
Es entonces cuando Eamonn, un joven privilegiado y atractivo, hijo de un poderoso político británico-musulmán, aparece. Los destinos de ambas familias se entrelazarán irremediablemente, con nudos que preceden a la tragedia.
Los desterrados, atiende a temas de actualidad: desobediencia civil, fidelidad y legalidad. Y con todo ello intenta responder a una pregunta: ¿Qué sacrificios estarías dispuesto a hacer en nombre del amor?
MIS IMPRESIONES
Si algo nos proporcionan los libros son viajes increíbles:
al seno de otras familias, de otras culturas, a lugares desconocidos… Y con ellos
nos empapamos del sentir de otras personas, que de no ser por esas lecturas nos
seguirían pareciendo tan lejanas. Los desterrados fue una de esas novelas por
las que sentí un flechazo inmediato. Os cuento mis impresiones.
No es fácil vivir con el estigma de ser la hija de un
yihadista. Y de eso Isma sabe bastante. Esta joven musulmana de origen pakistaní,
cuya familia lleva años afincada en el Reino Unido, tuvo que afrontar desde muy
temprana edad una vida llena la amargura
y miedo en la que, después de que su
padre resultara asesinado camino de Guantánamo, perdió a su abuela y a su madre
en un solo año. Señalados por todos, cuando su único deseo era ser invisible, hubo
de aparcar sus estudios y aceptar un trabajo en una tintorería para poder sacar
adelante a sus dos hermanos pequeños, los mellizos Aneeka y Parvaiz, que solo
tenían doce años cuando quedaron huérfanos. Siete años han transcurrido desde
entonces. Ahora, que Aneeka tiene una beca para la universidad y Parvaiz tiene un trabajo, por
fin va a retomar sus estudios. Lo hará en Estados Unidos pero todo se complica
para ellos el día que Parvaiz decide viajar a Siria e instruirse como
integrante del ISIS.
El azar la hará coincidir en América con Eamonn Lone, el
hijo de un Ministro británico de origen musulmán,
que ha escalado puestos en el Gobierno a la vez que se ha granjeado la enemistad de la comunidad musulmana.
Kamila Shamsie ha construido una historia cruda, de máxima
actualidad y con tantas certezas que es imposible despegarse de sus páginas. No
se ha de buscar en ella un ritmo vertiginoso, pero sí que encontraremos una
tensión que se masca en cada capítulo, y que aumenta a medida que avanzamos causando un completo
desasosiego en el lector, que sin adivinar qué va a ocurrir intuye lo peor
cuando vidas humanas están en juego.
Con una prosa cuidada
y llena de matices la autora no adentra en una trama a través de la cual
conoceremos la cara menos conocida de la devastación que ocasiona el ISIS: la
de sus propios familiares.
Porque nada tiene que ver rendir culto a un dios con el extremismo
religioso. Y, sin embargo, nos es tan fácil entender las reservas del ciudadano
de a pie o de las fuerzas y cuerpos de
seguridad a la hora de extremar precauciones frente al tráfico de ciertos
pasajeros. ¿Quién desde el 11S no ha pasado miedo en aeropuerto? Pero, al menos
yo, nunca me había parado a pensar en que también pudiera sentirlo, por razones
muy distintas, una chica musulmana que
simplemente trata de viajar a otro país; una joven para la que el tránsito del
aeropuerto es un camino en el que sabe que si se indaga en su identidad, y
aunque ella no tenga culpa de nada, saldrá a la luz quién es su padre. Y,
entonces, todas las puertas se cerrarán para ella. Y de ese miedo y de cómo se
tergiversan los términos y las diferentes argucias que utiliza el Estado
Islámico para el reclutamiento de jóvenes
conoceremos en esta historia. Y de que el amor que uno siente por un
hermano no entiende de nada.
Un narrador omnisciente será el encargado de conducirnos por
una historia dividida en cinco capítulos extensos, dedicados cada uno de ellos
a uno de los protagonistas que nos permite una amplitud de miras desde diversas perspectivas: Isma, Eamonn, Aneka, Parvaiz y Karamat. Me ha gustado
especialmente el papel de Isma como hermana-madre; su sacrificio, su inquietud,
la tesitura en la que la coloca que la historia de la familia se repita.
Impactante y desgarradora la historia de
Parvaiz y absolutamente maravilloso ese vínculo tan especial que existe entre
los mellizos.
Los desterrados es una novela realmente estremecedora que
nos muestra una perspectiva diferente del daño que ocasiona el fanatismo
religioso. Una historia narrada de forma impecable y con mucha delicadeza pero
que te desgarra por momentos.