Bookeando

con MªÁngeles

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Un nombre de guerrero - Laura Muñoz

17/2/21

 
Un nombre de guerrero nace del apremio de poner palabras a una historia mil veces repetida, pero inexplicablemente silenciada. Nos relata la batalla sin tregua de una mujer cuyo anhelado embarazo de pronto se complica. Una mujer obligada a emprender un viaje contrarreloj donde las dudas, la culpa y el miedo a la pérdida irreparable la empujan hacia adelante en busca de soluciones. Pero la huida tiene una fecha límite que se llama semana 22, esa última frontera en la que una madre deberá afrontar la decisión más difícil de su vida. Un nombre de guerrero nos revela una realidad profundamente triste, pero lo hace mostrando una ternura infinita, una energía visceral y unas ganas de vida que te envuelven, impidiéndote mantenerte al margen.

FICHA DEL LIBRO
 

MIS IMPRESIONES


Es curiosa la forma en que algunas lecturas irrumpen en nuestros planes. Esta de la que hoy os hablo llegó a través de un mail con una propuesta que destilaba tanta delicadeza y corrección, que no pude menos que detenerme en ella. La corta extensión y el tema que se abordaba me animaron a leerlo a pesar de que era una autopublicación y no tenía más referencias. Os cuento lo mucho que me ha gustado.

 

Un nombre de guerrero es un relato autobiográfico que nos plantea la encrucijada que tiene que enfrentar una pareja que, con un hijo de apenas tres años, decide que ha llegado el momento de aumentar la familia. Un proyecto que comienza con mucha ilusión, y que ya de antemano intuimos no va a estar exento de complicaciones.

 

Aunque tenemos un escenario, Sudáfrica, y la autora da las pinceladas necesarias sobre el contexto familiar, laboral y social en el que se desarrollan los hechos, no cabe duda de que el eje central de la historia tiene un marcado carácter intimista. Todo lo demás es accesorio. Y esta es una historia de emociones a flor de piel que me ha sorprendido muy gratamente porque, no nos engañemos, se trata de una autopublicación, creo además que la primera de la autora. Y una cosa es ser el epicentro de una historia, y otra muy diferente saber contarla como se merece. A mí me ha emocionado hasta las lágrimas; no porque me toque de cerca el tema, ni siquiera tangencialmente, simplemente está contada desde el corazón y llega justo ahí.

 

Narrado en primera persona, la propia protagonista echa la vista atrás para contarnos su periplo a través de un relato conciso, muy íntimo, lleno de calidez, ternura, amor y dolor. Aquí pesan las emociones, sobre todo las de Laura, como ella misma nos dice; aunque Javier está, y es uno de esos hombres que a cualquier chica le gustaría tener a su lado. Pero lo que pesa es ese torbellino de emociones encontradas que bullen dentro de Laura, una culpa infundada, sus dudas infinitas o esas preguntas sin respuesta que no le dan tregua y, hora sí hora no, la desestabilizan y la ponen contra las cuerdas en un intento de encontrar la menos mala de las soluciones, si es que hay alguna que pueda serlo, en esa cuenta atrás hasta llegar a la semana veintidós. Ella es generosa al hablar de mi empatía, que la hubo, pero son sus letras las que logran traspasar el papel y empaparnos de su inmenso dolor. Da igual quien transite las páginas de este libro, no hay que ser madre, ni haberlo intentado para ponerse en su piel y sentir su desolación.

 

Y ya os imagino a todos comentando que no estoy yo en estos momentos como para historias de estas, que si la pandemia y las penas, y tal y cual, pero os puedo asegurar que, a pesar del trance doloroso que aquí se narra, es un relato lleno de belleza, de sensibilidad, de amor, de valentía, incluso de esperanza en momentos de desconsuelo que te lees de una sentada. Os invito a que le deis una oportunidad, no os defraudará. 

Aquella vez en Berlín - María José Moreno

11/3/20

El día que el arquitecto alemán Richard Leinz recibe en su casa de Londres al señor Parker, investigador privado, descubre que hace quince años cometió una grave equivocación que marcó su vida. Atormentado por sus dramáticos recuerdos y por el dolor que causó a su alrededor, emprende una búsqueda tenaz en su pasado para intentar enmendar su error. 
Cuando Thomas, secretario de Richard, decide por su cuenta llamar a Marie Savard, con la que el arquitecto mantuvo una relación, no sabe que está a punto de derrumbarse todo lo que lo ha mantenido a salvo hasta el momento: ¿Por qué Richard ya no es el que era? ¿Podrá Marie ayudarlos a librarse de sus fantasmas? ¿Cómo se puede convivir con la culpa? 
Una historia intimista de secretos desgarradores, de amores frustrados, de palabras no dichas, de luces y sombras en el pasado de unos personajes que intentan sobrevivir en un tiempo histórico complejo mientras tratan de combatir a sus propios demonios y coger aire para disfrutar de eso a lo que llamamos vida. Las casualidades no existen. Los encuentros fortuitos tampoco.


MIS IMPRESIONES


Aunque Bajo los tilos fue la primera novela que leí de María José Moreno y me gustó, fue con La trilogía del mal con la que esta autora me ganó. Aquella vez en Berlín era una de esas novedades editoriales por las que sentía muchísima curiosidad y hoy os cuento qué me ha parecido.

