Bookeando

con MªÁngeles

Esta semana leo #26-2019

24/6/19

Felicidades a todos los Juanes y Juanas. Comienza una nueva semana con los termómetros al rojo vivo en casi toda España. Y eso hace que todo pese mucho, incluso las lecturas. O si me apuráis, las reseñas. ¡Qué me cuesta a mi reseñar en junio! No sé si es que aquí en Málaga estamos achicharrados o los de León están igual. En fin, bromas aparte, os cuento lo que me traigo entre manos esta semana. Apenas me dio tiempo a empezar Madera de savia azul de José Luis Gil Soto este fin de semana, pero a ciento cincuenta páginas leídas me está gustando mucho la historia y sobre todo, la forma en que está contada te atrapa. Seguro que con todo lo que tengo planeado me ocupará prácticamente toda la semana y, si me diera tiempo a empezar otra sería Los señores del humo de Claudio Cerdán, un thriller que tiene una pinta estupenda. 


Y, vosotros, ¿qué leéis?

La sospecha - Fiona Barton

21/6/19



SINOPSIS

Cuando dos jóvenes británicas desaparecen en su año sabático en Tailandia, su caso pasa a copar el foco de la atención mediática internacional. La periodista Kate Waters está lista para informar sobre la historia: como siempre, quiere ser la primera en conseguir la exclusiva y descubrir la verdad, y esta vez no será una excepción. Sin embargo, a medida que se van conociendo más detalles de la investigación, Kate no puede dejar de pensar en su propio hijo, a quien no ha visto en dos años.


MIS IMPRESIONES


Hace tan solo unos meses que leí por primera vez a Fiona Barton. No fue con La viuda, una novela que aún duerme el sueño de los justos en mi estante sino con La madre con la que me adentré en las letras de una autora que me dejó muy buen sabor de boca y me animó enseguida a repetir con La sospecha, su última novela publicada. 

27 de julio de 2014. Dos adolescentes mochileras ponen rumbo a Tailandia con la idea de vivir el viaje de sus sueños. Aunque vecinas y compañeras de estudios, Alex O’Connor y Rosie Shaw no pueden ser más diferentes, pero la necesidad de contar con alguien para el viaje las hace embarcarse en una aventura que, ya desde las primeras páginas, adivinamos comenzará a hacer aguas por todas partes. Tras una semana sin noticias de las jóvenes se encienden todas las alarmas, y el 15 de agosto la familia decide poner el caso en manos de la policía. Un nuevo caso que para el inspector jefe Bob Sparkes llega en un momento personal muy complicado. La estrecha amistad que le une con la archiconocida Kate Waters, periodista del Post, hará que contacte con ella enseguida, quien se volcará de inmediato en el asunto, movida además de por la noticia, por cuestiones personales. Y es que su hijo mayor, Jake, después de abandonar los estudios hace casi dos años e instalarse en Phuket lleva más de siete meses sin más contacto con ellos que una breve llamada hace apenas un mes. 

Con estos mimbres, una novela cuya trama en sí no es nada novedosa, y desde mi punto de vista no tan potente como La madre, comienza un thriller que, sin embargo, sí que me ha proporcionado unas horas de puro entretenimiento, un auténtico pageturner en el que esta periodista estrella, siempre ávida de noticias va a verse entre las cuerdas al ser parte afectada en un caso al que si algo hay que reconocerle es que engancha de mala manera y te sumerge en una espiral por desentrañar la misteriosa desaparición de estas dos jóvenes y lo acontecido durante sus vacaciones. 

Como ya lo hiciera en La madre, Fiona Barton, nos va presentando la historia a través tres hilos argumentales en el presente, en los que se alternarán capítulos con el título de: la periodista, la madre o el inspector, en los que dos voces narrativas nos van a ir dando a conocer el avance de la investigación policial, la situación vivida por la familia de las jóvenes, y el reportaje de investigación llevado a cabo por Kate Waters, la única que se exprese en primera persona. También será un narrador omnisciente encargado de transmitir los hechos del pasado, que se estructuran en capítulos numerados como Bangkok, día 1, 2… comenzando desde el día 27 de julio de 2014 y desembocando en agosto de 2014. 

