Como muchos matrimonios, el de Vanda y Aldo se ha visto sometido a la tensión, al desgaste de la rutina y aún más, a la infidelidad, pero ha sobrevivido intacto. O eso parece. Porque si se mira con detenimiento, las grietas son evidentes, como las de un jarrón resquebrajado que pudiera romperse al menor contacto.
¿Qué estamos dispuestos a sacrificar con tal de no sentirnos atrapados? ¿Y qué perdemos cuando decidimos volver sobre nuestros pasos? ¿Cuáles son las consecuencias ineludibles de nuestros actos, para nosotros y nuestros hijos? ¿En qué consisten nuestras ataduras?
El ganador del Premio Strega, Domenico Starnone, nos ofrece una historia emocionante y profunda: el relato de una fuga y de un falso retorno.
MIS IMPRESIONES
De un tiempo a esta parte, entre
novela negra y thriller, cada vez disfruto más de las historias intimistas. El
tema de las relaciones personales siempre me resulta interesante. Es por eso
por lo que cuando Lumen publicó esta novela
con ese título tan demoledor me sentí inmediatamente atraída por ella.
Vanda y Aldo llevan doce años
casados y son padres de dos niños de nueve y cinco años. Su relación está desgastada y llena de
rutinas en la que ella coordina prácticamente todo y él se deja hacer. Les
conocemos a través de unas cartas que Vanda escribe a Aldo cuando él se ha marchado de casa. Ella le exige una explicación. Sabe que
está con Lidia, una joven de diecinueve años con la que le ha sido infiel.
Aldo, a pesar de sus treinta y cuatro años, actúa como un irresponsable. Dice
verdades a medias: que no quiere hacer daño a su familia como su padre se lo
hiciera a él en el pasado, que quiere estar con Lidia, dejar su relación con Vanda
pero seguir viendo a sus hijos. Sin embargo, actúa como si fuese un
adolescente, desentendiéndose por completo de los problemas de la familia y dejando
a su esposa toda la responsabilidad.
Me pones el ejemplo de las escaleras. ¿Sabes -dices- cuando subes las escaleras? Los pies van uno detrás del otro como hemos aprendido de niños. Pero la alegría de los primeros pasos se ha perdido. Al crecer nos amoldamos a la marcha de nuestro padres, de nuestros hermanos mayores, de las personas a las que estamos unidos. Ahora las piernas suben según costumbres adquiridas. Y la tensión, la emoción, la felicidad del paso se han perdido, igual que la singularidad de la marcha. Nos movemos creyendo que el movimiento de las piernas nos pertenece, pero no es así, junto con nosotros sube esos peldaños una pequeña multitud a la que nos hemos adecuado, la seguridad de las piernas solo es el resultado de nuestro conformismo. O cambiamos el paso -concluyes- y recuperamos la alegría del comienzo o nos condenamos a la normalidad más gris.
Vanda le presiona, le reprocha,
le amenaza y él termina por desaparecer de su vida, por olvidar sus
obligaciones como padre y vivir su aventura como si careciera de familia. Pero,
curiosamente, después de un tiempo vuelve con Vanda.
Ataduras es una novela intimista
plantea la dificultad de las relaciones matrimoniales y los lazos familiares. Lo
hace a través de la relación de un matrimonio napolitano. Una novela en
apariencia sencilla, de fácil lectura, pero que deja un profundo calado en el
lector y le plantea múltiples reflexiones.
Desde mi punto de vista, la estructura
de la que ha dotado el autor a la historia es todo un acierto porque consigue
desconcertarlo por completo y mantenerlo pegado a las páginas de principio a
fin. Dividida en tres grandes bloques: Libro primero, Libro segundo y Libro tercero,
conoceremos la historia de Aldo y Vanda desde tres puntos de vista diferentes:
el de cada uno de los cónyuges y el de los hijos. En el Libro primero será Vanda, una mujer
destrozada por la infidelidad y el abandono de su marido, la que en primera
persona, y a través de unas cartas llenas de reproches que dirige a su marido, nos
muestre la situación. En el Libro segundo, será Aldo, treinta años después, a
su regreso de unas vacaciones y tras un incidente, el que eche la vista atrás para
analizar la que ha sido su vida en pareja durante todos estos años. Finalmente, el Libro tercero nos da a conocer
cómo los hijos de la pareja, ahora ya adultos, han vivido la relación entre sus
padres.
Ataduras es una de estas
historias breves pero intensas. Incisiva. Y en la que casi es mejor ir a ciegas. Un altercado en la vivienda a la
vuelta de unas vacaciones será la excusa con la que Starnone explore en el
pasado de una pareja fracturada que trata de recomponer su vida matrimonial, en sus
anhelos, sus frustraciones, en la esencia de cada uno en una edad en la que ya
no valen los engaños ni los arrepentimientos. Conocemos a todos los afectados.