Febrero de 2016. Richard Leinz, un famoso arquitecto alemán afincado en Londres desde hace varias décadas, está en la UCI del University College Hospital. Su secretario y fiel compañero, Thomas Parker, ante la gravedad de la situación, toma una determinación: llamar a Marie, una diseñadora de modas con las que Richard mantuvo una intensa relación que terminó de forma inesperada hace quince años y a la que, a pesar de no ver desde entonces, Richard ha nombrado antes de desvanecerse. En otro hilo argumental conoceremos a Lisa, una joven malagueña que tras el fallecimiento de su madre, viaja a Londres para emprender una nueva vida.

Dos voces narrativas, la de Thomas Parker en primera persona, y un narrador en tercera darán vida a esta historia. Poco más se puede contar de una novela intimista, narrada con una prosa deliciosa y envolvente, que se articula en torno a una gran incógnita: qué ocurrió entre Richard y Marie hace quince años. Una incógnita que sirve de señuelo y que tiene tanta relevancia como los secretos que guardan cada uno de los personajes que pueblan las páginas de esta novela, cuyas vidas nos irá desgranando la autora a través de dos planos temporales separados por dos meses en la actualidad y entre los que se intercalaran algunos flashbacks que nos llevarán mucho más atrás: a la Segunda Guerra Mundial y los años posteriores a esta en Alemania o a Londres allá por los años 50 del siglo pasado. Los dos hilos temporales se irán alternando hasta terminar por ensamblar las piezas de complejo rompecabezas en el que el amor, el desamor y la culpa estarán siempre presentes.  

Londres es el epicentro de la novela, una ciudad que la autora, como ya lo hiciera en sus anteriores trabajos con otros escenarios españoles, dibuja de forma más que satisfactoria y que te hace sentir como cercana: sin entrar en descripciones minuciosas, fiel a su estilo, sabe dar las pinceladas justas para que ubiquemos de forma espacio temporal una trama que, de por sí, por la carga intimista que tiene necesita de poco más y sin sacarnos de la esencia de la historia. También a ello contribuye la estructura que le da a sus novelas fechando cada capítulo con indicación del escenario en que se desarrolla.

Maria José Moreno tiene una forma de contar las cosas que hace que sus novelas me resulten muy atractivas: por un lado está la delicadeza que tiene para tratar ciertos temas relacionados con la psique humana, un dato que hasta cierto punto es de esperar por la propia profesión de la autora, pero también está esa armonía que consigue entre historias veraces o cotidianas, haciendo que incluso aunque los escenarios nos resulten lejanos todo fluya con soltura, aspectos que hacen que el lector se sienta realmente cómodo con la lectura.  

Aquella vez en Berlín es una novela intimista llena de secretos, pasiones y culpa. Una novela que te gana por la fuerza de sus personajes y la prosa tan deliciosa que tiene. 

Despiértame cuando acabe septiembre - Mónica Rouanet

17/5/19

El rastro de un joven español se esfuma por el sur de Inglaterra tras dejar un mensaje de socorro en el teléfono móvil de su madre. Ella, que apenas ha abandonado su pequeño pueblo en contadas ocasiones, decide ir en su busca. Hace un año, su marido desapareció en las tranquilas aguas de la Albufera y no está dispuesta a vivir de nuevo una angustia como aquella. 
La Guardia Civil encontró la barca de Antonio abandonada a la deriva, con manchas de sangre sobre sus tablas. Amparo está convencida de que murió, pero las malas lenguas que recorren el pueblo rumorean otras cosas. Una vez en Inglaterra, Amparo descubre que su marido puede continuar con vida, ser el causante de la muerte de una mujer y estar involucrado en una sórdida trama repleta de intrigas.


MIS IMPRESIONES


Donde las calles no tienen nombres fue una de esas novelas que pareció convencer a todos cuantos he consultado. A mí me dejó con mucha curiosidad por conocer a Mónica Rouanet y la oportunidad ha venido de la mano de su nueva novela, Despiértame cuando acabe septiembre. Os cuento qué me ha parecido.

Un año hace ya de la desaparición de Antonio y una barca a la deriva con un rastro de sangre es el único dato que Amparo, una mujer de familia humilde de la Albufera, tiene acerca de la desaparición de su marido, al que parece habérselo tragado la tierra. Mientras, ella no solo ha tenido que seguir adelante con su dolor sino también aguantar las consecuencias de vivir en un lugar pequeño donde las habladurías se expanden como la espuma. Pero eso no es algo nuevo; lo ha sufrido desde niña. Ahora, un mensaje de su hijo Toñete, pidiéndole ayuda hará que esta mujer de poco mundo tenga sacar fuerzas de flaqueza y volar al sur de Inglaterra en su busca. Allí le aguardarán un montón de sorpresas inesperadas, entre ellas, la posibilidad de que su marido esté vivo e implicado en la muerte de una mujer y ciertos negocios de lo más oscuros.