La trama es muy ágil, y a pesar de que el escenario y ciertos temas de la historia son de sobra conocidos para nosotros, atrapa desde las primeras páginas e irá avanzando y retrocediendo hasta montar todas las piezas de un puzle no demasiado complejo y con un desenlace, al menos en parte, para mí imprevisible. De una parte, Kate Waters, nos contará en primera persona su investigación periodística que se moverá en dos escenarios: Winchester y Bangkok, por otro lado un narrador omnisciente nos irá los detalles del viaje, centrándose en las vivencias de Alex O´Connor en los que además se intercalará cierta correspondencia de la protagonista con un personaje cuya identidad no sabremos hasta bien avanzada la novela. Otro tema que pone de manifiesto la autora en esta historia es cuán difícil es conocer a determinadas edades quiénes son realmente nuestros hijos y cómo se comportan a nuestras espaldas. 

La sospecha de Fiona Barton es un thriller que cumple lo que promete, puro entretenimiento. Y aunque, creo que la anterior novela de la autora dejó el listón más alto, sí que me ha parecido interesante y muy bien llevado cómo Barton pone a su protagonista estrella, la periodista Kate Waters en el centro del huracán. Una profesional que se va a ver literalmente contra las cuerdas y pasa de ser cazadora a ser presa, con toda la controversia e incomodidad que eso conlleva. Barton, sabe cómo mover los hilos para enganchar al lector. A mí me gusta su forma de contar las cosas y estoy dispuesta a seguirle la pista en futuras publicaciones. 

La quinta víctima - J.D Barker

19/6/19

El FBI ha retirado del caso Anson Bishop (el asesino de El Cuarto Mono) a Porter y su equipo, que pronto se enfrentan a una nueva serie de asesinatos: tras estar desaparecida durante tres semanas, el cuerpo de Ella Reynolds aparece en un estanque del Parque Jackson, aunque el agua hace meses que se heló. Además, lleva la ropa de otra joven desaparecida hace tan sólo dos días. Porter y su equipo empiezan a reconstruir las pistas de este nuevo caso y, al mismo tiempo, en secreto, Porter sigue el rastro de Anson. Cuando sus superiores lo descubren, Porter queda suspendido de sus funciones mientras Clair y Nash buscan al asesino del lago. La pista de Anson llevará a Porter desde Chicago hasta Nueva Orleans y a Carolina del Sur. A cada paso que da, Anson parece estar manipulando los acontecimientos, siempre un paso por delante y Porter se da cuenta de que el único lugar más oscuro que la mente de un asesino en serie es la de la madre que le dio la vida.


MIS IMPRESIONES


El buen tiempo invita a la lectura y la segunda entrega de trilogía de J.D. Barker era una de las publicaciones más esperadas de la temporada. Tened en cuenta dos cosas importantes: esta es una trilogía que forzosamente hay que leer en orden. Los que no hayáis leído El cuarto mono y tengáis intención de hacerlo, por favor, absteneos de seguir leyendo esta reseña porque puede haber algún spoiler.

Chicago. Febrero de 2015. En el lago del Parque Jackson aparece el cuerpo sin vida de una adolescente desaparecida varias semanas atrás. Los primeros análisis generan gran confusión ya que la chica va ataviada con una ropa que no se corresponde a la que llevaba en el momento de su desaparición. Además, es complicado que se pudiera ahogar en un lago que lleva congelado varios meses. Todo se complica en cuanto se tiene noticia de la desaparición de una segunda chica. Y aunque todo parece apuntar a que Bishop ha vuelto a las andadas, Sam Porter, que está obsesionado con la investigación de El cuarto Mono, no lo tiene tan claro: no existe conexión aparente y el modus operandi nada tiene que ver con el empleado por con sus anteriores víctimas. ¿Qué está ocurriendo? ¿Ha cambiado Bishop su estrategia o estamos ante un nuevo asesino en serie?

