El hilo invisible - Gemma Lienas

Las dudas atormentan a Julia: ¿De verdad quiere a su marido? ¿Está dispuesta a ser madre? ¿Terminará a tiempo el guion que escribe sobre el verdadero papel de la científica Rosalind Franklin en el descubrimiento de la doble hélice del ADN? 

Con el objetivo de huir de tanta incertidumbre, acepta una invitación de su familia francesa para pasar el mes de agosto en la isla de Batz, en la costa bretona. Allí, en la vieja casona familiar, y al lado del mar, la esperan una bisabuela imponente, un tío abuelo extrañamente melancólico y un tío, librero de anticuario, muy atractivo. 

Gracias a la capacidad de observación de Julia, que capta un detalle enigmático en unas fotografías antiguas que se remontan a la segunda guerra mundial, lo que tendrían que haber sido unas vacaciones familiares pronto se convertirán en unos días de investigación sobre sus orígenes y su identidad.

FICHA DEL LIBRO

MIS IMPRESIONES

Barcelona. Verano de 2009. Julia es guionista de documentales científicos. La difícil situación personal que está atravesando le está pasando factura en el plano profesional. Septiembre está a la vuelta de la esquina y del guión que tenía comprometido con su editora, y del que ya ha cobrado un sustancioso adelanto, no ha logrado esbozar ni un esquema. Y es que  su cabeza de está para pocos brotes imaginativos; más bien es una olla a presión. Su relación de pareja se resquebraja y no porque Carlos, su marido, no esté por la labor de consolidarla sino porque es ella quien parece nadar en un mar de dudas sobre el futuro de ambos.

La inesperada llegada de una carta de su bisabuela materna, una francesa con la que nunca hasta entonces ha tenido contacto, que a punto de cumplir los cien años le manifiesta su deseo de conocerla y la invita a pasar unos días de vacaciones en la isla de Batz, en la costa bretona, animará a Julia, en principio reacia, a tomarse unos días de descanso durante los que espera poder darle un impulso definitivo al guión pendiente, tomar un poco de distancia con su situación de pareja y decidir hacia donde quiere encaminar su vida. Con lo que no contaba era con otras sorpresas inesperadas que le proporcionará su estancia en Francia, entre ellas descubrir su verdadero origen y un montón de secretos familiares. 

Este es a grandes rasgos el tema en torno al que va a girar El hilo invisible, una novela que comienza in extremis para retroceder en el tiempo poco más de un mes y darnos a conocer a una mujer atormentada por la presión de la que está siendo objeto por parte de su marido. Carlos ansía ser padre y Julia siente que está contra las cuerdas, un malestar que solo comparte con una íntima amiga galerista que se encuentra volcada por completo en una nueva exposición.

Me moría por entrar en el avión, abrir el sobre y leer la carta.
Había sido una de las primeras personas en ponerme delante del mostrador de embarque y miraba con atención al personal de tierra...
Le había prometido a Cristina que no leería la carta hasta que no me subiera en el avión a Barcelona, y lo estaba cumpliendo, pese a que notaba que el sobre, dentro del bolso, clamaba para que lo abriera.

En El hilo invisible encontramos la fusión de varios géneros: secretos familiares e intriga por un lado; una parte más intimista en la que nuestra protagonista debe realizar un ejercicio de introspección para encontrarse a sí misma y tomar decisiones relevantes en su vida; y, por último una subtrama científica, en la que se desarrolla el guión de Julia, y que en capítulos alternos nos irá desvelando el papel que la científica Rosalind Franklin desempeñó en el descubrimiento de la cadena de doble hélice del ADN. Y ha sido precisamente aquí donde a mí la historia se me ha descompensado porque aunque la trama principal me ha gustado mucho, tanto en la forma como en el fondo, el hilo científico, al menos en mi caso que no tengo especial curiosidad por estos temas, no me ha llegado tanto y, por momentos, he sentido que me sacaban de lo que realmente me embaucaba para llevarme hasta otra historia subsidiaria.  

El hilo invisible es una de esas novelas donde el peso lo llevan los personajes, que son los que consiguen pegarte a sus páginas en busca de un desenlace que quizá resulte un tanto precipitado en comparación con el ritmo de la novela. Entre ellos, las mujeres llevarán la voz cantante; unas mujeres fuertes y decididas, con Julia a la cabeza. Ella, pese a su cultura, su éxito profesional y el amor que le profesa Carlos, su marido, no estará exenta de vaivenes emocionales. Un personaje trazado con maestría y del que se sirve la autora para plantear uno de los eternos conflictos de pareja: ¿es necesario tener descendencia para mantener la solidez de una relación? A través de sus ojos y de su experiencia asistiremos al diferente prisma desde el que cada cual entiende las relaciones de pareja y su evolución. Junto a ella tenemos a Yvonne esa bisabuela tan fuerte pero también con su talón de Aquiles; una mujer que es el contrapunto de bisnieta, de esas de otra generación para las que la maternidad lo significó todo. Y junto a ellos, como secundarios: Jean, su tío, un anticuario que derrocha amor por la literatura, ganas de vivir y generosidad para con los demás o Rosalind, un personaje que la historia trato de enterrar bajo una excusa tan burda como el machismo. 

El hilo invisible combina novela intimista, secretos familiares y ciencia. Una historia de personajes, de crecimiento personal, donde las mujeres son las grandes protagonistas y el mundo del arte y la literatura tendrán también un lugar relevante. Una mujer en busca de sus raíces se encontrará a sí misma.