Despiértame cuando acabe septiembre es una novela de corte intimista que se combina con una misteriosa desaparición, y en la que una mujer se ve acuciada a la búsqueda de su hijo, teniendo que erigirse en investigadora para dar con su paradero. Una trama, en apariencia simple, que va tornando en una sórdida historia llena de secretos enterrados. Una historia a la que aun teniendo mimbres, creo que no se les ha sacado suficiente partido. Me ha faltado cierta garra, y es que aun considerando que la trama en sí es buena, y la lectura es ágil, que no rápida, creo que los personajes están faltos profundidad, esa que te mantiene pegada a la historia con ganas de más. Y quizá eso mismo haya provocado en mí que una novela que comienza muy bien, no logre mantener la tensión adecuada y tenga ciertos valles en la lectura para remontar en su recta final, eso sí con un final impactante. 

Será Amparo, la protagonista narradora, la que en presente nos vaya desgranando el curso de los acontecimientos desde que recibe un mensaje de su hijo hasta que, a través de su propia investigación, tope con un sombrío asunto y salgan a la luz un montón de secretos guardados bajo siete llaves.

Amparo es una mujer humilde que vive en la Albufera me ha inspirado cierta compasión desde  las primeras páginas porque es la típica persona que parece haber nacido para ir de drama en drama. Una mujer que no encaja en ningún sitio, hija de unos emigrantes que probaron fortuna en Suecia, allí era la extranjera. A los veinticinco volvió a España para aquí ser la sueca. Conrad es un británico que ayudará a Amparo en su investigación, un hombre hundido, también marcado por la tragedia que, en busca de sus propias respuestas, decidirá acompañar a nuestra protagonista.  

La ambientación de la historia sí que está muy lograda y me ha gustado especialmente la forma en la que la autora recrea la presión social de un entorno pequeño, de esa familia humilde que ve cómo los chismes se van colando por todos los rincones y hacen la vida insoportable.

Despiértame cuando acabe septiembre es una novela que combina una historia intimista con la investigación sobre le paradero de un joven. Una trama que esconde mucho más de lo que priori podamos imaginar y en la que me ha fallado la tensión narrativa y la profundidad de ciertos personajes.  

Aprender a hablar con las plantas - Marta Orriols

13/12/18

megustaleer - Aprender a hablar con las plantas - Marta Orriols«El odio y el amor a veces se acoplan en una sola bola, como gotas de mercurio, y de la amalgama surge un sentimiento pesante y tóxico y extrañamente añorado. Eso es lo que irrita. La añoranza, a pesar de todo.» 
Paula Cid es una neonatóloga de cuarenta y dos años con una vida ordenada. Apasionada por su trabajo e inmersa en la rutina de una relación sentimental que se resquebraja, pierde a su pareja en un accidente de tráfico pocas horas después de que él la invite a almorzar para comunicarle que, tras quince años de matrimonio, hay otra mujer en su vida y ha decidido marcharse de casa. Junto al desgarro de una muerte a destiempo, Paula deberá hacer frente a la desdicha de sentirse abandonada y sobrellevar no solo el duelo, sino también el rencor. Una figura femenina que aparece en el hospital la tarde del fallecimiento de Mauro es la única que puede dar fe de que este hombre tenía ya otra vida... y tarde o temprano las dos mujeres tendrán que encontrarse. 
Con su primera novela, Marta Orriols se consolida ya como una de las autoras españolas más interesantes de la actualidad. Sabe poner la lupa sobre los movimientos del alma femenina y llevarnos del dolor a la ternura, de la sonrisa a la emoción.


MIS IMPRESIONES


Poco sabía yo de Marta Orriols hasta la publicación de esta novela que os traigo hoy. Sin embargo, ese título tan llamativo y la recomendación de una bloguera exigente me llevaron de cabeza a por ella. Le he dado cinco estrellas y me apunto su nombre para seguirle la trayectoria muy de cerca. No digo más.

A Paula Cid, una neonatóloga de cuarenta y dos años,  la vida le ha dado un revés terrible y en cuestión de unas horas su vida se ha desmoronado por dos veces. Mauro, aquel con el que compartía su vida, acaba de fallecer víctima de un accidente de tráfico y ella vive presa del dolor por la pérdida y llena de rabia por un motivo del que nadie sabe pero que le corroe las entrañas,  porque Mauro, su Mauro, ese que completaba su vida, unas horas antes de su muerte, durante una comida, le comunicó su intención de terminar la relación.  Ahora, unas horas después, de repente él no está  y ella no sabe muy bien cómo gestionar sus emociones ni acierta a saber qué se supone que debe hacer: si interpretar el papel de viuda doliente o romper con todo y gritar a pleno pulmón la rabia por su traición. Pero, en su ausencia, cualquier reproche es vano; lo cierto es que él se ha ido para siempre y a ella solo le quedan los recuerdos de una vida en común, y unas plantas que con mucho mimo mantenía él y que a ella empiezan a ponérsele mustias. Y está aterrada.  

