Los tres ambicionaban algo que solo pertenecía a Juana porque, tras la muerte de Isabel la Católica, ella era la única propietaria de Castilla.
Y los tres intentaron anularla de todas las formas posibles. Crearon la leyenda de su locura para quitarle todo cuanto era legítimamente suyo y la confinaron durante cuarenta y seis años en el castillo de Tordesillas. Ninguno se apiadó de ella. Sin embargo, la reina logró resistir hasta el final.
MIS IMPRESIONES
Aunque la novela histórica ha estado siempre entre mis lecturas preferidas de un tiempo a esta parte han sido pocos los títulos que he reseñado de este género. La oportunidad de resarcirme surgió cuando supe de la publicación es esta biografía novelada de Juana de Castilla. Os cuento qué me ha parecido.
Tordesillas, 1517. La reina de
Castilla, con tan solo treinta y ocho años, lleva ya ocho recluida por orden de su padre Fernando el Católico. Su único propósito, impedir
que esta ejerciera su reinado tras la muerte de su esposo , el archiduque de
Austria, Felipe El hermoso. Las férreas normas impuestas por Mosén Ferrer (el anterior
jefe de la casa de la reina y "carcelero” de
Juana en Tordesillas), han hecho mella en
ella que a la llegada Hernán Duque (nuevo jefe de la casa de la reina) se
muestra iracunda con el recién llegado. Pero, aunque este buen hombre traerá un
soplo de aire fresco a su encierro y uno de los periodos más laxos de
reclusión, Juana desconfía de todos. Tan solo sus ratos con el clavicordio y la
compañía de su hija Catalina consiguen dulcificar un poco su carácter.
La autora nos acerca a la vida de palacio en un texto que se
centrará en el periodo más oscuro de la vida de Juana de Castilla, el los
cuarenta y seis años de encierro que sufrió en Tordesillas haciendo especial énfasis en su soledad y en la fortaleza mental de la soberana. El resto de la biografía queda completado a través de pequeñas cápsulas de recuerdos con los que
reconstruye la infancia, adolescencia y juventud de la reina antes de llegar
a esta “cárcel”. Cabe destacar la sencillez de la prosa, su agilidad y la
abundancia de diálogos; unos diálogos que nos permiten ir esbozando una imagen que terminaremos de
perfilar con la información que proporcionan los subcapítulos en los que ella
misma nos cuenta cómo se siente.
Alternándose con un narrador en tercera persona que va
enmarcando los acontecimientos históricos y aportando la información adicional a
la trama, la voz en primera persona de Juana será una de las piezas claves de
esta historia, que permitirá al lector no solo convertirse en confidente
de la reina sino también sentirla lo suficientemente cercana como para entender
el porqué de sus actos, su confusión, rabia, desconcierto y su rebeldía ante
la más desoladora de las soledades a la que fue condenada a veces por la
dejadez de algunos, otras por la imposibilidad de ayudarla de otros y otras
tantas por pura maldad de los de su propia sangre y extraños.
Aunque Juana acapara el protagonismo absoluto de la historia y la conocemos tal y como fue: una mujer pasional y excesivamente impulsiva con respecto a lo que cabría esperar de una reina es imposible no mencionar a alguno de los secundarios de lujo que la acompañan en estas páginas como por ejemplo María de Ulloa, camarera de la reina y Ana Cifuentes, dama de compañía de la infanta, dos de las pocas manos amigas con las que contó la reina en sus años de cautiverio. Desde mi punto de vista, esa estructura y tono elegidos por la autora para exponer la historia hace que a medida que avanza la trama, y con ella los años de cautiverio de la reina, la lectura vaya ganando fuerza y emotividad, calando bien hondo. O el despreciable marqués de Denia y su esposa.