Hay que reconocer que J.D. Barker sabe cómo atraparte en tan solo unas páginas. Y es que, si El cuarto mono tenía un ritmo frenético, La quinta víctima le va a la zaga. Una prosa sencilla, mucho diálogo, giros inesperados, una investigación que se bifurca, una serie de sucesos que nos tienen un tanto despistados buscando explicaciones y una tensión acuciante serán ingredientes suficientes para mantener en jaque al lector hasta las últimas páginas, dejándolo ansioso por conocer qué le deparará la última entrega de la trilogía cuando por fin se puedan resolver las muchas preguntas que siguen flotando en el aire.  

Un narrador omnisciente será nuestro guía en una trama desenfrenada en la que, a los múltiples sucesos que acontecen, habrá que añadir esa visión periférica que nos proporcionan los constantes saltos entre uno y otro protagonista, como si el narrador planease alrededor de todo y tuviese una situación privilegiada de antemano.  

Cuatro días de acción sin límites es lo que vamos a encontrar en esta nueva entrega del autor. Una novela que nos permite una amplia visión de los hechos, ofreciéndonos diferentes puntos de vista de un mismo momento en continua alternancia de sus protagonistas. Así sabremos no solo de los avances del equipo de homicidios sino también del desconcierto y el miedo que atenaza a las víctimas, sabiéndose a merced de un perturbado mental que no dudará en hacer uso de las técnicas más despiadadas, incluso sabremos del propio asesino. 

Chicago, Nueva Orleans o Carolina del sur serán algunos de los escenarios de esta escalofriante entrega con la que J.D. Barker se adentra en el oscuro laberinto de una mente perturbada. Sam Porter no cejará en su empeño por dar caza a Bishop aunque en esta ocasión tendrá que ceder al menos parte del protagonismo a otro equipo investigador.

La quinta víctima es una de esas novelas que son pura adrenalina. Acción sin límites, persecuciones, mentes criminales capaces de llevar a cabo actos realmente deleznables y unos giros impresionantes harán las delicias de un lector que se queda con muchas ganas de llegar al cierre de la trilogía porque, todo hay que decirlo, quedan muchas preguntas sin resolver.

Esta semana leo #25-2019

17/6/19

Esta semana no me voy a embarcar en grandes planes porque la pasada prácticamente no leí nada y llevo un arrastre impresionante, así que sigo con Oxen, la primera víctima y cuando lo acabe, que no se sabe cuándo será, porque vuelvo a estar sin tiempo, llegará el turno de Madera de Savia azul de José Luis Gil Soto. Esto es lo que tiene ir a una presentación, y es que te entran unas ganas locas de leer el libro nada más salir de allí. Yo, de momento, voy a tratar de empezarlo.


Y, vosotros, ¿qué leéis?

La fragilidad del crisantemo - José Vicente Alfaro

13/6/19

Dos hermanos pequeños se sumergen en la profundidad del bosque en busca de leña, cuando una extraña criatura alada se materializa ante sus aterrorizados ojos… 
A partir de aquí se desencadena una vertiginosa trama de aventuras, intriga y romance en el desconocido y deslumbrante Japón clásico del periodo Heian, cuya capital se convertiría en centro cultural más floreciente del mundo, desarrollándose un culto a la belleza y al complejo ceremonial cortesano como nunca antes se había conocido. 
El emperador, fuente absoluta del poder, a quien se le atribuía un origen divino como descendiente directo de la diosa solar Amaterasu Okami, gobernaba sobre una población empobrecida, salvo por una minoría conformada por la privilegiada aristocracia. En todo caso, la mentalidad de unos y otros se hallaba impregnada por la creencia en todo tipo de demonios y criaturas sobrenaturales —los yokai—, que desde tiempos inmemoriales formaban parte del folclore japonés e influían directamente sobre sus vidas. 
En este universo de leyenda tendrán lugar las vicisitudes de los tres protagonistas: Asatori, un humilde campesino; Katsumi, una dama erudita; y Tokinobu, un agente de la Guardia Ciudadana, que al comienzo de la historia nada tienen en común. Cortesanos, aristócratas, princesas, adivinos y guerreros expertos en artes marciales se codean en esta vertiginosa narración que también incluye personajes reales, como el emperador Kanmu o el comandante Sakanoue no Tamuramaro.


