Bookeando

con MªÁngeles

Amada Carlota - Marta Robles

6/11/25

 
Con el suspense de un thriller, la elegancia de la buena literatura y una verdad que estremece, Marta Robles firma su obra más poderosa. Marta Robles construye una historia que se mueve entre el pasado y el presente, en la que el carismático detective Tony Roures, curtido en guerras y desengaños, debe enfrentarse al misterio más íntimo: el que afecta al corazón de la mujer que ama. La historia arranca en 1985, cuando una adolescente alumbra a una niña en una clínica clandestina, de la que le separan inmediatamente después del parto, por decisión de su padre, un poderoso médico vinculado a las élites del franquismo. Carlota Aguado, jueza de fuerte carácter y pasado enigmático, contrata los servicios del detective Roures, con quien le une una intensa relación sentimental, para que investigue su propio caso: la separación forzada de un bebé que alumbró muchos años atrás. La investigación de Roures pondrá sobre la mesa una verdad estremecedora. Alternando tiempos, la novela reconstruye la vida de Magdalena, una joven asturiana, obligada por su entorno a un matrimonio un amor. Su testimonio, recogido en un diario íntimo, que su hija leerá muchos años después, iluminará las raíces de una historia marcada por el abuso de poder, la hipocresía moral y el dolor heredado. De forma paralela, Roures investiga un caso de abusos sexuales en el ámbito universitario, lo que permite establecer un paralelismo inquietante entre diferentes formas de violencia y manipulación ejercidas por hombres con poder sobre mujeres vulnerables. Amada Carlota es mucho más que una novela negra. Es una exploración de las heridas que se infligen a las mujeres a lo largo de generaciones. Marta Robles maneja con destreza un amplio abanico de personajes, épocas y escenarios para articular un relato cargado de denuncia, emoción y tensión narrativa que llevará al lector a cuestionarse los límites del perdón, la verdad y la identidad.


FICHA DEL LIBRO

MIS IMPRESIONES


No publico nada en este rincón desde 2022. ¡Qué barbaridad! La mayoría de las veces ha sido por falta de tiempo, otras por la concentración, por no retener como antaño detalles de lecturas y no tener ganas de devanarme los sesos pensando si he bailado una fecha o un detalle. Así es la vida, cambiamos nosotros, nuestras obligaciones, intereses y capacidades. Y a pesar de todo, de vez en cuando la vida, como canta Serrat, nos sorprende con una lectura perfecta para este momento vital. 

Hoy os hablo de Amada Carlota de Marta Robles, la cuarta entrega de la saga de novela negra protagonizada por el peculiar detective Roures, una novela que se puede leer de forma independiente a sus predecesoras ya que la autora da las pinceladas necesarias para que el lector se sitúe en la historia y conozca bien al personaje. 

La novela se desarrolla en tres tiempos: dos hilos en el pasado, uno a partir de 1969, otro que arranca en 1985, y un tercero, en el presente, en el año 2018, que se van intercalando proporcionando al lector información privilegiada sobre el curso de una intrincada historia que nos mantendrá en vilo a lo largo de sus páginas  Así, conocemos en el año 1985 a una jovencísima Mari Carmen que da a luz en una clínica gestionada por unas religiosas para poco después abandonar la misma desolada y sin su bebé. 

En el año 1969 conocemos a Magdalena, una mujer que da a luz a su tercer hijo y que, a pesar de ser la esposa de un prestigioso ginecólogo y del momento tan especial que supone el alumbramiento, desprende tristeza y nos enciende los porqués. Porque ella tiene posición, eso sí, sus padres así lo quisieron y la emparentaron bien, pero qué tiene eso que ver con la felicidad, ¿no?

En el presente, como no podía ser de otra manera, encontramos a Tony Roures un peculiar y genuino detective que anda sobre la pista de una serie de abusos cometidos en la Facultad de periodismo, pero que no dudará en dejarlo todo para ayudar a Carlota, porque la jueza Carlota Aguado, su querida Carlota: esa mujer que lo vuelve loco y a la que ama aunque a veces no se atreva a reconocerlo, le pide ayuda para un tema personal. Y algo en apariencia sencillo le lleva a remover un peligroso avispero, adentrándose de lleno en una compleja investigación sobre el robo de bebés y otros muchos desmanes que se cometieron no solo durante la dictadura sino hasta bien entrados los ochenta. 

Amada Carlota  es para mí la mejor novela de Marta Robles. Decir que es una trama sobre los bebés robados en la dictadura sería quedarnos muy en la superficie. Es una historia mucho más ambiciosa que  refleja de manera veraz el sometimiento al que antaño estuvieron sometidas las mujeres no solo en las clases más desfavorecidas sino también en las altas esferas. Machismo, prepotencia, impunidad, dolor, drogadicción, desesperanza pero también mujeres llenas de valentía, coraje y afán de superación se dan la mano en esta novela negra narrada con elegancia y pulcritud y salpicada, además, de referencias musicales, gastronómicas, turísticas e incluso con algún guiño al poder judicial. No os la perdáis. 