¿Estaba Juana de Castilla realmente loca o fue todo una trampa urdida entre los suyos para evitar que reinara? La autora en su novela reinvidica que fue la reina con peor suerte de la historia, una mujer traicionada por los suyos y tratada con gran desprecio por cuantos la rodeaban. Pero, pese al trato recibido y a tantas injusticias, fue una buena hija, esposa y madre. A mí me ha gustado mucho el estilo de la autora y su forma de acercarnos a un personaje histórico de una forma tan clara y concisa. No os la perdáis.
Discrepo, de siempre, de esa teoría "revisionista" acerca de que la reina Juana no padecía una enfermedad mental. La padecía, agravada con los años y las penas, y ya está recogida en documentos y testimonios antes de su boda con el impresentable de Felipe. Hay documentos muy reveladores. La pena es que se perdiera el diario que Martín de Mújica escribió en la corte de Borgoña, narrando muchos de los males que padecía la reina, sus ataques de ira, sus extraños cambios de humor y comportamiento. Él estuvo a su lado, lo vivió. Un día te cuento más cosas, que me enrollo. Tengo el libro en casa, pendiente, pero no sé qué hacer...Besazo
ResponderEliminarA mi también me gusta mucho la novela histórica y últimamente tampoco leo tanta como me gustaría. La que nos traes me parece muy interesante, como el personaje que la protagoniza, por lo que tomo nota. Besos.
ResponderEliminarYo creo que de mano no estaba loca pero luego con todo lo que le hicieron pasar, algo se le fue. Lo más completo que he sé de esta historia es la peli que hizo Pilar López de Ayala.
ResponderEliminarDe la autora leí uno hace mucho tiempo pero no me acuerdo del título, era de indianos. La verdad es que lo cuenta fácil y va directa pero bueno, ahora me gustan más otro tipo de lecturas más alejadas de la realidad.
Besos
La he había echado el ojito a este libro y por lo que cuentas, creo que sí, que lo voy a disfrutar mucho, así que caerá tarde o temprano.
ResponderEliminarBesotes!!!
No soy mucho de leer novela histórica, pero curiosamente la figura de Juana de Castilla me atrae mucho. Puede que sí estuviera loca, pero yo creo que lo que de verdad la enloqueció o empeoró mucho su salud mental fue todo lo que tuvo que vivir y el trato que sufrió de todos los hombres que debieron protegerla y quererla. Tampoco su madre debió de ser la amante madre que todos necesitamos. Tomo nota del libro.
ResponderEliminarUn beso y gracias por dármelo a conocer.
Hola. Tomo nota ya que estoy haciendo un descansillo de novela negra. Mil gracias.
ResponderEliminarBesos.
Siempre me ha interesado muchísimo la vida de esta mujer, así que lo dejo apuntado por si se me presenta la oportunidad. La leeré de todos modos como lo que es, una biografía novelada que no sé hasta qué punto se ajusta a la realidad. Yo siempre he creído que sí que era una mujer muy inestable y con alguna enfermedad mental indeterminada, otra cosa es que los que le rodeaban impulsasen y acrecentasen esa inestabilidad porque les convenía. Lo dicho, apuntado queda para cuando se pueda.
ResponderEliminar¡Besote!
Uno de mis personajes históricos favoritos y tan injustamente tratado siempre. Tomo nota de la novela.
ResponderEliminarBesos.
A mí me encanta esta mujer desde que me senté en el sillón en el que se sentaba ella en el monasterio de Tordesillas donde estuvo recluida.
ResponderEliminar¿Estaba loca de verdad o la hicieron pasar por tal? Cualquier cosa es posible, quizás incluso las dos.
Besos
No es un género que frecuente, pero cuando me acerco suelo acertar y Juana...tomo nota, claro. Un besote!
ResponderEliminarMe gusta lo que nos cuentas sobre esta novela. Tomo buena nota, porque Juana de Castilla es un personaje histórico muy atractivo. Y desde luego no estoy muy convencido sobre su locura, sino que más bien la encerraron por intereses de otros. Besos.
ResponderEliminarNo puedo resistirme a novelas así, es superior a mis fuerzas. Conocer la historia a través de una novela es la mejor opción del mundo. Me la llevo sin duda. Besos
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