Qué difícil es encontrar las palabras justas para transmitir el dolor, la desazón, el desvarío y ese desbarajuste emocional que provoca en una persona la pérdida de un ser querido, y que da al traste todos los planes de futuro sin incurrir en repeticiones, sin entrar en bucle, qué difícil remover al lector con una trama de esas en las que sin ocurrir mucho ocurre todo y el movimiento viene a cargo de las emociones y el estado anímico de una persona. Y, sin embargo, qué fácil parecer haberle resultado a Marta Orriols dar de lleno en la diana, despertar el interés de lector, hacerle sufrir con Paula y arrastrarlo junto a ella en viaje de introspección en el que se siente confidente de su confusión, su dolor, su negación, de ese refugiarse entre los recuerdos que la alejan del daño que ya está hecho y de la ausencia de Mauro. Y mientras se recompone, entre sus silencios y ese observar cómo a su alrededor la vida sigue su curso, ella prefiere echar la vista atrás y recordarnos cómo era su vida con Mauro.  Un acierto esa narración en primera persona que imanta a un lector, que muda por unas horas la piel y vive con la protagonista ese luto y todas las etapas posteriores, en las que a pesar de las prisas del entorno por sanar al animal herido, este necesita su tiempo.

Me ha gustado muchísimo la original forma de plantear el luto de esta mujer y cómo la autora ha sabido plasmar sobre toda su historia una reflexión presente a lo largo de todo el libro acerca de la importancia del tiempo en nuestras vidas y cómo en cuestión de segundos todo se altera  y nuestro rumbo puede dar un giro de ciento ochenta grados. Si Mauro hubiese fallecido una semana después, ellos estarían separados y ella no estaría en el centro del huracán.

Aprender a hablar con las plantas es una novela que trata un doble duelo: el de una mujer abandonada y al rato viuda, que en primera persona nos irá narrando su periplo, su caída vertiginosa, su pérdida, su traición, su necesidad de reubicarse, de reinventarse y de dejar el tiempo correr. Y a pesar de estar ante una historia que gira en torno a un hecho doloroso, no es esta una historia que busque la lágrima fácil aunque sí que logra conmoverte, meterte de lleno en la historia, verte en la piel de la protagonista y disfrutar de una narración deliciosa, rica en matices, minuciosa, que aun siendo capaz de describir con todo lujo de detalles todo el abanico de emociones que se entrecruzan en  la mente de Paula en esos momentos tan duros, no se recarga innecesariamente ni incurre en excesos.

Marta Orriols ha creado una novela maravillosa, de las que dejan marcas en lo más hondo de tu ser y permanecerán muy vivas en tu memoria. Narrada con una delicadeza exquisita, esta es una de esas historias donde las emociones están muy presentes y donde incluso un suceso trágico puede estar revestido de belleza por la forma en la que es contado. Además, en la historia se mantiene muy vivo un mensaje de esperanza y es que aun en las condiciones más adversas, la vida siempre se abre camino y debemos ser capaces de reinventarnos y seguir.

Un amor - Alejandro Palomas

28/2/18



En el reducido universo familiar de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer, el engranaje se mueve al ritmo desacompasado de las emociones. Es una familia típica, y sobre todo, muy real. Un cosmos cocido al fuego lento de varias entregas que han atado a miles de lectores. Pero llega un día cumbre en sus vidas. Emma se va a casar y todos se sumergen en las tareas y los remolinos de organizar la mejor boda. La noche previa a la ceremonia, una llamada rompe la armonía familiar. Silvia, Emma, Fer y otros parientes se conjuran para poder celebrar a la vez el aniversario de Amalia, que coincide inevitablemente con la fecha de la boda. 24 horas de acelerón emocional que pondrán a prueba a todos y cada uno y al mismo engranaje familiar. 

Un nuevo ejercicio de virtuosismo emocional. Una literatura que llega por el plexo y se inocua directamente a los sentimientos. Alejandro Palomas extiende su ya variada paleta de colores para dotar a sus personajes de los matices, sesgos y rasgos que los acercan a los lectores y éstos los reconocemos como a propios en sus particulares universos familiares.

MIS IMPRESIONES


Una de las noticias que mayor expectación genera cada nuevo año entre los lectores es el fallo del Premio Nadal. Que Alejandro Palomas se alzara con él fue para mí una sorpresa y una alegría. Solo faltaba esperar la publicación de Un amor, una novela con la que vuelve a brillar.

Un amor supone un reencuentro con una familia muy querida para los lectores: Amalia y los suyos (Emma, Fer y Silvia) volverán a hacernos disfrutar de lo lindo. Como en las anteriores novelas (Una madre y Un perro) vamos a compartir con ellos un día, pero uno muy especial que, una vez más, va a dar muchísimo de sí.

Nos vamos de boda porque se casa Emma. Por fin va a dar el paso; ha encontrado en Magalí a su media naranja. La fecha del enlace coincide con el cumpleaños de Amalia y tras la ceremonia van a pasar un día en una casa rural. Un día de carreras, nervios a flor de piel, emociones, risas, miedos, culpas, secretos, incertidumbres y confesiones, en el que Amalia, de la que conoceremos ciertos detalles muy importantes de su pasado, me ha dolido más que nunca. Porque, aunque parezca mentira, a esta madraza la siento un poquito mía.

