Música para feos - Lorenzo Silva

Si os digo que he releído esta novela para reseñarla porque no quería dejar de mencionar ninguna de las maravillosas sensaciones que me ha aportado quizá entenderéis cuánto me ha gustado. Música para feos es una historia llena de sensibilidad que no podéis dejar escapar. 

Título: Música para feos
Autor: Lorenzo Silva
Nº de páginas: 224 págs.
Editorial: Destino
ISBN: 9788423349326
Precio: 18 euros

Sinopsis

Una historia de amor a contracorriente, entre una joven periodista y un militar veterano, con el telón de fondo de la guerra de Afganistán.Mónica y Ramón se conocen por azar, en un local nocturno, en el que ninguno de los dos pinta gran cosa. A veces, las historias comienzan así. Mónica y Ramón no han tenido mucha suerte en la vida, ni les quedan demasiadas esperanzas de tenerla alguna vez. Mónica es una periodista al borde de los treinta que subsiste con un subempleo que detesta. Ramón, mediados los cuarenta, se obstina en ser un misterio: no desvela a qué se dedica. Podrían no haberse vuelto a ver nunca, pero una semana después se reencuentran y la cosa ya no tiene remedio: la música que se les negaba empieza a sonar. Tiempo después, Mónica lo recuerda. En sus propias palabras:“Lo único limpio y hermoso que de veras he tenido”.

Lorenzo Silva (Madrid, 1966) ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997), Noviembre sin violetas, La sustancia interior, El urinario, El ángel oculto, El nombre de los nuestros, Carta blanca(Premio Primavera 2004), Niños feroces y la Trilogía de Getafe, compuesta por Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia,El cazador del desierto y La lluvia de París. Es autor del libro de relatos El déspota adolescente y del libro de viajes Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos. En 2006 publicó junto a Luis Miguel Francisco Y al final, la guerra, un libro-reportaje

sobre la intervención de las tropas españolas en Irak, en 2008 un ensayo sobre El Derecho en la obra de Kafka y en 2010 Sereno en el peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil (Premio Algaba de Ensayo). Además, es autor de la serie policíaca protagonizada por los investigadores Bevilacqua y Chamorro, iniciada con El lejano país de los estanques(Premio Ojo Crítico 1998) y a la que siguieron El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000), La niebla y la doncella, Nadie vale más que otro, La reina sin espejo y La estrategia del agua.

Mis impresiones

Decir que esta historia me ha gustado sería decir muy poco. La verdad es que me ha sorprendido por completo lo que me he encontrado en Música para feos. De Lorenzo Silva sólo había leído La marca del meridiano, una novela que me gustó muchísimo pero que se mueve en un género completamente distinto. Había visto buenas opiniones de la novela pero no me había parado demasiado en detalles porque cuando quiero ir a por un libro prefiero hacerlo un poco a ciegas para dejarme sorprender y ¡vaya si lo ha hecho!

Mónica es una joven de 29 años que, tras una mala experiencia con una relación anterior, está un poco decepcionada con el amor. Es muy joven pero no espera demasiadas sorpresas en su vida. Ella misma, a través de una narración en primera persona nos lo cuenta así: 

Era un viernes por la noche, o lo que es lo mismo, el momento más temido por una mujer como yo: joven, pero ya no tanto como para tener el alma y la piel libres de rasguños, y con algún recorrido a las espaldas, pero todavía no tanto como para comprarme un gato y no esperar nada más de la vida.

Mónica, que no cuenta con ningún plan especial para el viernes noche, se deja arrastrar por la propuesta de su compañera Alba para salir a tomar unas copas. Va a ser a altas horas de la noche cuando conozca a Ramón, un cuarentón misterioso y sereno, parco en palabras pero que lanza dardos certeros y fulminantes. Ramón la acompaña a casa y rechaza la propuesta de Mónica de acompañarla dentro a la espera de que sopese su ofrecimiento de manera serena. Haciendo gala de su templanza,

Ramón, le ofrece su número de teléfono y le anima a llamarle en una semana si sigue interesada en él. Mónica, que en un principio se queda descolocada, decide concertar una nueva cita la semana siguiente y es a partir de aquí cuando comienza una historia tan diferente a lo que he leído hasta ahora pero tan real y tan posible que me ha conquistado por completo. 

Me parece maravillosa la forma en la que Lorenzo Silva consigue meterse en la piel de una mujer y mimetizarse con ella porque, aunque son dos los protagonistas de la novela, es Mónica en primera persona la que nos va a arrastrar con su narración en primera persona en un torbellino de emociones inesperadas y desconocidas. Mónica es bastante más joven que Ramón pero su último fracaso la ha dejado con cierta apatía hacia las relaciones. Trabaja como periodista con un sueldo irrisorio y no está pasando por su mejor momento personal. 

Estamos ante una novela en la que la música tiene un peso muy importante y yo misma no he podido resistirme a escuchar durante la lectura algunos de los artistas citados: Tino Casal, Alan Parsons Project, Amy Winehouse, Franco Battiato, etc. 

La historia no tiene un ritmo vertiginoso y transcurre en apenas unos meses pero ha conseguido atraparme desde las primeras páginas y es que  no es tanto lo que cuenta Lorenzo Silva sino cómo lo cuenta porque su prosa es preciosa, sencilla, cálida, un auténtico deleite. Te cala, te traspasa y a partir de ahí te conviertes en Mónica y quieres seguir conociendo más y más de ese tipo tan peculiar que es Ramón. Y es que Ramón se convierte en nuestro modelo de hombre en cuanto le conocemos y lo más curioso de todo es que es un tipo de lo más común, no es que sea físicamente arrebatador, ni especialmente simpático pero es una persona muy serena, que sabe escuchar, que no dice nada por decir, sopesa las cosas sin prisa y, cuando siente de verdad,  te lanza una flecha te dobla por la mitad.

 La felicidad es separarse y no tener miedo de no volver a verse, despedirse con un beso rápido en el andén y luego viajar sentada en el vagón rumbo a la soledad de tu casa, que desde que existe el otro, y desde que se produjo el encuentro, ya no es una condena, sino otro lugar donde esperar, serena y confiada, la oportunidad de recobrarlo todo, entero y sin menoscabo, mejor aún que en el comienzo, tan sólo una semana después, siete días que, para variar, tendrán uno por uno sentido. 

Sinceramente, no puedo más que aconsejaros que os hagáis con un ejemplar de Música para feos cuanto antes. Yo lo he leído en digital y, a toro pasado os aconsejo el papel. Hacedme caso, por favor, esta es una historia para subrayar y recordar. Os aseguro que si os gusta una tercera parte de lo que a mi vais pasar un buen rato con ella.