. Se trata de El huracán y la mariposa de Yolanda Guerrero. Bases







Resumiendo enero

8/2/18

Otro mes que se quedó atrás y que me dejó muy buenas lecturas. Os dejo la foto y los enlaces a las reseñas por si os apetece saber un poquito más de alguna de ellas. 

Escrita en tu nombre - Amelia Noguera
Castigos justificados - Hjorth & Rosenfeldt
El hombre que ya no soy - Salvador Navarro
Yo seré la última - Nadia Murad
La sonámbula - Miquel Molina
Atrapado - Juan Infante
Morir no es lo que más duele - Inés Plana
Las grietas de Jara - Claudia Piñeiro

La villa de las telas - Anne Jacobs

6/2/18

La villa de las telas de [Jacobs, Anne]

Una mansión.
Una poderosa familia.
Un oscuro secreto.

El destino de una familia en tiempos convulsos y un amor que todo lo vence.

Augsburgo, 1913. La joven Marie entra a trabajar en la cocina de la impresionante villa de los Melzer, una rica familia dedicada a la industria textil. Mientras Marie, una pobre chica proveniente de un orfanato, lucha por abrirse paso entre los criados, los Melzer esperan con ansia el comienzo de la nueva temporada invernal de baile, momento en el que se presentará en sociedad la bella Katharina. Solo Paul, el heredero, permanece ajeno al bullicio, pues prefiere su vida de estudiante en Múnich. Hasta que conoce a Marie...


MIS IMPRESIONES


Hablarme de saga familiar es algo así como ponerme un bombón a la vista esperando a ver qué pasa. Con esta novela lo tuve claro desde el principio. Me llamaba muchísimo y, aunque me frenaba el que fuese  la primera entrega de una saga, finalmente acabé sucumbiendo. El balance ha sido positivo. Os cuento mis impresiones.

Marie se detuvo y pestañeó cuando miró hacia la fábrica de paños Melzer y el sol la cegó. Algunas ventanas refulgían bajo la luz de la mañana, como si tras ellas crepitara un incendio; las paredes, en cambio, eran grises y ensombrecían las salas, que casi parecían negras. Sin embargo, la mansión de paredes de ladrillo situada al otro lado resplandecía: era como un castillo de ensueño en medio de un parque otoñal.

La historia arranca en Augsburgo, en 1913, cuando una joven de dieciocho años, Marie, tras dejar el orfanato en el que ha sido criada llega a la impresionante mansión de los Melzer, una acaudalada familia dueña de una de las más importantes fábricas textiles del lugar, para prestar sus servicios como ayudante de cocina.

Desde las primeras páginas se intuye que nada ha sido fácil para esta joven que fue operaria en las fábricas y a la que la directora del orfanato le brinda esta opción de trabajar en la mansión de los Melzer como su última oportunidad.  Pero lo de Marie en la villa de los Melzer no va a ser un camino de rosas, ya que la familia tiene a su servicio a un gran número de personas que no están dispuestas a permitir que alguien altere su jerarquía. Pese a todo, ella es una chica muy decidida y versátil, que no se amilana ante nadie y rápidamente se ganará las simpatías de la menor de las hijas del señor Melzer, Kattie, y de su hermano Paul, un joven apuesto que quedará prendado de su belleza.

Y con su día a día en la villa de los Melzer se iniciará una novela narrada de forma sencilla y ágil, que va ganando ritmo conforme avanza la lectura y que combina algunas pinceladas históricas, ciertos tintes románticos y gran cantidad de secretos e intrigas familiares. Una historia con una magnífica ambientación, en la que queda muy bien dibujada la sociedad de la época: cómo era la vida en una gran mansión, el clasismo imperante y esas ínfulas que hacían a la alta sociedad creerse en un plano superior a los demás, la marcada jerarquía existente en el personal de servicio y las zancadillas que eran capaces de hacerse unos a otros con el único fin de mejorar un poco o cómo se enfrentaban los jóvenes herederos de las grandes fortunas a su destino, quedando muy bien definido lo que se esperaba tanto de hombres como de mujeres.