Las lealtades - Delphine de Vigan

28/10/22

 
Una novela desgarradora sobre un niño que se evade bebiendo y unos adultos que tratan de encontrar un sentido a sus vidas. En el centro de esta novela hay un niño de doce años: Théo, hijo de padres separados. El progenitor, sumido en una depresión, apenas sale de su caótico y degradado apartamento, y la madre vive consumida por un odio sin fisuras hacia su ex, que la abandonó por otra mujer. En medio de esa guerra, Théo encontrará en el alcohol una vía de escape. A su alrededor se mueven otros tres personajes: Hélène, la profesora que cree detectar que el niño sufre maltrato a partir del infierno que vivió en su propia infancia; Mathis, el amigo de Théo, con el que se inicia en la bebida, y Cécile, la madre de Mathis, cuyo tranquilo mundo se tambalea después de descubrir algo inquietante en el ordenador de su marido... Todos estos personajes son seres heridos. Marcados por demonios íntimos. Por la soledad, las mentiras, los secretos y los autoengaños. Seres que caminan hacia la autodestrucción, y a los que acaso puedan salvar –o tal vez condenar definitivamente– las lealtades que los conectan, esos «lazos invisibles que nos vinculan a los demás (...) las leyes de la infancia que dormitan en el interior de nuestros cuerpos, los valores en cuyo nombre actuamos con rectitud, los fundamentos que nos permiten resistir, los principios ilegibles que nos corroen y nos aprisionan. Nuestras alas y nuestros yugos. Son los trampolines sobre los que se despliegan nuestras fuerzas y las zanjas en las que enterramos nuestros sueños».


FICHA DEL LIBRO

MIS IMPRESIONES


Cuatro son ya los títulos que he leído de esta autora y si hay algo que le caracteriza es que nadie sale indemne de una de sus historias. Nada se opone a la noche la tenéis reseñada en el blog y podéis leer  mi opinión pinchando en el título. Basada en hechos reales, acabo de comprobar que no la publiqué, y la verdad no recuerdo la razón, supongo que la falta de tiempo, porque es una historia fantástica. Las gratitudes también es una novela maravillosa que leí hace unos meses en medio de una terrible crisis lectora y esa desgana que trajo consigo el periodo innombrable que hemos vivido. No la llegué a reseñar pero quizá le haga una relectura y me anime a deciros mi opinión. De momento, os cuento brevemente qué me ha parecido Las lealtades. 

Volver a Delphine De Vigan es saber de antemano que una se adentra en terreno pantanoso, y que a buen seguro necesitará una bombona de oxígeno a medio camino. Pese a todo, este es un juego donde todos ganan, y ella sabe recompensarte. Y engancharte con su capacidad para pintar con palabras lo mejor y lo peor del ser humano. 

No sabía bien qué esperar de este título porque, además, con esta autora me suelo lanzar de cabeza a la piscina sin leer la sinopsis, pero una reseña que leí hace poco sirvió para elegirla: sabía que sería durilla pero no cuánto. Qué duda cabe que la lealtad, a priori, es algo bello, que refleja honestidad y confianza plena. Hay por ahí una frase que dice algo así como que 𝘓𝘢 𝘭𝘦𝘢𝘭𝘵𝘢𝘥 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘦 de doble sentido, quien te la pide debe dártela a su vez, pero ¿qué ocurre cuando la exigimos o la esperamos de un desigual? ¿Tenemos siquiera derecho a ello?

La historia de Théo es demoledora: la de un niño con doce años al borde del abismo. Y es que bebe. Bebe a escondidas y en compañía de su amigo Mathis, y nadie parece reparar en ello. Eso sí, algunos ven en él un comportamiento extraño, aunque ni por asomo imaginan cuál es el fondo del asunto. 

Delphine de Vigan es muy concisa. La mayoría de sus historias, al menos las que yo he leído, son breves. Con doscientas páginas es capaz de dejarte destrozada. En esta solo necesita un párrafo inicial para ponerte la soga al cuello. La tensión es límite aunque no es esta una novela donde todo pase muy deprisa, es solo que todo es desolador y desde la primera página se masca la tragedia. A partir de ahí ya no puedes parar de leer con ese nudo en la garganta que no te suelta hasta el desenlace. Sabe abordar la complejidad de las relaciones humanas: las de pareja, las familiares, las secuelas de actos presentes y pasados y el papel tan crucial que ejercen los educadores. 

Es una novela brutal, terrible, impactante y a la vez no puedo dejar de recomendar su lectura. Cada cual decide. Eso sí, si la leéis, contadme. Me gustará contrastar opiniones. 


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