Los años no pasan en vano, han llegado los achaques propios de la edad pero Amalia sigue demostrando una generosidad sin límites. Mi madre, que tira mucho del refranero popular, dice que “una madre es para cien hijos, pero cien hijos no son para una madre”. Y aquí también sería aplicable porque, aunque esta familia hace piña, y la unión hace la fuerza, aunque Fer, Silvia y Emma quieren muchísimo a su madre y les aterra la idea de una posible orfandad, todos en algún momento han flaqueado, perdido los nervios o se han venido abajo. Ella no. Nunca. Ella es el pilar que mantiene el barco a flote. Y aunque a veces flaquee, lo hace en silencio, para no preocupar a nadie. Incluso, si lo necesita, echa mano de alguna mentirijilla, para disimilar. Y esa forma de ser tan auténtica, tan sencilla, tan desinteresada, tan “sin dobleces” y tan “madre” hace que le perdones todas sus travesuras o esos líos tan rocambolescos en los que se mete y te la quieras comer a besos porque “un amor” es ella: de persona, de mujer, de madre, de amiga…de todo. Ella da y da sin esperar nada a cambio y aunque todos son muchas cosas, ella es la suma de todos ellos. 

Será de nuevo Fer, en primera persona el encargado de narrarnos el devenir de los acontecimientos; el que nos ponga en antecedentes de lo que ha ocurrido en estos últimos meses desde que Rulfo dejó atrás a R, de hacernos saber que los tres hermanos junto con tía Inés guardan un secreto para proteger a Amalia. Y, aunque esta primera persona es siempre una apuesta arriesgada, está claro que a Palomas le sigue funcionado, y en ningún momento tenemos la impresión de estar asistiendo a una historia sesgada. Nos imbuimos de tal forma en ese universo emocional, que nos sentimos uno más de la fiesta. Las historias se van sucediendo, unos personajes van cediendo protagonismo a otros, y todo va encajando a nuestro alrededor.

El día de una boda es un día de alegría. Conoceremos a Magalí, la pareja de Emma que ha llegado para integrarse de lleno en la familia y aportarle por fin estabilidad. También estará la tía Inés, esa amiga tan importante en la vida de Amalia, un personaje un tanto encorsetado en el que merece la pena escarbar un poquito. Aparece en escena Oksana, una rusa que es de esas mujeres duras y sufridoras que se ha ganado todos mis respetos con sus silencios y su complicidad.

El éxito de Palomas es no impostar. Ese chorro de emociones le sale del alma. Y dispara a matar. Su pluma sirve para dar vida a unos personajes que el lector llega a querer como si fuesen de carne y hueso, y lo más curioso es que lo consigue con una historia que es pura cotidianeidad, sin otorgarles a ninguno de ellos capacidades especiales; todo lo contrario,  los hace imperfectos, inseguros a veces, caprichosos otras o incluso egoístas. Sin embargo, todos tienen muy claro el lugar que ocupa su familia en su escala de valores. Y demuestran que, aunque por momentos las cosas se puedan poner muy feas, lo importante, por encima de todo, es el amor que se profesan.

Un amor es una novela inolvidable; una historia que te duele, que te divierte, te emociona y te enseña muchas cosas: cosas tan importantes como que la vida es un suspiro, que las cosas no siempre vienen de frente, que hay que ser valiente y, sobre todo, que hay que disfrutar del cariño de los que nos rodean, ser generosos con ellos y saber escucharlos, porque no hay bastón más bonito ni más fiable que el que fabricamos nosotros mismos regalando amor.

En el lugar de siempre - Ana Medrano

13/10/17

En el lugar de siempre
Autor: Ana Medrano
Autopublicada
Páginas: 286
Precio: 10,85 euros


SINOPSIS


Madrid, septiembre de 2012. Tras regresar de sus vacaciones estivales Nena espera recuperar la estabilidad perdida sin embargo, una vez más, las cosas no sucederán como ella las planea: El sorprendente encargo que le encomienda su tío Daniel, la aparición en escena de la nueva novia de Aleix (el padre de su hija mayor) y su relación con el inspector Rivera harán que la tan deseada tranquilidad sea sustituida por una cadena de sucesos que pondrán en jaque su día a día y su seguridad. El pasado, el presente y el futuro se entrelazan en esta historia que sólo pretende un final feliz. Por el camino Nena se convencerá de que el miedo, si se lo permites, es capaz de robarte todos tus sueños.

ANA MEDRANO 

anasoleada
Nació en Madrid en 1965. Estudió Arte. Actualmente reside en la provincia de Madrid y trabaja en el departamento financiero de una multinacional.

Según sus propias palabras: "Por accidente coexisto entre números y por vocación vivo entre libros".

Comenzó escribiendo poesía y cuentos para sus hijos. 

Y en nosotros nuestros muertos es su primera novela. Le seguirán En el lugar de siempre, Después de tantas penas y La ceremonia de la desolación, publicada en junio de 2017. 

MIS IMPRESIONES


Hace unos meses os traía al blog la primera novela de la serie protagonizada por Nena Castelao: Y en nosotros nuestros muertos. Esta saga, aunque compuesta por novelas autoconclusivas, considero necesario leerla en orden ya que, al margen de la trama que se desarrolla en cada una de ellas, la protagonista central, Nena, tiene una evolución personal que no podremos entender sin conocer su pasado. Si no habéis leído Y en nosotros nuestros muertos y tenéis intención de hacerlo os aconsejo no seguir con la lectura de esta reseña, que contiene spoilers de la anterior.