Y entre platos de cocina, árboles de navidad, escaleras arriba y abajo y bailes se va abriendo paso una historia que corre a cargo de un narrador omnisciente en la que iremos conociendo a un amplio elenco de personajes. Y hay un poco de todo: algunos muy estereotipados como los criados malos malísimos, la doncella de carácter agrio o la típica protestona adorable. También conoceremos muy bien a las hermanas Melzer, Katherina y Elisabeth, tan caprichosas y tan diferentes. Pero la que en esta historia se lleva el gato al agua es Marie, una chica que, aunque no tiene donde caerse muerta, es muy resuelta y segura de sí misma a pesar de su edad y sus circunstancias y, aun con ciertos miedos, sabe pararle los pies a aquellos que pretenden pisotearla. Por otro lado está Paul, un joven apuesto y de buena familia que no quiere seguir los estudios que le propone su padre. Paul y sus hermanas serán el contrapunto a la vida de Marie,  los señoritos, cuya evolución en la historia también me ha resultado convincente. Y, por último, el matrimonio Melzer, a través del cual queda muy bien definido el papel de la mujer y del hombre en la época. 

La novela se desarrolla en apenas un año, entre otoño de 1913 y junio de 1914, casi en los albores de la Primera Guerra Mundial, y aunque hay unas breves detalles que apuntan a la situación antes del conflicto, desde mi punto de vista, su punto fuerte es la forma en la que la autora, a través del propio señor Melzer y su empresa, nos da a conocer el sector textil: la organización de los barrios obreros circundando las fábricas, la modernización de la industria, la aparición de nuevos tejidos, las exportaciones al otro lado del Atlántico, el trabajo en las fábricas, los riesgos laborales, la falta de seguridad e higiene y el inicio de las primeras revueltas obreras para la defensa de los derechos de los trabajadores.

En resumen, La villa de las telas ha resultado ser una lectura más que satisfactoria y que considero puede ser atractiva para un amplio abanico de lectores, en especial para aquellos que disfrutan de las historias que giran en torno a secretos e intrigas familiares. Una novela  de lectura muy viva que despierta rápidamente el interés del lector y en la que este queda atrapado intentando desvelar los múltiples enredos que plantea y en la que, sin excederse en detalles, queda muy bien dibujada la modernización del sector textil en Alemania a principios del siglo XX.

Esta semana leo #5-2018

5/2/18

Nuevo lunes. Nuevo mes. Nuevas lecturas y nuevos sorteos. Esta semana estoy especialmente ilusionada con lo que tengo pensado abordar porque sin saber por qué hay buenas vibraciones. Comenzaré con A donde tú vayas iré, de Victoria Dana, de la que os recuerdo que hay un ejemplar en juego en el blog. La segunda, Muertes pequeñas de Emma Flint viene avalada por muy buenas críticas. A ver qué me parecen. 


Sorteos

Os recuerdo que hay un sorteo activo en el blog de A donde tú vayas, iré de Victoria Dana. Bases



Y, vosotros, ¿qué leéis?

Sorteo A donde tú vayas, iré

4/2/18

Lo prometido es deuda y tal y como avisé por las redes os traigo un nuevo sorteo al blog con el que espero animaros a participar. Se trata de un ejemplar en papel de A donde tú vayas, iré de Victoria Dana; una novela que comenzaré a leer esta próxima semana y con la que tengo buenas vibraciones. Os dejo la portada y la sinopsis a ver si os gusta. 


La historia de una mujer siria cuya mirada desafía el mundo que le ha tocado en suerte. Un retrato soberbio de la comunidad judía en Damasco a principios del siglo XX.

Siria, 1912. Latife, una hermosa niña de ocho años, vive con sus padres en la bella ciudad de Damasco. A pesar de pertenecer a la -aún- opulenta comunidad judía, su familia se ve condenada a la miseria y al ostracismo debido a que su madre jamás pudo concebir un hijo varón. Tras la repentina muerte de su madre y el abandono de su padre, la suerte le depara ser acogida en la casa de un rico benefactor, donde encuentra la tranquilidad y, tras convertirse en mujer, también el amor.

