El cuerpo del joven Manuel Prieto aparece en el Cerro Garabitas de la Casa de Campo de Madrid el día de Nochebuena de 1952. Gonzalo Suárez, inspector de segunda del Cuerpo General de Policía, se hace cargo del caso. Un caso que, sin saberlo, cambiará su vida tal y como la conoce.
El teniente Arturo Saavedra negocia los términos del acuerdo que permitirá a Estados Unidos establecer bases militares en España. Y lo hace por convicción, pero también por interés personal: las negociaciones son la puerta abierta a la nueva vida que ansía por encima de todo.
Marga Uriarte vive con odio. En el pasado coqueteó con el entorno del Partido Comunista de España. Ahora, un viejo conocido le pide ayuda en nombre del partido. Lo que parecía un mero trámite para ganar algo de dinero se convierte en una oportunidad inmejorable para saldar cuentas con su pasado. Tres historias que se desarrollan en una España en la que, se aseguraba, había empezado a amanecer. Aunque no para todos.
MIS IMPRESIONES
Una portada llamativa puede abrir muchas puertas, pero de lo
que no cabe duda es que la mejor carta de presentación de un buen libro es la
que te llega de un lector de tu confianza. Y así me sumergí en esta historia: con
ganas y unas expectativas que a la postre se han visto más que satisfechas.
Tras un prólogo absolutamente estremecedor, que transcurre
en Oviedo en el año 1934, saltamos en el tiempo hasta Madrid en 1952. El 24 de diciembre no va a ser un día
tranquilo en la comisaría de policía de Leganitos. El cuerpo sin vida de un
joven de 20 años ha sido hallado en la Casa de Campo y será el inspector de
segunda Gonzalo Suárez el encargado de esclarecer los hechos. La víctima es Manuel
Prieto, un joven de familia humilde del que tras la autopsia sabremos que era
homosexual. Con pocas pistas de las que
tirar, Suárez echará mano de uno de sus informantes que se mueve en el ambiente
del chico.
En otro hilo vamos a conocer al teniente Arturo Saavedra;
alguien que no solo es un infeliz sino que además es un ser absolutamente
despreciable: el prototipo de persona en el que se veía el doble rasero con el
que la sociedad de la época juzgaba a hombres y mujeres. Marido y padre de una
familia a la que es incapaz de amar, vive sus días centrado en su trabajo en
torno a unas negociaciones en las que España está muy interesada: la
instalación de bases americanas en nuestro territorio. En sus ratos libres frecuenta
señoritas poco recomendables.
Margarita Uriarte completa el elenco de personajes.
Comunista por convicción, demostrará su fidelidad al partido con un encargo muy
peligroso: investigar en qué punto están las negociaciones entre americanos y
españoles.
Un narrador omnisciente nos irá desgranando el curso de una novela
de cronología lineal que se inicia con varias tramas sin aparente conexión, en
la que van surgiendo nexos de unión, y que acabarán por converger. Una historia que abarca poco menos de un año
y arranca en la Nochebuena de 1952.
El autor tiene una prosa cuidada y elegante y un estilo
directo, y la novela, sin tener un gran ritmo, suscita en todo momento el
interés de un lector que necesita llegar al fondo no solo del asesinato, que
ejerce de nudo de la historia, sino de lo que oculta esa galería de personajes
tan vivos y veraces y a la vez con unas experiencias personales tan complejas.
A pesar de no contar con demasiadas páginas no creo que esta
haya sido una novela fácil de escribir. Se aprecia que el autor es buen
conocedor de la época, lo que intuyo ha debido conseguir a base de documentarse
muy bien. Sin embargo, con buen criterio, ha sabido dosificar la información
con las pinceladas justas para ubicarnos en la época sin llegar al exceso,
logrando una ambientación impecable con
la que el Víctor nos dibuja un fresco de la época y de cuanto acontecía en la
capital: el peso de las decisiones de los superiores, la forma en que se
amañaban las investigaciones que no interesaban, la opresión sobre las clases
más desfavorecidas y los individuos con inclinaciones sexuales que no casaban
con lo políticamente correcto…
Se llamaba Manuel es a mi entender una novela mucho más
profunda de lo que pueda aparentar: una historia en la que se dan la mano una
investigación policial, pero que también habla de los ideales políticos, de la
integridad de unos frente a lo deleznable de los actos de otros, de una España
en la que todo era muy cuesta arriba para la mayoría mientras que otros, que
nadaban en la abundancia, siempre tenían el terreno allanado, de un país en el
que la mujer era un títere en manos de su marido y que tímidamente empieza
abrirse a las relaciones con otros países. Y todo ello en un marco histórico
muy logrado.
