Sus encuentros son un gran baño de luz. Salvador se ilusiona y le cambia el nombre, la llama Altisidora, como un personaje del Quijote. Ambos se enamoran y construyen una relación madura, con las prevenciones propias de sus cuerpos y recuerdos: el pasado reaparece constantemente.
Los besos es una novela de amor romántico e idealizado, pero también de piel y amor carnal, de cómo en mitad de una crisis universal dos seres humanos intentan regresar a la patria biológica y atávica del erotismo, ese lugar misterioso donde hombres y mujeres encuentran el sentido más profundo de la vida.
Erotismo y ternura: el equilibrio perfecto
Cuando el amor descubre el sentido más profundo de la vida
FICHA DEL LIBRO
MIS IMPRESIONES
Un tuit despertó este verano mi interés por la novela y un vistazo a su sinopsis me confirmó que tenía que leer Los besos, una de las novedades más esperadas de la rentrée y, además, la novela con la que me estreno con este autor a pesar a tener Ordesa esperando turno en el estante.
Salvador es un profesor de 58 años que tras una revisión médica ha visto anticipada su jubilación. Su soledad, ese no saber qué hacer ahora y el inminente confinamiento hacen que acabe recalando en la sierra de Madrid en busca de un entorno natural que haga más llevadera la pandemia. Allí, de forma casual, conocerá a Montserrat, una mujer quince años menor que él por la que sentirá desde el primer momento absoluta fascinación.
Ambientada en la primavera y verano del 2020, con algunos saltos temporales hasta el año 1981 mientras estudiaba en un colegio mayor, el protagonismo de esta novela lo acaparará Salvador, que es a su vez el narrador. Él nos contará en primera persona cómo vive su historia con Montserrat.
En un escenario adverso, de desconcierto, aislamiento y reclusión, dos adultos, con sus cicatrices y sus miedos, crean una pequeña isla, al margen del horror que atraviesa el país y el mundo como consecuencia del virus, en la que darán rienda suelta a una inesperada historia de amor y erotismo. Una historia, la de amor, que no la novela al completo, al menos en mi opinión, que logra traspasar el papel y calar en un lector que se convierte en confidente de Salvador: de su ilusión por esa incipiente relación, del poder sanador de los besos, de las cautelas con las dos personas maduras afrontan una nueva relación. Y de ese pavor que siente a la Oscuridad, así con mayúsculas.
Él, narrador y protagonista, se come al personaje de Altisidora, nombre con el que se refiere a Monserrat, mientras reflexiona y establece cierto tipo de analogía entre la novela de Cervantes y su propia historia, que por momentos también tiene algo de quijotesca. El trazado de ella, una mujer con mucho desparpajo, se me ha quedado corto (me hubiese encantado saber qué opinaba ella de verdad, no qué creía Salvador que opinaba), eclipsado por el de su compañero, y aun así Altisidora gusta. Y nos regalará algunas carcajadas. Con él sí que Vilas da en la diana, adentrándonos en una historia cargada de reflexiones en la que, además de darle un rapapolvo a la clase política y a los medios de comunicación, ahonda en temas más íntimos. Su forma de ir desgranando la trama hace de esta una de esas novelas en la que es fácil leer entre líneas. Y de atisbar el miedo que enfrenta su protagonista. Me ha dolido, me ha llegado y he entendido a este hombre en el otoño de su vida, a pesar de que en ocasiones incurre también en algún que otro desvarío.
Los besos es una novela por momentos llena de luz, que me ha provocado sentimientos encontrados. Una historia que cuenta con un personaje muy potente, que está cargada de reflexiones y párrafos para enmarcar, que despega bien, encuentra ciertos valles en el camino, se reitera en algunos temas accesorios e innecesarios, para finalmente ir “in crescendo” hacia un final que me ha ganado: honesto y convincente. Una historia que a pesar de los peros recomendaría leer a quienes disfruten con las novelas intimistas. A mí, desde luego, me ha gustado la forma de contar las cosas de Vilas. Y me dejado con ganas de leer Ordesa.
Esos sentimientos encontrados de los que hablas me los provocó a mí Ordesa, una novela que estuve a punto de abandonar varias veces, pero que a la vez me arrastraba enganchada en sus cortos capítulos. la terminé porque, a pesar de que pensaba que para neuras ya tenía bastante con las mías, me sentí identificada con el autor en varios aspectos. cuando intenté leer Alegría vi que iba más o menos por el mismo camino que Ordesa y ya lo dejé sin ninguna pena.
ResponderEliminarPor lo que cuentas esto es una novela, más que otro libro de las memorias del autor, y puede apetecerme más. Que empiecen a salir libros ambientados en el confinamiento es interesante. Todo ello hace que de momento, no la deseche. A ver qué más me voy encontrando en las reseñas que irán viniendo. La verdad es que la tuya es la primera que leo y ni siquiera sabía de este nuevo libro del autor.
Un beso.
Un beso.
No terminaba de animarme con este título, y me has confirmado mi primera impresión de que se trataba de una novela intimista con las que no suelo lanzarme nunca. Besos.
ResponderEliminarEstoy con ella ahora y me está gustando mucho, creo que vamos a coincidir en opiniones. Y tiene frases memorables. Besote
ResponderEliminarHola, Odessa tuve que dejarla a la mitad porque no pude con ella, tal vez no fuera el momento, así que voy a esperar para darle una nueva oportunidad, así que con esta no voy a animarme por el momento. Besos.
ResponderEliminarPues no sé, estoy dudando con esta novela desde que la vi y no termino de decidirme. Tampoco lo hago con tu recomendación la verdad porque, aunque disfruto de las lecturas intimistas como bien sabes, lo de los valles y los temas accesorios... no sé no sé. Creo que no me voy a animar.
ResponderEliminarBesos.
Me lo has puesto fácil al decir una narración cargada de reflexiones.
ResponderEliminarBueno, tus más y tus menos para una novela que remonta. A mí me gusta la forma de narrar de Vilas, así que no me importaría echarle un ojo. Besos de Marisa G.
ResponderEliminarHola :-)
ResponderEliminarNo creo que me anime, ya sabes que no es mi tipo de historia ;-)
Un beso.
Hola. No sé que hacer, tengo dudas y al leerte sigo con ellas. Mil gracias por tus impresiones.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Ya sabes que me dan un poco de miedo las novelas intimistas. Tampoco te veo entusiasmada con ella así que la dejo pasar
ResponderEliminarBesos