MIS IMPRESIONES


Ya sabéis que la novela histórica está entre mis géneros preferidos y de la mano de José Vicente Alfaro es muy fácil aprender muchísimo sobre civilizaciones o épocas poco tratadas en literatura. Aunque hasta la fecha ha venido autopublicando sus novelas, por fin la editorial Planeta a través de su sello Martínez Roca ha apostado por su último trabajo. Os hablo de la fragilidad del crisantemo.

Como no podía ser de otra manera y aunque mucho se ha escrito sobre el Japón medieval y los samuráis, este autor en su afán por mostrarnos culturas menos conocidas,  nos traslada en La fragilidad del crisantemo a una época anterior: el periodo Heian, una época de paz y esplendor, fundamentalmente desarrollada en Heian-Kyo (actual Kioto), donde las artes y las letras, en especial la poesía marcaban el modo de vida tanto de la aristocracia como de la nobleza, a la cabeza de los cuales se encontraba el emperador Kanmu, la máxima autoridad en todas las esferas y cuya figura se suponía descendiente de la diosa del sol y divinidad suprema de la nación, Amaterasu Okami. Y así, en una sociedad de jerarquizada, elitista, ceremoniosa, de creencias religiosas muy arraigadas, con infinidad de dioses, lugares y objetos sagrados, donde conviven el sintoísmo y el budismo, llegamos al siglo IX d.C.

En un bosque de la provincia de Yamashiro, los tengu (unas criaturas sobrenaturales, aladas y con un largo pico, a caballo entre un ave y una persona y que habitan en los bosques y las montañas) han apresado a una nueva víctima. De nuevo un niño campesino que casi con toda certeza jamás aparecerá. A pesar de que la población rural está cada vez más preocupada por el asunto, las autoridades han hecho caso omiso del tema dada la baja consideración que tienen en el marco de la sociedad los campesinos, considerados poco más que animales incapaces de sentir como la alta sociedad.

Asatori, un joven campesino que en la actualidad tiene dieciocho, consiguió volver después de ser raptado por los tengu y, aunque no recuerda nada de su desaparición con tan solo diez años, en una sociedad marcada por la superstición, la brujería y las prácticas ocultistas, ha tenido que vivir con el estigma de estar maldito. Su aislamiento y la imposibilidad de formar familia le llevan a tomar la decisión de buscar un nuevo futuro lejos de su aldea.

En otro hilo conocemos a Katsumi, una joven ilustrada, hija de un aristócrata muy vinculado al mundo de las letras, y cuya pasión ha heredado. Tiene edad de elegir  pareja, pero es una joven con las ideas muy claras, una gran capacidad analítica y lógica, y el hecho de no estar dispuesta a someterse a determinadas reglas relacionadas con los estándares de belleza femenina de la época complica su decisión.

Por último, conocemos a Tokinobu, un joven que trabaja en la Guardia ciudadana (un cuerpo similar a la policía), y que al proceder de un linaje inferior tiene dificultades para emparentar con una dama de la aristocracia a la que pretende y para cuyo fin pedirá ayuda a su amigo Oshimoro, un famoso perfumista.

Tres hilos argumentales se irán desarrollando hasta encontrar un punto de unión en una novela narrada de forma sencilla, con un ritmo muy ágil que, con un misterio como eje central de la trama, nos muestra un fresco de la sociedad nipona de la época: sus deidades, su rígida jerarquía social y la imposibilidad de las clases más desfavorecidas de escalar sin más razón que su origen, la distribución de la tierra y su propiedad,  la ceremonia del cortejo y la importancia de hacerlo de acuerdo con unas reglas, la estructura de sus ejércitos, sus luchas intestinas y sus planes de expansión.

