A finales de los setenta, Víctor Yagüe y Juanpe Zamora fueron algo más que simples compañeros de clase. Su amistad, llena de confidencias y juegos, de alegrías y miedos, rebasó las paredes del aula y se extendió por las conflictivas calles de la Ciudad Satélite. Hasta el 15 de diciembre de 1978. Hasta el día en que un suceso trágico sacudió la conciencia de los vecinos. Hasta el momento en que los chicos se vieron obligados a escoger entre la lealtad y la salvación.
Treinta y siete años después, ambos vuelven a encontrarse en ese mismo escenario. Sus vidas han corrido suertes opuestas. Juanpe es un hombre a la deriva, sin futuro y con un presente turbio; Víctor, en cambio, puede considerarse un triunfador. Quizá por eso se siente extrañamente en deuda con su viejo amigo y decide enfrentarse a los claroscuros de un caso cerrado que, sin embargo, sigue envuelto de inquietantes preguntas que nadie quiere responder.
Pero lo que Víctor y Juanpe ignoran es que alguien, en la sombra, está escribiendo la historia de ese crimen. Un relato revelador que, tal vez, ninguno de los dos debería leer.
MIS IMPRESIONES
Aunque a algunos les parezca mentira, de Toni Hill tan solo
he leído El verano de los juguetes muertos. Y el motivo de no continuar la saga
no fue que no me convenciera el inspector Salgado sino el cúmulo de libros que
normalmente tenemos pendientes, que me llevó incluso a relegar a un segundo
plano un ejemplar firmado de Los Ángeles de hielo que me traje del Sant Jordi
en 2016. Esta que hoy reseño, aunque tampoco entraba en mis planes, se coló por
recomendación. Y cómo me alegro de haberle hecho un hueco. Tigres de cristal será
una de mis mejores lecturas del año.
Barcelona. 2015. Victor Yagüe, un empresario inmobiliario
asentado en La Coruña, que está a punto de inagurar un nuevo hotel en
Barcelona, jamás podía imaginar que en una entrevista de trabajo su pasado
volvería de repente para poner patas arriba su apacible vida. Allí se
encontrará con Juanpe, un antiguo compañero de clase al que le perdió la pista
hace más de treinta años. Y aunque desde entonces ambos han corrido diferente
suerte, un trágico suceso del pasado unirá irremediablemente sus vidas para
siempre: una noche de diciembre de 1978, cuando tan solo contaban con doce
años, mataron a un compañero de clases, Joaquín Vázquez, el Cromañón.
Ciudad Satélite, un enclave urbanístico cercano a Cornellá
de Llobregat, y que sirvió a partir de los años setenta para el asentamiento de
miles de familias de clase trabajadora que buscaban un futuro mejor para los suyos, será el escenario elegido por el autor para ambientar una novela que
se desdobla en dos hilos temporales: el primero, narrado en primera persona por alguien en principio desconocido para nosotros, transcurre en los años setenta y nos llevará a conocer lo ocurrido entre esos niños y por qué se separaron a raíz de la muerte de “El cromañón”, un compañero de
clase que tenía atemorizado a Juanpe, y al que animado por Víctor, decidieron
dar un escarmiento que acabó yéndose de las manos. El segundo nos traslada hasta 2015 y correrá a cargo de un narrador omnisciente. Más de treinta años después volveremos a Ciudad Satélite
para conocer a Alena, una adolescente polaca recién instalada en el barrio. Muchas
cosas han cambiado a peor en ese barrio: sobre todo en las aulas, en las que ciertos
alumnos parecen seguir empeñados en hacer de la vida de otros compañeros un
auténtico infierno por mero capricho. El uso de las nuevas tecnologías se los
va a poner en bandeja.
Tigres de cristal es una historia durísima y a la vez tan
interesante que mantiene al lector rendido ante sus páginas desde su inicio. La
forma de infligir dolor entre los menores ha mutado a lo largo de los años, y
las redes sociales se han convertido en el caldo de cultivo perfecto para
atormentar a otros sin rastro de huellas físicas, pero que deja otras tan o más
demoledoras que las anteriores. En torno al acoso escolar que es la columna vertebral de la novela, se vertebran una serie de subtramas tan o más interesantes que esta: familias rotas, maldad, apaños...
El sufrimiento de los menores ante este tipo de situaciones,
la culpa, el perdón y la venganza se darán la mano en una novela en la que
destaca no solo por la magnífica ambientación que logra sino por la veracidad
de que reviste a sus personajes. Personajes con vidas complejas, llenas de
secretos y aristas, con sus propios demonios y que en algún momento tendrán que
ajustar cuentas con su pasado. Víctor Yagüe y Juan Pedro Zamora en el pasado son la cara y
la cruz de una moneda con la que el autor refleja lo incierto del destino de
cada persona aun teniendo un pasado común. Alena y su familia, en el presente,
serán testigos de cómo se repite la historia.
Tigres de cristal es una magnífica historia. Una novela,
desde mi punto de vista, redonda donde acoso, culpa, expiación y mucho más se
suceden a lo largo de una lectura llena de intriga que atrapa desde las primeras páginas y ante
la que el lector cae rendido. Todo ello en el seno de un barrio que se
convierte en un fresco de una época y unas familias. Se podía haber contado de
muchas formas, Toni Hill lo ha bordado.