Han pasado unos meses desde el fallecimiento del padre de Nena y la investigación en torno a su asesinato. Las aguas parecen ir a su cauce y ella se toma unos días de vacaciones para viajar a Bali, donde reside su hermano y conocer a su sobrina recién nacida. A su vuelta Nena se encontrará con una gran sorpresa: tras un encuentro con su queridísimo tío Dado, este se sincera con ella y le confiesa que treinta años atrás vivió una historia de amor con una mujer que desapareció de la noche a la mañana y a la que no ha conseguido olvidar: Lina. Dado, llegado ese momento de la vida en el que uno se da cuenta que tiene más pasado que futuro, decide ir a por todas y no dejarse llevar por el inmovilismo ni el miedo. Pese a lo descabellado del asunto, y a la dificultad que pueda suponer dar con el paradero de alguien a quien se le perdió la pista tanto tiempo atrás, emprende una búsqueda para la que solicitará la ayuda de su sobrina Nena.

Al mismo tiempo, Aleix, el exmarido de Nena inicia una relación con Silvana, una mujer que a Nena le da mala espina y complicará las relaciones con su hija mayor. Aunque la búsqueda de Lina será el eje en torno al que se articule esta novela, esta trama no ha despertado en mí tanto interés como el tema de fondo que se trata en ella. Desde mi punto de vista, esa búsqueda no es más que la excusa de la que la autora se sirve para adentrarnos en una historia mucho más intimista que su predecesora, la que la nos lleva a conocer a la verdadera Nena. Una mujer en la que se aprecia una gran evolución desde el inicio de la serie, donde encontrábamos a una madraza decidida pero llena de miedos y marcada por sus relaciones pasadas.

En esta ocasión asistimos al crecimiento personal de Nena; veremos como avanza su relación con Javier y cómo se va integrando en la familia. A través de este hilo la autora aprovecha para plantear temas como las difíciles relaciones con los hijos adolescentes, cómo afectan en ellos las rupturas y las posteriores relaciones de la pareja, cómo compiten los divorciados por el favor de los hijos. Todo esto lo aborda muy bien porque si algo se puede afirmar tras la lectura de esta segunda novela es que Ana Medrano tiene una gran capacidad para plasmar en el papel sentimientos y emociones. Sabe dibujar con mucha naturalidad a sus personajes y los hace cercanos, precisamente por su sencillez con la que los caracteriza.

Volvemos a encontrar los mismos rasgos distintivos de la autora en una novela en la que la música y el arte vuelven a tener un gran protagonismo: capítulos numerados y fechados que se inician con el fragmento de una canción, una prosa sencilla, un estilo fluido y directo y diferentes escenarios entre los que destacan en esta entrega la capital madrileña y sus alrededores.

En resumen, En el lugar de siempre es una novela entretenida que con un estilo intimista profundiza en la vida de la protagonista central de la historia, Nena, a la vez que se abordan diferentes conflictos familiares.

Todos los días son nuestros - Catalina Aguilar Mastretta

29/9/17

Todos los días son nuestros
Autor: Catalina Aguilar Mastretta
Editorial: Destino
Páginas: 304 
Precio: 18,90 euros

SINOPSIS


María y Emiliano parecían una pareja indestructible, de esas que se conocen el instituto, nunca pierden la pasión y terminan siendo dos adorables ancianos cogidos de la mano. Por eso, cuando llegan a la treintena y una noche, al volver de la fiesta de unos amigos, María empieza una discusión, nadie hubiese imaginado que la pelea terminaría con Emiliano haciendo las maletas y volviendo a casa de sus padres.

En su primera novela, la mexicana Catalina Aguilar Mastretta hace gala de la contagiosa ternura y el humor que ya ha demostrado en su carrera como directora de cine. Todos los días son nuestros es una novela generacional, irónica y divertida en la que dos jóvenes deben aprender a vivir sin la persona con la que creían que iban a pasar el resto de sus días. Una historia narrada con una cercanía conmovedora, que provoca carcajadas, sonrisas tristes y, sobre todo, una inmensa complicidad.

 ©Markus Ziegler

CATALINA AGUILAR MASTRETTA


Nacida en Ciudad de México en 1984. Es guionista y directora de cine. Ha escrito y dirigido las películas Las horas contigo (2104) y Todos queremos a alguien (2017), y el cortometraje Tabacotla (2008). Suyos son los guiones de la serie histórica sobre México Gritos de muerte y libertad, estrenada en 2010, y del largometraje Echo Park (2014). Todos los días son nuestros, su primera novela, ha sido alabada por la crítica mexicana por su mirada irónica, tierna y generacional.


MIS IMPRESIONES 


Cuando una novela llega por recomendación de una gran lectora, que además conoce a la perfección tus preferencias no puedes más que prepararte para un viaje inolvidable. Así llegó a mis manos Todos los días son nuestros y os cuento cómo la he disfrutado. 

María y Emiliano se conocen desde que eran adolescentes. A sus treinta años, tras media vida juntos, forman una de esas parejas tan sólidas como envidiables por la forma en que han sabido mantener viva la llama de la pasión. Quizá por eso María jamás pensó que una discusión trivial terminaría definitivamente con su relación. No puede dar crédito a lo que ocurre, pero lo cierto es que Emiliano ha hecho las maletas y se ha marchado a casa de sus padres. Y ella solo siente un inmenso vacío; un vacío que se expande como la espuma por cada rincón del hogar que compartieron y que ahora parece inerte. 