La fragilidad del crisantemo vuelve a confirmarme que José Vicente Alfaro tiene una habilidad especial para aunar novela histórica y entretenimiento. Es uno de esos autores ideales para aquellos que tengan más miedo al género se atrevan con él porque a buen seguro repetirán la experiencia. A mí me ha encantado conocer este Japón clásico, su cultura, y en especial esos wakas de ida y vuelta que forman parte de su cortejo.

Esta semana leo #24-2019

10/6/19

Buenos lunes a todos. Comenzamos nueva semana, al menos en mi caso, con energías renovadas y ganas de leer e ir a un par de presentaciones. Hay dos eventos en Málaga que me apetecen un montón. El jueves vendrán Lorenzo Silva y Noemí Trujillo a hablarnos de su nueva novela, Si esto es una mujer. El sábado será Jose Luis Gil Soto el que nos presente Madera de savia azul en la librería Prometeo. Vamos que con lo playera que soy, me salto el sol  por un día para ver qué nos cuenta este hombre. 

La semana lectora se inicia con La sospecha de Fiona Barton, un libro que muy fiel al estilo de la autora engancha de mala manera. Con idea de leer un poquito el otro día, me zampé casi media historia, y es que, palabra, que engancha. Cuando acabe con ella llegará el turno de Oxen de Jens Henrik Jensen, una novela con la que se inicia una nueva serie de novela negra nórdica, que muchos de vosotros ya habéis disfrutado y yo espero hacerlo en breve.


Y, vosotros, ¿qué leéis?


Un matrimonio perfecto - Paul Pen

7/6/19

megustaleer - Un matrimonio perfecto - Paul PenFrank y Grace forman el matrimonio perfecto. Pero cuando emprenden junto a sus dos hijos un viaje en autocaravana a través de los Estados Unidos, no pueden imaginar que se dirigen a un encuentro inesperado, capaz de destruir a la familia y poner sus vidas en peligro mortal. 
Traducido en Alemania, Italia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, y con más de 150.000 ejemplares vendidos, Paul Pen regresa con una sorprendente novela que se lee sin freno. Un vertiginoso descenso al lado oscuro de lo cotidiano, a los terribles secretos que todos escondemos tras nuestras fachadas de aparente perfección.


MIS IMPRESIONES


Fue hace un par de años con La casa entre los cactus como conocí a un autor del que no había oído más que maravillas. Y me gustó mucho la historia, la ambientación, esa atmósfera claustrofóbica que crea tan solo con unos cuantos personajes. Un matrimonio perfecto es mi segunda lectura de Paul Pen y os cuento qué me ha parecido.

Frank y Grace llevan una vida perfecta. Muchos años juntos, una relación estable, dos hijos maravillosos…pero de un tiempo a esta parte parece que la mala suerte se ha cebado con ellos y, aprovechando que por fin han comprado esa autocaravana en la que tanta ilusión tenían depositada, van a emprender un largo viaje y comenzar una nueva vida en Boston. Pero el trayecto es largo y en el camino piensan visitar un precioso paraje de aguas termales, un lugar remoto, remanso de esa paz que necesitan. Sin embargo, no todo va a salir como ellos esperaban porque un incidente en el camino va a alterar por completo sus planes y poner sus vidas en peligro.

Con esta segunda novela de Paul Pen tengo claro que este autor tiene un sello inconfundible: sus historias son sencillas, atrapan desde la primera página, muy cinematográficas y con unos pocos personajes es capaz de crear una situación tan límite que provoca un desasosiego sin igual en el lector.

Es fácil caer en las garras de la historia: la prosa es sencilla, la historia tan ágil y que te lees en dos sentadas. Esa sensación de que se avecina una tragedia te incita a leer más y más hasta un desenlace que, en esta ocasión, me ha parecido demasiado simple o quizá rápido. No es que no sea coherente, que lo es, pero me han quedado algunas preguntas en el aire sobre cierta protagonista a tenor de la situación generada. Y esta es la única pega que le pondría a una novela que he leído con verdadera avidez porque la tensión, como ya os he dicho, se masca desde las primeras páginas aun sin saber a ciencia cierta el fondo de la cuestión.