La guerra, producto del desmoronamiento del Imperio Otomano, pone fin a la libertad y a la paz de los sirios, arrasando a su paso con la mítica ciudad de Damasco. La última oportunidad de Latife para reencontrar la felicidad depende de un gran viaje a un destino muy lejano: México será laTierra Prometidano solo para Latife y su familia, sino para varios habitantes del Sham, quienes tendrán que reajustar su vida a nuevas y extrañas tradiciones, a pesar del dolor y la incertidumbre que esto conlleva.

En la tradición de las grandes historias que nos han acercado al Medio Oriente, A donde tú vayas, iré es un prodigioso relato que se nutre de la cosmovisión bíblica y que fascinará a los lectores de novelas como El callejón de los milagros, de Naguib Mahfuz, El niño de arena, de Tahar Ben Jelloun, El librero de Kabul, de Åsne Seierstad, o Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini.

BASES DEL SORTEO


1. Se sortea un ejemplar en papel de A donde tú vayas, iré de Victoria Dana
2. Es un sorteo nacional.
3. Para participar en el sorteo el único requisito indispensable dejar un comentario en esta entrada indicando que queréis participar, ser seguidor del blog en GFC (Google Friend Conect), pinchando en el botón azul de seguidores, y tener una dirección postal en España. 
Podréis conseguir puntos adicionales con el resto de las opciones. 
4. El sorteo se realizará a través de Rafflecopter.
5. El plazo para participar es desde hoy 4 de febrero de 2018 y termina el próximo 2 de marzo de 2018.
6. El ejemplar lo remitiré yo al ganador/a a través de correo postal por lo que no me hago responsable del extravío del mismo.

a Rafflecopter giveaway

Ganador del sorteo El viento en la cara

3/2/18

Por fin sábado. Ayer acabó el plazo para participar en el sorteo de un ejemplar en papel de El viento en la cara de Saphia Azzedinne e imagino que estaréis ansiosos por conocer quién será el afortunado/a que se lo llevará a casa. El resultado es:


Muchísimas felicidades a la ganadora y gracias a todos por vuestra participación. No olvides enviarme tus datos postales en un plazo de 48 horas a bookeandoconmangeles@gmail.com. Seré yo misma la que envíe el ejemplar por correo postal por lo que no me hago responsable de un posible extravío.



Las grietas de Jara - Claudia Piñeiro

2/2/18


Acercarme a Piñeiro era un objetivo que llevaba algún tiempo rondando por mi mente. Una suerte pequeña era mi primera elección. Al final pasa lo de siempre: la avalancha de novedades va relegando a un segundo plano los propósitos. Y ahí estaba yo hasta que vi que se iba a estrenar en cine la adaptación cinematográfica de Las grietas de Jara. Con este motivo la editorial Alfaguara, dentro de su colección Hispánica, ha reeditado esta novela que se publicó originalmente en 2009. Y por fin conocí a Piñeiro aunque esta vez no haya sido lo que esperaba.

MIS IMPRESIONES


Buenos Aires. 2007. Pablo Simó trabaja en el estudio de arquitectura Borla y asociados desde hace veinte años, los mismos que lleva casado con Laura. Y aunque no deja de soñar con la construcción de la torre de sus sueños, se siente menospreciado por su jefe y sus días en el trabajo transcurren sin pena ni gloria, no tiene los arrestos suficientes para tomar cartas en el asunto y decidirse a dar un giro a su vida. 

Pablo Simó dibuja en su tablero el perfil de un edificio que nunca existirá. Como condenado a soñar con el mismo sueño cada noche, desde hace años repite ese boceto: el de una torre de once pisos que mira al Norte. Guarda en una carpeta la serie de dibujos idénticos, no sabe cuántos son, perdió la cuenta hace tiempo; más de cien, menos de mil. No los numera, pero los firma, arquitecto Pablo Simó, y les pone fecha. Para saber qué día dibujó el primer boceto debería buscarlo y fijarse en el pie, pero no lo hace; el último lleva la fecha de ese día: 15 de marzo de 2007...Pablo sabe que si contara uno por uno los ladrillos que dibuja a mano alzada sobre la fachada se encontraría en cada boceto con idéntica cantidad. Por eso no los cuenta, porque le da miedo que sea así y comprobar que el dibujo no lo repite él sino que le es inevitable.

