MIS IMPRESIONES
A María Frisa la conocí hace un par de años con Cuídate de
mí, una novela policíaca tan buena e impactante, y cuya reseña podéis ver
pinchando en el link, que estaba deseando volver a leer algo suyo. Hoy os hablo
de su nueva publicación: El nido de la araña.
Catalina Pradal, Katy para los amigos, está en una situación
económica límite, algo impensable dos años atrás para esta ejecutiva que se mueve
como pez en el agua con los números. La mala suerte parece haberse cebado con
esta madre soltera. El caso es que Katy es una mujer sobradamente preparada,
además de una excelente profesional. Después de perder su trabajo en una
multinacional en la que realizaba Análisis de Riesgos y, tras invertir la
indemnización en una consultoría propia de Desarrollo de negocios, está
prácticamente en la ruina. No sabe a ciencia cierta qué ha fallado, pero el
negocio se vino a pique, su cuenta bancaria está tiritando y su patrimonio se
reduce a un pequeño apartamento que compró años atrás como inversión. Una llamada
inesperada ofreciéndole un puestazo, en una empresa en la que ni recordaba
haber solicitado empleo, será su tabla de salvación. Pero cuando las cosas parecen
volver a su cauce, apenas unos meses después, Zoe, su hija de cinco años, es
secuestrada. Y lo que le exigen a cambio de su liberación, un verdadero disparate.
Aunque está en juego la vida de Zoe y una madre es capaz de todo por salvarla,
¿no?
María Frisa, una vez más en esta novela saca oficio
construyendo un impresionante mosaico de personajes que destaca por su perfil psicológico y cuyo epicentro es Katy, esa madre desesperada, una mujer luchadora cuyo universo se derrumba. La
conocemos una semana después del secuestro de su hija, y desde las primeras
páginas es palpable la angustia y desazón que vive; ese desequilibrio emocional
y la merma física que supone para cualquier persona algo tan traumático como un
secuestro. Está desquiciada, superada por las circunstancias, y en su cabeza se
agolpan dudas, cábalas y lo más complicado de todo, la necesidad de aparentar
que no ocurre nada, de no despertar sospechas, porque, ni que decir tiene, no
puede avisar a la policía, solo llevar a cabo la tarea encomendada por los
secuestradores.
El espacio en el que se desarrolla la historia y la soledad
de la protagonista no contribuye más que a aumentar la tensión. Y es que el día
a día de Katy transcurre fundamentalmente entre dos escenarios, que a la vez
nos permiten conocer su esfera personal y su faceta profesional. Vive en un edificio
casi vacío. Tan solo tiene dos vecinos: Oscar un chico un tanto excéntrico, que
ronda los cuarenta y tantos, apasionado del piano, y con una obsesión por la
limpieza los gérmenes que roza lo patológico. También allí vive Esther, una
coqueta octogenaria que, además, hace de canguro con Zoe cuando Katy lo
necesita. Pese a sus diferencias, entre ellos tres se llevan bien. Por otro
lado, en la torre Zuloaga, donde están ubicadas las oficinas de su nuevo
trabajo, un lugar donde la competencia profesional es despiadada, ella, siendo
nueva en el puesto, debe dar lo máximo de sí misma, aunque su cometido es
asistir a un solo cliente, el señor X, del que además desconoce cualquier dato
que no tenga que ver con la inversión que debe gestionar.
La historia, dividida en dos grandes bloques, con una
tensión que no cesa de crecer hasta su desenlace, se articula a través de
varias voces alternas: la de Katy en primera persona es la que produce más
desaliento. Con ella vamos conociendo su presente y unas pinceladas de su
pasado más inmediato, así como algunos saltos a su adolescencia. También, en
cursiva, se introducen una serie de capítulos que nos llevan hasta Baltimore muchos
años atrás. En ellos se nos va dando a conocer una subtrama de lo más
inquietante, y que poco a poco terminará entroncando con la principal. Por
último, un narrador omnisciente, ya en la segunda parte de esta historia, será
el que nos conduzca a través de la investigación policial llevada a cabo.
El nido de la araña no podía ser mejor título para thriller
psicológico lleno de hilos en los que quedan atrapados sus protagonistas. Una
novela cargada de suspense, con momentos de tensión límite, con la que la
autora logra tenerlos en vilo hasta las últimas páginas del libro. Si
necesitáis una lectura que os atrape sin remedio, esta es sin duda vuestra
novela.
A mí la primera parte me estaba decepcionando bastante y estuve a punto de abandonar. Cuando forman el grupo para tratar de solucionar el caso entre Katy, Oscar, Esther y Marcos me estaba resultando totalmente inverosímil e infantil. Era como un libro de Los Cinco. Ahora, cuando empezó la segunda parte todo cobró sentido y ya me encantó. Creo que es un planteamiento original y bien tramado.
ResponderEliminarUn beso.
Esa diferencia entre partes me echaría atrás, pero esa tensión que va in crescendo me atrae demasiado 😁😉💋
ResponderEliminarTotalmente adictiva esta novela. Al principio despista un poco pero luego te va atrapando y no puedes soltarla.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me tuvo enganchadísima esta novela. Muy recomendable.
ResponderEliminarBesos.
Coincidimos en impresiones, es una novela de suspense psicológico totalmente recomendable que no deja de sorprender al lector. Besos
ResponderEliminarEste tipo de historias me gustan para desconectar, ventilármelas en un par de tardes y a otra cosa. Porque cuando empiezo me agobio y tengo que saber si rescatan a la niña o no. Lo del trabajo ese ya olía a cuerno quemado, jeje.
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminarHola.
Este libro lo voy a dejar pasar, no me llama mucho y ademas tengo demasiados pendientes y quiero centrarme en ellos. Gracias por la reseña.
Nos leemos.
Más que apuntada. A ver si puedo hacerme con ella. Besos
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