«El odio y el amor a veces se acoplan en una sola bola, como gotas de mercurio, y de la amalgama surge un sentimiento pesante y tóxico y extrañamente añorado. Eso es lo que irrita. La añoranza, a pesar de todo.»
Paula Cid es una neonatóloga de cuarenta y dos años con una vida ordenada. Apasionada por su trabajo e inmersa en la rutina de una relación sentimental que se resquebraja, pierde a su pareja en un accidente de tráfico pocas horas después de que él la invite a almorzar para comunicarle que, tras quince años de matrimonio, hay otra mujer en su vida y ha decidido marcharse de casa. Junto al desgarro de una muerte a destiempo, Paula deberá hacer frente a la desdicha de sentirse abandonada y sobrellevar no solo el duelo, sino también el rencor. Una figura femenina que aparece en el hospital la tarde del fallecimiento de Mauro es la única que puede dar fe de que este hombre tenía ya otra vida... y tarde o temprano las dos mujeres tendrán que encontrarse.
Con su primera novela, Marta Orriols se consolida ya como una de las autoras españolas más interesantes de la actualidad. Sabe poner la lupa sobre los movimientos del alma femenina y llevarnos del dolor a la ternura, de la sonrisa a la emoción.
MIS IMPRESIONES
Poco sabía yo de Marta Orriols
hasta la publicación de esta novela que os traigo hoy. Sin embargo, ese título
tan llamativo y la recomendación de una bloguera exigente me llevaron de cabeza
a por ella. Le he dado cinco estrellas y me apunto su nombre para seguirle la
trayectoria muy de cerca. No digo más.
A Paula Cid, una neonatóloga
de cuarenta y dos años, la vida le ha
dado un revés terrible y en cuestión de unas horas su vida se ha desmoronado
por dos veces. Mauro, aquel con el que compartía su vida, acaba de fallecer
víctima de un accidente de tráfico y ella vive presa del dolor por la pérdida y
llena de rabia por un motivo del que nadie sabe pero que le corroe las entrañas,
porque Mauro, su Mauro, ese que
completaba su vida, unas horas antes de su muerte, durante una comida, le comunicó
su intención de terminar la relación. Ahora,
unas horas después, de repente él no está
y ella no sabe muy bien cómo gestionar sus emociones ni acierta a saber
qué se supone que debe hacer: si interpretar el papel de viuda doliente o
romper con todo y gritar a pleno pulmón la rabia por su traición. Pero, en su
ausencia, cualquier reproche es vano; lo cierto es que él se ha ido para
siempre y a ella solo le quedan los recuerdos de una vida en común, y unas
plantas que con mucho mimo mantenía él y que a ella empiezan a ponérsele
mustias. Y está aterrada.
Qué difícil es encontrar las
palabras justas para transmitir el dolor, la desazón, el desvarío y ese
desbarajuste emocional que provoca en una persona la pérdida de un ser querido,
y que da al traste todos los planes de futuro sin incurrir en repeticiones, sin
entrar en bucle, qué difícil remover al lector con una trama de esas en las que
sin ocurrir mucho ocurre todo y el movimiento viene a cargo de las emociones y
el estado anímico de una persona. Y, sin embargo, qué fácil parecer haberle
resultado a Marta Orriols dar de lleno en la diana, despertar el interés de
lector, hacerle sufrir con Paula y arrastrarlo junto a ella en viaje de
introspección en el que se siente confidente de su confusión, su dolor, su
negación, de ese refugiarse entre los recuerdos que la alejan del daño que ya
está hecho y de la ausencia de Mauro. Y mientras se recompone, entre sus
silencios y ese observar cómo a su alrededor la vida sigue su curso, ella
prefiere echar la vista atrás y recordarnos cómo era su vida con
Mauro. Un acierto esa narración en
primera persona que imanta a un lector, que muda por unas horas la piel y vive
con la protagonista ese luto y todas las etapas posteriores, en las que a pesar
de las prisas del entorno por sanar al animal herido, este necesita su tiempo.
Me ha gustado muchísimo la
original forma de plantear el luto de esta mujer y cómo la autora ha sabido
plasmar sobre toda su historia una reflexión presente a lo largo de todo el libro acerca de la importancia del tiempo en nuestras vidas y cómo en cuestión de segundos todo se altera y nuestro rumbo puede dar un giro de ciento ochenta grados. Si Mauro
hubiese fallecido una semana después, ellos estarían separados y ella no
estaría en el centro del huracán.
Aprender a hablar con las
plantas es una novela que trata un doble duelo: el de una mujer abandonada y al
rato viuda, que en primera persona nos irá narrando su periplo, su caída
vertiginosa, su pérdida, su traición, su necesidad de reubicarse, de
reinventarse y de dejar el tiempo correr. Y a pesar de estar ante una historia
que gira en torno a un hecho doloroso, no es esta una historia que busque la
lágrima fácil aunque sí que logra conmoverte, meterte de lleno en la historia,
verte en la piel de la protagonista y disfrutar de una narración deliciosa,
rica en matices, minuciosa, que aun siendo capaz de describir con todo lujo de
detalles todo el abanico de emociones que se entrecruzan en la mente de Paula en esos momentos tan duros,
no se recarga innecesariamente ni incurre en excesos.