Un buen día, mientras están en el estudio Pablo, su jefe y una compañera, se presenta una joven preguntando dónde está Nelson Jara, un hombre al que está buscando y sobre cuyo paradero la chica cree que puede encontrar alguna pista allí. La visita termina rápido y ninguno de los tres parece saber nada de este señor. Lo bueno comienza cuando, tras salir por la puerta comentan entre ellos que deben mantenerse firmes en su silencio y nadie, bajo ningún concepto, puede saber que Jara está a varios metros bajo tierra entre el forjado del edificio en el que se encuentra su oficina. 

La autora inicia así una novela que rápidamente capta la atención del lector y en la que se alternarán dos hilos argumentales que contrastan entre sí. En el primero de ellos trataremos de saber qué ocurrió para que Jara, el vecino de un piso colindante con el edificio donde se ubica el estudio de arquitectura y en cuya vivienda habían aparecido unas grietas, acabara bajo tierra y qué implicación tienen Simó, Borla y Marta en lo sucedido. En un segundo hilo, mucho más intimista, iremos conociendo otras grietas, las de la vida de Simó, un hombre al que sus conocimientos de arquitectura no le han impedido tener los pilares de su vida resquebrajados: en lo profesional, es incapaz de dar un paso e independizarse. Otro tanto le ocurre en el terreno personal, manteniendo la fachada de un matrimonio que hace aguas por doquier. 

El prometedor comienzo de la novela, en el que parecía intuirse un thriller, da paso a un ritmo irregular con ciertas repeticiones que han provocado que la lectura no haya sido tan buena como esperaba. No obstante, es justo reconocer que Piñeiro ha sabido guardarse un as en la manga y da un golpe de efecto final tan desconcertante que me ha dejado atónita. Y riendo. Algo que sí me ha gustado mucho es el buen trazado de los personajes; en especial, la forma en que la autora profundiza en las fisuras de un matrimonio y esa crisis a que se enfrenta un hombre maduro que, haciendo balance de su vida, se da cuenta que sus sueños están cada vez más lejos y entra en esa edad frontera en la que empieza a convertirse en ser invisible. 

Dos son las piedras angulares de una historia narrada de forma sencilla en la que encontramos ciertas dosis de ironía: de una parte Pablo Simó, que a su vez será el nexo de unión entre las dos tramas y la persona que mejor conozcamos, tanto en su faceta personal como profesional y, de otra, el propio Nelson Jara, un hombre cuya historia se irá desvelando a través de los recuerdos del propio Pablo y que nos mantendrá en suspenso hasta las últimas páginas. 

Piñeiro plantea en Las grietas de Jara un misterio por resolver que llevará al lector a un intenso viaje por la arquitectura emocional de su protagonista. Fisuras conyugales, crisis de la mediana edad, problemas de la adolescencia o la dificultad de las pequeñas empresas de abrirse camino frente al monopolio de los gigantes serán algunos de los temas centrales de una historia que nos deja una reflexión sobre la mesa: ¿hasta donde seríamos capaces de llegar para protegernos?

La sonámbula - Miquel Molina

1/2/18

La sonámbula (Volumen independiente) de [Molina, Miquel] 

La llamativa portada de esta novela y las similitudes que apuntaban a Rebeca, ese eterno pendiente en mi estantería, fueron motivos suficientes para decantarme por esta lectura. Desde ya os digo que es una novela poco corriente y, además, difícil de encuadrar en un género concreto, pero lo que sí puedo afirmar sin género de dudas es que no deja indiferente.