¿Conoces a Emiliano? Lo conocía. Lo conozco porque no se me va de la frente y que me pregunten por él me crea un hueco en ese lugar que las viudas se tapan con las manos cuando les hablas del pasado. Pero en la realidad de la calle y de la rutina, no sé de él.
 - Qué bueno que ya superaste lo de Emiliano – me dijo Paloma hace ya mucho tiempo-. Yo voy a pedir salmón, ¿tú?
 - Pasta.
 Y a lo que sigue. Superado está, claro. Nada más que algunas cosas no terminan nunca. Y ésta es una de esas cosas.

Con estas palabras del primer capítulo imaginamos como se siente María tras su ruptura. Será ella en primera persona la que vaya desgranando su historia con Emiliano en una novela que va intercalando capítulos en los que conocemos su duelo en el presente, y como va enfrentando esa nueva vida en solitario, con otros que nos remontarán hasta su adolescencia, muchos años atrás cuando ambos se conocieron en el instituto. 

María y Emiliano, son los dos protagonistas principales de la historia. Los conoceremos en profundidad, mucho mejor a ella, que se convierte en un personaje inolvidable. En su trabajo como crítica de cine encontrará el mejor paraguas para resguardarse del temporal que se le viene encima tras la marcha de Emiliano. Y este cine, que la pareja adora, será un protagonista más de la novela. En el presente encontramos a una María superada por la situación: desorientada, perdida por momentos y sin rumbo. Una mujer que debe recomponer los pedacitos de su vida para enfrentar su futuro; ese que no acierta a imaginar sin él. Será fácil empatizar con ella. No solo por el momento tan duro que vive y que cualquiera con cierta edad conoce de primera mano sino por la sencillez, frescura y espontaneidad que desprende su relato. Ese desparpajo y humor, que tiene para encarar la vida te gana porque María es sobre todo una mujer valiente y decidida que sabe ironizar sobre muchas situaciones, capeando con maestría esos momentos difíciles que le tocará vivir. 

En este caso, la elección de la primera persona es todo un acierto que convierte al lector en confidente de nuestra protagonista y parte de la historia. La autora hace uso de prosa cuidada pero cercana, salpicada de ironía en ocasiones y cargada de intensidad en otras. Con esta primera novela nos demuestra su capacidad para conectar con el lector y harcerle vivir junto a sus personajes todo un abanico de emociones. Todos los días son nuestros arrancará nuestra carcajada a veces, nos inspirará ternura otras e incluso hará aflorar alguna que otra lágrima. Resulta imposible no sentirse identificada con esta mujer, imaginar el dolor que supone, tras tantos años compartidos, enfrentarse a un sillón vacío frente al televisor o comprender su miedo a la soledad ante la certeza de algo que no tiene marcha atrás. Las ausencias definitivas necesitan tiempo y ella nos contará con todo lujo de detalles como vive este momento. Esta es una historia con chispa: de esas que aunque duelen son a la vez enternecedoras.  

No solo el amor es abordado en esta novela sino que encontramos en ella temas como la diferencia de clases, el feminismo, la independencia de la mujer o el papel de los amigos y la familia como tabla a la que asirse ante los vaivenes de la vida. 

Todos los días son nuestros me ha gustado mucho. Muchísimo. Es una de esas novelas que me atrevería a recomendar sin reservas a todos aquellos que disfruten de las lecturas intimistas. Entre el amor y el desamor hay una amplia paleta de colores a través de la que nos va conduciendo Catalina Aguilar con su historia. Una novela que es un cóctel de frescura,  humor, espontaneidad y ternura; que habla de personas de carne y hueso, con su defectos y sus virtudes, llenas de fuerza a veces y otras aterradas ante la incertidumbre del mañana, pero por encima de todo es un canto a la superación personal. 

Oasis de arena - Mayte Esteban

16/12/15


Oasis de arena, según su me ha confirmado la propia Mayte Esteban, es un relato que escribió sin el propósito de publicarlo. Ha sido por pura casualidad como ha surgido la posibilidad de leerlo y, desde aquí, le doy las gracias por la oportunidad que me ha brindado. 

Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno y podríamos aplicarlo a esta historia sin temor a equivocarnos.

Título: Oasis de arena
Autor: Mayte Esteban
Nº de páginas: 30
Origen: Cedido por la autora



Extracto de la dedicatoria de la autora

Cuando vas a ser madre te preparas para muchas cosa. Para cambiar tu vida por ese pequeño ser que se gesta dentro de ti. Para sacarlo adelante y enseñarle a vivir. Para acompañarlo en las alegrías y recoger en tus brazos sus tristezas. Para cuidar de sus alas para que un día aprenda a volar solo.

Para lo que no te preparas nunca es para encontrar tus brazos vacíos antes de tiempo. 


Mayte Esteban (Guadalajara 1970). Graduada en 1994 en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares.

Su primera incursión en el mundo literario llega en 2008 con el Certamen de Cuentos y Narraciones Breves Ciudad de Cantalejo, donde obtuvo el segundo premio con el relato "La vida en papel". Al año siguiente ganó el certamen con el relato " El reflejo", basadoen la pintura de Velázquez " La venus del espejo". Este relato se puede leer a través de la página del Ayuntamiento de Cantalejo (Segovia).