Marta Orriols ha creado una novela
maravillosa, de las que dejan marcas en lo más hondo de tu ser y permanecerán
muy vivas en tu memoria. Narrada con una delicadeza exquisita, esta es una de
esas historias donde las emociones están muy presentes y donde incluso un
suceso trágico puede estar revestido de belleza por la forma en la que es
contado. Además, en la historia se mantiene muy vivo un mensaje de
esperanza y es que aun en las
condiciones más adversas, la vida siempre se abre camino y debemos ser capaces
de reinventarnos y seguir.
Es difícil resistirse viendo tu entusiasmo pero, no sé, la novela intimista me suele dar miedo y, en todo caso, ahora mismo no me apetece una historia así. Quizás más adelante
ResponderEliminarBesos
Pues habrá que apuntársela, con la nota que le has dado y por lo que cuentas, se ve que te ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos
La tengo en mi lista desde hace un tiempo, pero me los voy quitando de 5 en 5 y aún quedan "cincos" delante 😣
ResponderEliminarQué asco ser pobre.
Besitos cielo 💋💋💋
A pesar de que se nota que te ha gustado yo tengo algo que me frena con esta novela. Creo que ahora mismo no la disfrutaría igual.
ResponderEliminarPreciosa reseña. Hace semanas que lo tengo en mi wish-list, pero de momento no me atrevo. Un besazo.
ResponderEliminarHola, Mª Ángeles. Lo tengo anotadísimo, y será una de mis próximas compras.
ResponderEliminarBesos y buen jueves.
Me llama muchísimo la atención este libro. Con cada reseña que sacáis, más me interesa.
ResponderEliminarBesos.
Tuvimos el placer de entrevistar a Marta, y me dejó con ganas de leerla ^^
ResponderEliminarPues a pesar de tus buenas impresiones, no me la llevo, no estoy ahora mismo para una lectura como esta.
ResponderEliminarUn beso
hola guapa la verdad es que no la veo para mi.
ResponderEliminarUn besazo
Todas coincidís en vuestra opinión sobre este novela, pero yo tengo claro que no es para mi. Besos.
ResponderEliminarLo tengo entre ceja y ceja. Caerá
ResponderEliminarMe anoté esta novela y Feliz final del blog de Manuela, fue muy gracioso porque yo creía que era un manual de botánica, y luego leyéndola, viendo sus impresiones tan sentidas... pues que me apetecía y la llevé a la cesta de Amazon. Luego al final solo compré una de las dos novelas y mira que me arrepiento, veo que te ha gustado tanto como a ella.
ResponderEliminarUn beso
Cómo se nota que la has disfrutado! Como me tropiece con ella, no voy a dejarla pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sé que me gustaría pero no creo que ahora sea el momento de esta lectura para mí.
ResponderEliminarBesos
Veo la has disfrutado muchísimo y ya la tenía más que anotada después de que Manuela me sacara de mi error sobre la temática de la novela, pero he de buscarle el momento más adecuado porque, como ya sabes, no soy muy asidua a este género. Besos
ResponderEliminarManuela me dejó con unas ganas tremendas y veo que tú también la has disfrutado mucho. Que dos blogueras le den cinco estrellas ya dice mucho...acabaré leyéndola seguro ;)
ResponderEliminarBesitos
Me gusta lo que cuentas, así que me lo llevo, me alegro de que la hayas disfrutado. Besinos.
ResponderEliminarNo me importaría leerla, Ángeles. Últimamente se nota que disfrutas mucho con la lectura de novelas intimistas: tus magníficas reseñas así lo indican. Besos.
ResponderEliminarSi te digo la verdad, cuando he visto este libro no me llamó nada la atención pero he leído tu reseña y me has hecho cambiar de opinión. El inicio, con ese accidente, me ha recordado a otra que ahora no soy capaz de poner en pie. El duelo es un tema tremendo. No me importaría darle una oportunidad. Gracias por la propuesta. Besos
ResponderEliminarSeguro que entiendes que en este momento no es una lectura para mí. No sé cuándo podrá serlo, aunque tiene pinta de ser de las que emocionan. Besos
ResponderEliminarPreciosa reseña, me gusta mucho lo que cuentas sobre esta novela, pero soy consciente de que ahora no es el momento de leerla.
ResponderEliminarBesos
Ay vi que comentaste algo por Instagram que te había gustado mucho y vaya, me has dejado con muchísimas ganas de leerlo. Saludos :D
ResponderEliminarLo tengo fichado. Caerá, espero que más pronto que tarde. Un besote!
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