Anna Savard y su prima Sophie, ambas graduadas por la Escuela de Medicina para mujeres, atienden a los ciudadanos más vulnerables, aun cuando haciendo esto les podría suponer poner en riesgo todo aquello por lo que han luchado.
Para Anna, su papel como cirujana le ha puesto en el camino de cuatro niños que lo han perdido todo. Frente a su impotencia, Anna deberá tomar una decisión inesperada entre mantenerse en el dolor de su pasado o dejar que el amor finalmente entre a su vida.
Para Sophie, una obstetra e hija huérfana de gente libre de color, ayudar a una desesperada y joven madre le obligará a aferrarse a su juramento como doctora y la empujará, junto con Anna, a la órbita de Anthony Comstock, un peligroso hombre que se considera a sí mismo como enemigo de todo lo indecente y de todo aquel que se atreva a desafiarlo.
Con descripciones intensas del viejo Nueva York y la historia de dos doctoras adelantadas a su época, La edad dorada es una novela cautivadora, emotiva y repleta de coraje y amor.
FICHA DEL LIBRO
MIS IMPRESIONES
Año 1893. Nueva York es una ciudad que bulle de gente: a
pie, en carruaje, en ómnibus…Faltan unas semanas para la inauguración del
puente de Broklynn y desde Europa no cesan de llegar oleadas de inmigrantes, en su mayoría italianos
e irlandeses, en busca de una vida mejor. Pero, contrastando con la opulencia
en que viven las familias de la alta sociedad, como los Vanderbilt o los Astor,
una gran mayoría de la población sale adelante a duras penas y en unas
condiciones realmente precarias. La discriminación racial y por razón de sexo
es muy marcada, y las duras condiciones de vida de los inmigrantes hacen que
los húerfanos en la ciudad sean prácticamente una plaga distribuida en
diferentes hospicios, casas de caridad o en dependencias de instituciones
eclesiásticas. Otros muchos malviven en la calle, y gran cantidad de ellos son
cargados en trenes rumbo al oeste.
En medio de este panorama conocemos a Ana Savard, una cirujana
que trabaja en el hospital de caridad New Amsterdam, y a su prima Sophie, una
mujer de color, libre, que ejerce la obstetricia. Ana y Sophie, aunque procedentes
de una familia acomodada, son dos mujeres de carácter y muy comprometidas con la ayuda a los
más necesitados. Estamos en un momento en el que la ley Comstock, que
toma su nombre del secretario de la sociedad neoyorkina para la supresión del
vicio, persigue con mano de hierro tanto a aquellos que prestan cualquier servicio
en relación con el control de la natalidad o prácticas abortivas, así como a
los que se someten a ellas. Están penalizados con la cárcel, sin que medie
excepción alguna, incluso en aquellos casos en los que la vida del paciente
corra peligro.
Los profesionales dela medicina habrán de hilar muy fino a la hora de ejercer sus profesiones, pero no siempre será fácil seguir los cauces que marca la ley y hacer la vista gorda ante las injusticias a las que se ven sometidas las personas de clases más desfavorecidas.
Estamos ante una novela de ficción histórica que combina
además de una investigación policial, a cargo del inspector Mezzanotte, una
historia de amor en relación a algunas de sus protagonistas, un romance bastante liberal en la época y que a mí
personalmente me han resultado de lo más ameno e incluso, en ocasiones,
divertido. La prosa de Donati es cuidada y se lee con verdadero placer y de una forma muy fluida, aunque tampoco es una novela de gran ritmo, ya que se
toma su tiempo a la hora de ir presentando el impresionante elenco de personajes
así como en desplegar el escenario. Sin embargo, todo cuanto en ella va sucediendo
invita a seguirla con gran interés.
Destaca, sin lugar a dudas, su fabulosa ambientación de esa ciudad de contrastes. Y es que
la autora no escatima en detalles para recrear de manera impecable la ciudad de Nueva York y el discurrir de la vida allí: la posición de
inferioridad de la mujer, el carácter multicultural de la urbe ya se aprecia en tiempos tan remotos, pero también el clasismo imperante, no
solo con respecto a la gente de color sino también hacia los inmigrantes,
considerados ciudadanos de segunda. Obviamente, la medicina tiene un peso
importantísimo en la historia, así como todas las complicaciones que acarrea el
ejercicio de la profesión por parte de una mujer. También seremos testigos
de infinidad de curiosidades y anécdotas, como por ejemplo las heridas que sufrían en las
manos los profesionales médicos como consecuencia de la abrasión de los
productos desinfectantes o el material con el que se confeccionaban primeros
guantes utilizados por estos.
La edad dorada
ha sido una lectura que me ha satisfecho gratamente: me ha gustado mucho la pluma de la autora, como desarrolla la historia de estas dos doctoras, en
la que además de tocar temas muy variados, contamos con una magnífica ambientación y una trama que mantienen vivo el
interés del lector en todo momento. Estoy deseando conocer el desenlace porque, eso sí,
la historia no queda cerrada en esta entrega y eso sí que ha sido algo inesperado.
Hola, Mª Ángeles. Tengo la novela ya en mi lector, a ver si voy cogiendo mi ritmo lector habitual y llego pronto a ella. Mil gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
¿No termina? ¿Hay continuación? Eso sí que no me lo esperaba...
ResponderEliminarHe visto que es interesante y divertida, pero que no termine y su tamaño, creo que me echan para atrás.
ResponderEliminarBesos
No es mi tipo de lecturas, pero me has intrigado. Voy a indagar un poquito más :-)
ResponderEliminarBeso grande.
Hola Mª Angeles, pues la verdad es que no me llama mucho la atención (además este año me estoy centrando, de nuevo, en los clásicos) y si encima tiene continuación menos aún...
ResponderEliminarUn besazo
Lo de continuará..... como molesta, je,je. Besos
ResponderEliminarEs la segunda reseña que leo de esta novela. A la primera, no me decidí a apuntarla. Me sigo resistiendo, pero veo que en un par de reseñas más caerá. Y es que no quiero aumentar la lista si no es con algo muy especial. Esta novela no me lo parecía, pero va ganando puntos.
ResponderEliminarUn beso.
Está esperando turno y me frena su tamaño aunque si es amena .... Besos.
ResponderEliminarQué rabia que sea solo una parte. Es que ya me conozco y además suele ser el bueno el primero. Lo que me atrae es Nueva York, que me gusta en todas las épocas posibles. Lo que menos, que sean doctoras y el mundo medicina que me da muchísima pereza. Creo que lo voy a dejar, porque igual son incluso más de dos.
ResponderEliminarBesos
Lo leeré pronto, la semana que viene probablemente. Cuando lo termine, me paso por aquí de nuevo para comparar impresiones
ResponderEliminarBesos
Es una de mis actuales lecturas.
ResponderEliminarBesos
Iba muy bien pero que muy bien, hasta que he visto que la historia no termina en este libro. Ahí ya me ha entrado un poco la pereza. Ya veré si termino animándome.
ResponderEliminarBesotes!!
Hola, últimamente lo estoy viendo mucho por los blogs y la verdad es que cada vez me llama más, lo que me echa para atrás es que tenga continuación, pero bueno si se cruza en mi camino terminaré leyéndolo. Besinos.
ResponderEliminarPUes me tenías convencida pero si hay más partes,... Entonces, no me animo. Besos
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