La chica del tren - Paula Hawkins

Que la chica del tren ha entrado pisando fuerte en las listas de ventas no es ningún secreto para nadie y era difícil resistir la tentación de hacerse con ella y comenzar nuestro recorrido. Mi viaje con él ha sido de lo más positivo y os invito desde aquí a subir al tren con Rachel.

Título: La chica del tren
Autor: Paula Hawkins
Editorial: Planeta
Páginas: 496
ISBN:  9788408141471
Precio: 18, 52 euros

Sinopsis

El bestseller que arrasa en las listas de más vendidos en EE. UU. y Reino Unido. ¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí. Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas? y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

Paula Hawkins (1973) es una escritora británica, nacida y criada en Zimbabwe. Se trasladó a Londres en 1989 y desde entonces ha vivido allí. 

Trabajó como periodista durante quince años antes de plantearse escribir. Comenzó su carrera escribiendo novelas románticas bajo un seudónimo, pero las cosas no fueron bien. Estaba en bancarrota y pensando en dejar de escribir ficción, antes de su novela, La chica del tren, que rebasó la marca de 1,5 millones de copias vendidas, lo que la convirtió en la novela adulta de venta más rápida en la historia.

Mis impresiones

Después del bombardeo publicitario que se ha recibido de esta novela era imposible no estar deseando leerla. Los primeros datos que tuve de ella eran un poco confusos, primero a través de twitter que no es para tanto, después que esto ha dado un giro inesperado y es increíble y la considero una novela espectacular, total que había que lanzarse con ella y ya vengo de vuelta con mis impresiones. 

Rachel Watson es una joven divorciada que cada mañana coge el tren para ir y volver a su trabajo en Londres. Rachel no está pasando por un buen momento. Desde que se separó no levanta cabeza, le ha dado por beber y tiene lapsus de memoria. El trayecto es largo, casi una hora y durante su camino ella fantasea acerca de cómo será la vida de los que habitan las viviendas que encuentra en su recorrido. En especial, ha reparado en una pareja que vive en Ashbury, su antigua ciudad y cuya relación ella ha idealizado, incluso ha inventado un nombre para ellos: Jess y Jason.  

Desde su separación Rachel se ha convertido en una mujer inestable psicológicamente y ahoga sus penas con la bebida. No logra pasar página de su relación con Tom y se encuentra cada día más hundida. Tiene una fijación absoluta con él y con su nueva pareja Anna.

Un buen día, durante su viaje ve algo llamativo en casa de Jess (en realidad Megan) y poco después conoce por los medios que ésta ha desaparecido. Ella tratará de ayudar en la investigación pero, ¿está en condiciones de aportar datos fiables? ¿es realidad lo que cuenta Rachel o no es más que una confusión fruto de la bebida?

La novela arranca en el verano de 2013 para después volver un año atrás y ponernos en antecedentes de cómo se ha llegado a la situación actual. Está estructurada en una serie de capítulos titulados en función de la narradora: Rachel, Megan o Anna y fechados, dato que nos ayuda a no perdernos ya que existen continuos saltos de una protagonista a otra. 

Rachel, Megan y Anna van a ser las protagonistas principales de la historia, aunque el peso más importante de la historia recae sobre Rachel,  y a todas las vamos a conocer muy bien a través de la narración en primera persona de cada una de ellas. Tres mujeres que, a medida que las vamos conociendo, no son tan diferentes entre sí. Especial atención merece, bajo mi punto de vista, el perfil que la autora nos hace de Rachel porque ha sabido plasmar en ella todas las características de una alcohólica que, pese a darse cuenta de que su vida es un auténtico caos y que al primer contratiempo que se le presenta cae de nuevo en el abismo, le es imposible luchar contra su adicción. 

Tengo que reconocer que durante las primeras cincuenta páginas de la historia he dudado sobre la necesidad de volver a empezar de nuevo. Tenía la sensación de que perdía datos y que no estaba quedándome con todo. A partir más o menos de este punto, la trama comienza comienza a ser más asequible aunque no por ello nos va a dejar de aportar un montón de sorpresas.

Me esperaba una novela de un ritmo mucho más intenso, pero pese a que tiene ritmo no es ni mucho menos frenético sino que lo que se va creando es un clima de tensión que aumenta a medida que avanzamos páginas. Llega un momento en que todos los personajes tienen alguna motivación para ser considerados sospechosos y nos hacemos mil cábalas sobre lo que puede haber ocurrido pero ni de lejos podemos adivinar el desenlace.

Se ha comentado que existe una cierta semejanza con Perdida de Gillian Flynn y yo sí que lo he encontrado similar en cuanto a la narración que hace la protagonista principal aunque son dos historias totalmente diferentes. 

En resumen, La chica del tren es una novela con la que se disfruta mucho, totalmente recomendable, la tensión está asegurada, los personajes son todos sospechosos de algo y el final es totalmente inesperado.