Los protagonistas, un matrimonio de mediana edad y sus dos hijos: Audrey de dieciséis años y Simon de nueve. Mark trabaja en una cadena hotelera, Grace tiene un canal de YouTube y aunque en casa tienen los problemas típicos de parejas con hijos adolescentes, ellos parecen llevarlo bien.

En un matrimonio perfecto Paul Pen vuelve a ahondar en la psicología de los personajes, a ponerlos contra las cuerdas, despojarlos de capas y capas que evidencian que todos somos mucho más de los que aparentamos, que detrás de nuestras fachadas puede haber personas llenas de miedos, complejos, secretos, frustraciones…imprevisibles en cualquier caso ante determinadas situaciones, y también capaces de otras tantas que ni siquiera nosotros mismos podríamos llegar a imaginar.

Un entorno aislado puede ser un lugar idílico, lejos del mundanal ruido, un pulmón donde respirar aire puro y relajarse. O puede ser una trampa mortal y está claro que el autor sabe mover los hilos adecuados para crear atmósferas opresivas, personajes llenos de claroscuros, de aristas, introduciendo algunos giros tan inesperados que cambian por completo el rumbo de la historia y te mantendrán pegado a sus páginas. A pesar de todo, y de ser un thriller no es la velocidad de los acontecimientos, que diría es más bien pausada, lo que te pega las páginas del libro sino la tensión, que además está muy bien dosificada.

Un matrimonio perfecto es una de esas novelas que sabe cómo enganchar al lector. La sencillez de la trama no impide sin embargo hacernos sentir esa tensión in crescendo o sorprendernos con giros inesperados y situaciones límite. Si queréis algo entretenido y sin mayores complicaciones para las tardes veraniegas, esta puede ser una buena opción.

Antes de los años terribles - Víctor del Árbol

5/6/19

«Antes de los años terribles yo era un niño feliz en ese lugar. La felicidad parecía el estado natural de la vida, algo tan obvio como que cada mañana salía el sol. Los primeros rayos de luz se colaban entre las ramas de palma del techo aquella mañana en la que todo empezó a cambiar.» 
La vida de Isaías volvió a empezar el día que llegó a Barcelona siendo un muchacho y dejó atrás su mundo. Después de mucho tiempo ha construido una nueva vida junto a su pareja, mientras intenta abrirse camino con un negocio de restauración de bicicletas. Todo cambia el día que recibe la visita de Emmanuel, un antiguo conocido que lo convence para que regrese a Uganda y participe en un encuentro sobre la reconciliación histórica de su país. 
Aceptar esa propuesta hará resurgir un pasado que Isaías creía haber dejado atrás. Se verá forzado a enfrentarse al niño que fue, mirarlo a los ojos sin concesiones y perdonarse a sí mismo, si quiere seguir adelante con su vida y no perder a su mujer, que pronto, y de la peor manera, descubrirá una terrible verdad: no siempre lo conocemos todo de aquellos a quienes amamos. 
Cuando se ha llegado demasiado lejos, huir no es una opción.


MIS IMPRESIONES


Adentrarme en en una nueva novela de Víctor del Árbol es para mí apostar a caballo ganador aun a sabiendas de que esa historia dolerá, removerá y se quedará dando vueltas en mi mente mucho tiempo. La sinopsis de Antes de los años terribles dejaba intuir historia dura y a pesar de que eso no era más que la antesala de lo que aguardaba en su interior, no puedo más que recomendaros su lectura. Una vez más vuelvo a caer rendida ante la capacidad de este autor para transmitir, remover y hacer sentir. Os cuento mis impresiones.