Son muy variados los personajes que pueblan la novela y a mí
personalmente me encantado la figura de Gonzalo Suárez, un hombre ecuánime que
siente su profesión y la cumple incluso frente a las órdenes de sus superiores
para los que el asesinato de un “sarasa” no es más que un expediente molesto
que hay que apresurarse en archivar. Arturo Saavedra, es un militar egoísta y
despreciable que solo busca su propio beneficio. Y Margarita Uriarte en
principio misteriosa, a la que no acertamos a entender, pero muy curtida por
las experiencias vividas con la que poco a poco, y a medida que se nos va
desvelando su pasado, vamos empatizando.
Se llamaba Manuel es una de esas novelas con las que se
demuestra que no hace falta extenderse mucho para contar una buena historia.
Una trama policíaca con la que el autor nos sumerge en una España que aunque
oscura empieza a atisbar la luz, unos personajes que traspasan el papel y una
ambientación magnífica. Os la recomiendo.
La tengo apuntada pero a ver si encuentro el hueco. Feliz vuelta
ResponderEliminarLa tengo en casa a la espera. A ver si le saco hueco.
ResponderEliminarDesde luego que la portada es preciosa... Me estáis tentando mucho con tantas buenas opiniones.
ResponderEliminarMe encantaría leerla.
Lo anoto.
Besos.
El género me encanta y me llama especialmente la atención que esté tan bien ambientada, creo que le da un toque muy interesante. Apuntadísima la tengo ;)
ResponderEliminarBesitos
Dejo tu reseña apuntada para más adelante, este libro no me ha dado tiempo a leer en verano y quiero hacerle un hueco en breve. Ya comentaremos.
ResponderEliminarUn beso
He visto ya unas cuantas reseñas y me atrae cada vez más. Me apasiona la época <3
ResponderEliminarCada vez tengo más ganas de leerlo, te advierto que como no me haga con él te demando por daños y perjuicios emocionales 🤪🙃😅
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Es que según de quien venga la recomendación ni te planteas decir que no. Me gusta la historia pero me sobra un poco la parte policial, me quedo con el drama. La época no es de mis favoritas para leer pero de vez en cuando se pueden hacer excepciones.
ResponderEliminarBesos
Me llama mucho la atención esta novela desde que salió y si no estuviera en este bucle de lecturas pendientes del que parece que no voy a salir nunca, no dudaría un momento en leerla. Besos.
ResponderEliminarCreo que la recomendación nos vino de la misma persona y no se equivocó; la novela me gustó mucho pero más si cabe la prosa de Víctor, me enamoró en pocas páginas. Una lectura totalmente recomendable.
ResponderEliminarUn beso
Ya sabes que coincidimos en impresiones. Es una novela que me ha encantado leer
ResponderEliminarBesos
Si cae en mis manos, no tengo ninguna duda de que la leeré si la recomendación proviene de ti. Besos
ResponderEliminarHabláis tan bien de ella que es difícil resistirse! A ver cuándo me hago con el título
ResponderEliminarBesos
Este mes la leeré. Veo que es una novela que está gustando mucho, y tu reseña es un claro ejemplo de ello. Será la primera novela que leo de este autor. Besos.
ResponderEliminarCon tan buenas reseñas es una novela que ya tengo anotada en mi lista de lecturas, espero poder leerla muy pronto.
ResponderEliminarBesos
La tengo en casa y estoy tardando en leerla. Leí las dos novelas anteriores de Víctor y me gustaron, en ellas siempre se nota el gran trabajo de documentación y la pasión por la historia.
ResponderEliminarBesos