En 2010 autoeditó sus dos primeras novelas escritas "Su chico de alquiler" (nominada a los premios Chick lit 2013 en tres categorías: mejor portada, mejor ebook y mejor autora revelación) y "La arena del reloj", un relato intimista en primera persona en el que pone frente a los ojos del lector el dolor de una hija por la muerte de su padre que se aproxima. 

Tras la irrupción de Amazon en España publicó también la novela juvenil "El medallón de la magia" en dicha plataforma. Poco tiempo después subió también a la plataforma las dos anteriores con objeto de mantenerlas reunidas. 

Su siguiente novela "Detrás del cristal" fue editada y publicada por Ediciones B-Vergara tras el éxito de público y ventas obtenido en Amazon, donde llegó a ser número 2 y estuvo cuatro meses en el top ten. Fue reconocida con el Premio RNR a la mejor novela sentimental 2013 y nominada a los premios DAMA 2014, junto a destacados autores como el francés Marc Levy (autor de novelas llevadas al cine como “Ojalá fuera cierto”) y Luz Gabás, autora de la obra recientemente llevada al cine, Palmeras en la Nieve.

En 2014 también se publica, de la mano de Babelcube, la versión en inglés de Su chico de alquiler, Boy for rent.

En diciembre de 2014, vio la luz "Brianda, el origen del medallón", novela juvenil publicada en Amazon, ambientada en el Siglo de Oro español, que da por finalizada la bilogía fantástica empezada en con El medallón de la magia. Esta novela, en breve, será retirada de la plataforma en formato digital para emprender una nueva aventura por su cuenta.

"La chica de las fotos", su sexta novela ha sido editada y publicada por HarperCollins Ibérica al ser finalista en el premio internacional de novela HQÑ 2015. Durante sus tres primeros meses de andadura fue la novela digital más vendida de la editorial en numerosas plataformas online. En los primeros meses de 2016 verá la luz en papel de la mano de esta editorial.

Mis impresiones

Hay historias que llegan a ti por sorpresa y éste ha sido el caso del relato que os traigo hoy. Se trata de Oasis de arena, un relato que Mayte Esteban tuvo el detalle de ofrecerme un día que me vio como loca por twitter buscando un autor con apellido que empezara por E. 

De esta autora tan sólo he leído una novela, Detrás del cristal, una historia que me gustó bastante y a la que llegué a través de alguna reseña. 

Tengo que reconocer que no suelo leer relatos, sin embargo, en esta ocasión el tiempo apremiaba y, casualmente, me ha acercado a una historia preciosa que quizá me hubiera perdido en otras circunstancias.


Oasis de arena es un relato intimista en el que el protagonista es el amor de una madre hacia su hijo. Una madre primeriza, de la que no sabremos su nombre, que cada día acude a un parque. Allí “su niño” que apenas cuenta con quince meses, durante unas horas, inunda su corazón de alegría y le permite dejar atrás todo su dolor. El resto del día todo se vuelve gris y la tristeza la devora. No encuentra consuelo más que en los libros, que por momentos la hacen soñar y vivir otra realidad muy diferente. Pero, ¿qué le ocurre realmente? ¿Por qué se encuentra tan mal y a la vez disfruta tanto con su niño en el parque?

Este relato que tiene tan sólo treinta páginas pero es puro sentimiento. En su dedicatoria decía...espero que te emocione. Me ha emocionado, me ha conmovido y me ha hecho sentir el dolor de esa madre aun sin saber lo que significa querer a un hijo.

Nos encontramos a una madre llena de amor que regalar en el peor de los escenarios que nos podamos imaginar. Pero también encontramos el amor desde otra perspectiva: el de un padre hacia un hijo sin madre, el de unos abuelos hacia su nieto, el de un marido que pierde a su hijo y ve como su esposa se aleja.

Conocemos a nuestra protagonista en la actualidad para retroceder en el tiempo unos meses y volver al presente. Será ella misma la que nos narre su situación en primera persona haciéndonos sentirla más, si cabe. Toda la historia acontece en un pequeño parque de juegos y no abarca más de un par de meses. Allí, en ese suelo cubierto de arena, esta mujer rota por dentro, acude cada día a su Oasis  de arena buscando un poco de paz y haciendo de él un lugar en el que consigue evadirse, mientras disfruta de esas primeras palabras del pequeño.

Intuyo que lo que siento es muy parecido a estar enamorada. Mi corazón se alborota cuando, mirando al cielo, él suelta sus carcajadas incitadoras, esas que empujan mis labios y hacen que se curven en una sonrisa. El tiempo, mientras lo miro, pierde la dimensión cotidiana y se comprime. Tanto que muchos días maldigo los minutos que vuelan sin que apenas me dé cuenta. 

En definitiva, Oasis de arena es un relato breve en el que a través de una prosa clara, sencilla y cálida Mayte Esteban nos sumerge en una historia conmovedora sobre la familia, una maternidad truncada y la necesidad de cerrar capítulos pasados para poder tener un futuro. Un viaje hacia el interior de una madre que necesita su tiempo para calmar su dolor y sanar sus heridas. Una historia preciosa con la que la autora demuestra que no es necesario extenderse demasiado para llegar al corazón del lector. Sin duda, es un relato que no puedo dejar de recomendar.

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