Isaías Yoweri es un superviviente. Él consiguió escapar del horror, dejar atrás su Uganda natal y recalar en España siendo apenas un adolescente. Desde hace muchos años vive en Barcelona, donde se gana la vida con un pequeño taller de reparación de bicicletas. Ha conseguido estabilidad emocional junto a Lucía, su pareja, y pronto será padre. Los cimientos sobre los que ha asentado esta nueva vida se tambalean cuando un compatriota suyo le pide que vuelva a Uganda para participar como ponente en unas jornadas sobre la reconciliación histórica de su país. Esa vuelta abrirá antiguas heridas que no estaban cerradas y le obligará a encarar determinadas verdades que en su huida trató de enterrar por el dolor que entrañaban. Ahora, para vivir una vida plena habrá de enfrentarse a todo lo que un día fue. Tendrá que aceptar, perdonar y perdonarse.  

Víctor del Árbol aborda en esta novela una terrible historia: la de los niños soldado. Consta de dos hilos temporales: el primero de ellos comienza en enero de 2016 en Barcelona, donde conocemos a un hombre adulto que ha rehecho su vida y se plantea volver a su país natal. El segundo nos llevará mucho más lejos: al norte de Uganda en el año 1992. Allí conoceremos al niño que fue Isaías Yoweri “antes de los años terribles”, antes de que todo se complicara, sus sueños quedaran truncados y, de la noche a la mañana, sin previo aviso, él y otros miles de niños fuesen obligados a ejercer como soldados de una guerrilla, la del LRA, al frente de la cual estaba Joseph Kony. Niños despojados de su infancia, arrancados del seno familiar y adoctrinados para matar o morir. Una novela, que aun con cierta dosis de ficción, tiene mucha carga de realidad y que tiene momentos realmente estremecedores.

Con una ambientación impecable, Víctor nos dibuja con detalle Uganda, ese país africano donde conviven diferentes etnias y culturas, un lugar en el que la religión y las supersticiones están muy arraigadas. Una elección muy acertada la de la primera persona para el narrador protagonista, Isaías, que aporta veracidad y dramatismo a la historia, ya que en todo momento conocemos lo que siente, en el pasado, ese niño de doce años que camina en medio de una guerrilla con rumbo a lo desconocido y que, pese al miedo y el desconcierto, trata de proteger en la medida de sus posibilidades a su hermano menor. También salpica al lector la incertidumbre y el miedo que atenaza a un Isaías adulto al volver a un lugar que le causa tanto dolor. No es una novela de devorar y no es que no se lea a buen ritmo ni la prosa sea muy barroca; no. Está escrita con esa prosa cuidada que es sello del autor pero los  hechos son tan duros, tan crueles y tan conmovedores que en no pocas ocasiones habrá que parar y coger aire. Y aun así también hay alegría en ella, y esperanza porque sabemos de antemano que Isaías salió de allí.

Certero siempre en sus personajes, Víctor ha creado un elenco de protagonistas tan vivos como espeluznantes en algunos casos. A través de algunos de ellos vemos los imprevisibles efectos de la guerra en unos niños sometidos a situaciones límite: unos pretenden huir del horror y dejar atrás todo, otros llevan el odio enquistado en sus venas y solo ansían venganza.

Antes de los años terribles es una novela diez con la que Víctor del Árbol vuelve a demostrar que lo suyo no es cuestión de suerte sino de talento. Una historia valiente y terrible a la vez, cargada de realidad y de denuncia social, que nos obliga a mirar de frente el horror en el que viven sumidos miles de niños en diferentes partes del mundo mientras las autoridades gubernamentales hacen la vista gorda. Una novela con un claro mensaje: siempre hay que seguir luchando y no debemos dejarnos abatir por más piedras que encontremos en nuestro camino, porque solo los que lo intentan podrán conseguirlo.

Esta semana leo #23-2019

3/6/19

Hay lecturas que son pura evasión y en un momento en que ando bastante dispersa Un matrimonio perfecto de Paul Pen ha llegado para reconciliarme con la lectura, consiguiendo atraparme tanto que estoy ya en la segunda mitad. Cuando acabe con ella, comenzaré una historia bien diferente, Ferox de Olivia Sterling que, según palabras de la propia autora, es mucho más que una novela histórica de aventuras. Una novela que habla de nuestras dudas, de la bondad, la maldad, el amor...y estoy deseando conocer a Micaela Mediaespada, su protagonista. 


Y, vosotros, ¿qué leéis?

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