Cada cual lleva su parte de razón, pero la historia nos lleva mucho más allá y
nos obliga a reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos, las
responsabilidades y las “ataduras”. ¿Hay que mantener necesariamente una
relación cuando lo pilares que la sustentaban están destruidos? ¿Existe algún
derecho frente a la pareja por los años de dedicación? Es lícito volver a
enamorarse, pero, ¿qué pasa con nuestros hijos mientras tanto? ¿Debemos
renunciar a nuestros sueños únicamente por los lazos familiares? ¡Qué misterio
hay detrás de cada pareja! Un mundo por descubrir que Starnone disecciona sin
piedad para impactar al lector. No os la perdáis.
A pesar de tu recomendación no me llama demasiado. La tuve el otro día en la mano y la solté, y eso que me gustan las historias intimistas.
ResponderEliminarBesos
No termina de convencerme además este tipo de lecturas de cara al verano no me atraen nada.
ResponderEliminarBesos
Este no me llama, lo dejaré pasar.
ResponderEliminarBesos.
Me llama la sinopsis, pero tengo bastante claro que este tipo de lectura no es apta para mi momento actual. Aunque la tengo en cuenta para otro momento.
ResponderEliminarUn beso ;)
La verdad es que no suelo leer muchas novelas intimistas, pero reconozco que las pocas que leo me acaban gustanto, este me lo puedo plantear, me gusta lo que cuentas
ResponderEliminarUn besazo
No la veo para mí, pero me alegra que la hayas disfrutado.
ResponderEliminarBesos
¡Pues a ciegas iré! Creo que me pasa un poco como a ti, me apasiona la novela negra y el thriller pero de vez en cuando me dejo caer con historias más intimistas o profundas, quizá "rotas" sea la palabra, y me enamoro perdidamente. Ésta tiene pinta de ser de esas y no me echa para atrás que sea breve, al contrario, es perfecta para un cambio de aires entre un género y otro. Ya la había echado el ojo pero realmente no sabía qué pensar, y me anima mucho ver el entusiasmo con el que tú la describes.
ResponderEliminarUn besazo!
Pues esta vez no coincidimos, a mí las lecturas de relaciones de pareja cada vez me apetecen menos. Me alegro de que la hayas disfrutado pero ahora necesito otro tipo de lecturas.
ResponderEliminarUn beso
También me gustan las historias intimistas pero el adolescente treintañero ya no me cae bien. También es verdad que hay que escuchar todas las versiones y aquí están pero no es el tipo de historia que me engancha. La dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Ahora me está empezando a apetecer lecturas más ligeras, yo creo que por el calor...pero Lumen siempre es un acierto y me llama la atención lo que cuentas. Especialmente por las diferentes visiones de la misma historia...me ha recordado un poco a "Comunidad" que disfruté mucho. La tendré en cuenta ;)
ResponderEliminarBesitos
Las novelas intimistas y yo no congeniamos mucho, por eso la voy a dejar pasar. Besos
ResponderEliminarTambién me suelen gustar estas historias intimistas, de relaciones personales, así que tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!
No es una novela que termine de atraerme del todo.
ResponderEliminarLas historias intimistas las suelo reservar para momentos en que tenga tiempo para disfrutarlas, por lo que no suelo elegirlas a menudo...esta me la llevo anotada a la espera de uno de esos momentos.
ResponderEliminarBesitos cielo, buena reseña.
Me lo ofrecieron hace poco, pero no estoy ahora para una lectura así :/
ResponderEliminarNo es muy de mi mmi estilo este libro. Así que este lo dejo pasar. Besos
ResponderEliminarUy esta no es para mi, más que nada porque es leer la sinopsis y la reseña y aún así que me siga sin llenar...así que de momento la dejo pasar!
ResponderEliminarUn beso!
Aunque las tengo abandonadas porque no tengo la cabeza para mucho lío, yo también disfruto mucho de las lecturas intimistas y ésta que nos traes hoy creo que podría gustarme mucho. Tomo nota.
ResponderEliminarBesos.
Es la primera vez que oigo hablar de este libro, pero lo que comentas tiene pintaza. No me importaría nada leerlo, porque además todas las cuestiones que plnateas son de muy complicada respuesta. Anotado queda.
ResponderEliminar¡Besote!
Me gusta mucho lo que cuentas sobre este libro y la verdad es que no lo conocía ¡Anotado!
ResponderEliminarMe gusta una buena novela intimista pero esta que reseñas no me termina de convencer. Besos
ResponderEliminarLA tuve entre las manos, cada vez estoy más en modo lecturas intimistas, aunque la verdad es que para el verano se dejen un poco más de lado
ResponderEliminarBesos
Creo que este libro no es el más adecuado para mí en este momento, aunque sí que encuentro el tema interesante, a pesar de que creo que me cabrearía.
ResponderEliminarBesos
Ahora mismo las novelas intimistas me dan pereza así que la dejaré pasar
ResponderEliminarBesos
Sí... Cada persona es un mundo...y cada pareja también!!! Una novela muy "psicológica"... Y ciando lees sobre algo así, normalmente te sueles poner de parte de alguna de las dos partes... Pero, ¿hay una parte que realmente tenga la razón? Hay una forma correcta de actuar y de proceder? Hay un único culpable, una única solución posible?
ResponderEliminarPreguntas con respuestas tan dispares como parejas existen...
Feliz domingo!!
ME
ResponderEliminarLO
LLEVO.