Me ha parecido buena novela pero esperaba algo más d eella.
ResponderEliminarY tú vas y le bordas una reseña. Yo de Toni solo he leído el de los ángeles y me gustó mucho, también me pareció redonda. Pero aquí no sé yo si me iría del todo bien. Más que nada la desconfianza viene del tema, que me cuesta. Lo de los niños asesinos o justicieros...aunque llamándose el otro Cromañón, menudo elemento.
ResponderEliminarBesos
He leído la trilogía del inspector Salgado y me gustó. De esta novela estoy viendo muy buenas opiniones, así que seguro que acabo leyendola.
ResponderEliminarBesos
Justo, una novela redonda. Está entre mis mejores lecturas de este año
ResponderEliminar(Por cierto, yo no he leído nada más de este autora)
Un abrazo
¡Hola guapa!
ResponderEliminarLo has resumido perfectamente: "Toni Hill lo ha bordado". Es un novelón con todas las letras, fluorescentes y en mayúsculas. Yo he leído todos los libros de Toni y este sin ningún género de duda es el mejor de los cinco. De aquí a final de año algo muy bueno tiene que caer en mis manos para desbancar a esta del puesto de mi mejor lectura del año. Me alegro de que la hayas disfrutado.
Un beso
Este lo tengo más que apuntado. Me atrae muchísimo, sobre todo por la época y la ambientación :)
ResponderEliminarLe tenía el ojo echado desde hace un tiempo y la verdad siempre me han interesado muchísimo las historias en que todo parte de la infancia. Me lo apunto, ¡muchísimas gracias por la reseña!
ResponderEliminar¡Nos vemos entre páginas!
La vida de mi silencio
No he leído nada del autor y me tentáis mucho con esta novela, pero la verdad es que ahora mismo me es imposible hacerle un hueco.
ResponderEliminarBesos.
No he leído nada del autor, pero este título se está llevando todas las papeletas para que sea con el que me estrene. La temática me parece durilla, pero estoy segura de que la disfrutaría viendo cómo calificas su lectura ;)
ResponderEliminarBesitos
A mí la verdad me ha gustado bastante, hasta la fecha Toni Hill no me ha decepcionado, espero que siga así 😁
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Yo también he disfrutado muchísimo de esta lectura.
ResponderEliminarUn beso
Hola guapa, me he saltado la reseña porque me ha dado la sensación de que has hecho un spoiler sin pretenderlo... en las anteriores reseñas que he leído, no he visto nada del asesinato que comentas, y al leerlo aquí, me ha dejado chafada (y a no ser que sea muy al comienzo de la novela y no lo has mencionado pues me ha dejado un poco chof...)En fin, que supongo que lo leeré, pero dejaré pasar un tiempo ...
ResponderEliminarUn besazo
Hola. No es ningún spoiler. Eso se sabe desde el principio, de hecho, es la base que da pie a toda la historia.
EliminarBesos
Pues gracias por la aclaración. Pero te prometo que no lo había leído en ninguna otra y por eso me dejó chafada... jeje...
EliminarUn besazo
Estoy totalmente de acuerdo contigo en impresiones. Un gran novela. Besos.
ResponderEliminarPues ya sabes que la tengo sin leer. Y tiene delito porque lo he leído todo de Toni Hill y me encanta, tanto su saga de Salgado como el libro Los ángeles de hielo que me pareció brutal (aunque diferente a este por lo que veo). A ver si este septiembre cae ya por fin
ResponderEliminarEstoy viendo buenísimas opiniones de este libro y la verdad me llama bastante la atención.
ResponderEliminarSeguro que en un futuro acaba en mis manos. Besos
Yo solo he leído "Ángeles de Hielo" y me encantó. Tienes que desempolvarlo y leerlo que te encantará. Me apunto éste. Felices lecturas
ResponderEliminarEs una buena novela y ha habido momentos en los que me ha hecho recordar mi infancia, allá por los años setenta, pero el final me ha parecido muy rebuscado, incluso poco creíble. Besos
ResponderEliminarLa tengo ya en mente, creo que la disfrutaré mucho, es un autor que me gusta
ResponderEliminarBesos
Te leo un poquito en diagonal porque estoy con ella actualmente. Me está gustando muchísimo y creo que voy a poder estar con el autor en Getafe Negro. El estilo narrativo de Toni me fascina. Un besote!!
ResponderEliminarNo tenia ni idea de este autor así que por lo que cuentas, perderme este libro no es una opción. Besos
ResponderEliminarGuauuu esta vez si que te ha convencido. Anotado queda.Besos
ResponderEliminarSolamente leí una novela de Toni y me gustó. Tengo mucha curiosidad con esta novela, trata temas muy duros.
ResponderEliminarBesos
Y a mí el final me dejó totalmente en shock. Me gustó mucho este libro. Y hazle hueco a Los ángeles. Es fabuloso también. Besos
ResponderEliminarMe gustó mucho, vaya giro final. Eso sí, sigo pensando que la anterior la supera. Un besote!
ResponderEliminarImagínate que ha sido de los pocos libros que me ha hecho llorar con sus primeras páginas.
ResponderEliminarOtro escritor que tengo pendiente.. ni me he arrimado, chica.
ResponderEliminarBesos.