Me metí en esta baja laboral para no tener que tomar decisiones. Decidir cómo iba a afrontar las clases me provocaba una terrible ansiedad y así lo entendió el médico. Pude convencerle de los estragos que las situaciones complejas habían causado en mi sistema nervioso. Exageré mi sonambulismo, que ya apenas se manifiesta. Inventé despertares con ataques de pánico...Charlamos durante más tiempo del habitual en este tipo de consultas. Su interés me pareció sincero. Estuvimos de acuerdo en todo. Él me recetó unos antidepresivos y yo acepté tomarlos, aunque no tenía la más mínima intención de hacerlo. Cuando me iba, me sugirió que viera películas antiguas donde no salieran pantallas ni teléfonos móviles.

Marta es una mujer de mediana edad que vive encerrada en casa debido a una depresión y padece sonambulismo. Bailarina de profesión, tuvo que retirarse de los escenarios debido a un accidente, y  tras trabajar como profesora de danza, ahora sus días transcurren entre cuatro paredes, dedicada en exclusiva a la lectura y al visionado de films antiguos. Todo cambiará en su vida cuando su vecina del sexto sufra un ictus y la empleada de esta requiera su ayuda. 

Tras auxiliar a la anciana y el traslado de esta última a un hospital, Marta se quedará con las llaves de la vivienda con idea de organizar un poco el desbarajuste ocasionado y entregarlas posteriormente al hijo de su vecina, que está fuera por trabajo. Pero Marta lleva una vida de lo más aburrida y, aunque intenta resistirse, al saberse sola en una vivienda ajena no puede evitar curiosear un poco en las habitaciones tratando de imaginar como será esa vida ajena que discurre apenas a unos metros de su casa. Sin embargo, el atisbo de lo que parece ser la coronilla de una mujer postrada en una cama y probablemente sin vida, porque en caso contrario no entendería que no se hubiese levantado con el revuelo originado con la ambulancia, le hace salir huyendo a toda prisa del piso y encerrarse a cal y canto en su casa. 

Cuando Fidel, el hijo de su vecina, le confirma que su madre no ha superado el ictus y le pide ayuda para alquilar la vivienda, se inicia entre ellos un acercamiento y, aunque Marta sigue obsesionada con lo que vio, Fidel no parece tener nada que decir al respecto. ¿Quién será esa misteriosa mujer? ¿Dónde está? ¿Se ha volatilizado? ¿Será su vecino un asesino? 

La sonámbula es una novela poco común y hábilmente ejecutada en la que el lector más avezado será incapaz de imaginar los derroteros por los que le va a conducir esta singular historia. Partiendo de una intriga inicial, y con reducido elenco de personajes, vamos a conocer a Marta, una mujer bastante llamativa con la que me he divertido de lo lindo. 

Será la voz en primera persona de Marta la que nos muestre su singular forma de entender la vida y las relaciones de pareja, tan presentes en esta historia. Ella no ha tenido suerte con ellas, en parte a causa de su peculiar forma de enfrentarlas. Y es que para Marta dos son pocos en lo que a las relaciones se refiere y siempre ha tratado de incorporar una tercera persona al conjunto que siempre ha terminado por deshacerse. Con motivo de la crisis existencial en que parece envuelta, aprovecha para hacer un recorrido sobre la que ha sido su vida y sembrará la novela de un sinfín de reflexiones de lo más interesantes con las que consigue involucrar al lector. 

La historia avanza y encontraremos en La sonámbula mucho de cine y de literatura, pero también interesantes temas sobre los que meditar: cómo a veces nuestras elecciones no son más que una forma encubierta para no enfrentarnos a nuestros miedos, cómo a medida que la vida sigue su curso muchos sueños van quedando atrás y poco importa el arrepentimiento, o cómo, aunque es imposible controlarlo todo, hay que tener la suficiente valentía para lanzarnos hacia aquello que de verdad queremos sin sopesar con excesivo celo ciertos riesgos que en la mayoría de las ocasiones no llegarán a producirse. 

Miquel Molina sorprende con una novela novedosa, original y absolutamente imprevisible que no solo proporciona al lector momentos divertidos sino que deja un poso de reflexión sobre la forma en la que cada cual se enfrenta a sus miedos o entiende las relaciones de pareja. 

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