A grandes males
Autor: César Pérez Gellida
Páginas: 688
Editorial: Suma de letras
Precio: 18,90 euros
Sinopsis
Los rastros de sangre concentran la acción al otro lado del Atlántico: Argentina es el escenario de este dantesco desenlace de la trilogía de César Pérez Gellida, un final que no dejará indiferente a ningún lector.
Prólogo de Dolores Redondo.
Tercera y última entrega de la trilogía «Refranes, canciones y restos de sangre».
Erika Lopategui y Ólafur Olafsson han llegado a Buenos Aires siguiendo el rastro de la única persona que puede ayudarlos a destapar la organización criminal que se esconde tras la Congregación de los Hombres Puros. Encontrar el Cartapacio de Minos, un misterioso documento que contiene la identidad de los integrantes de la cúpula de esta organización, es su única meta.
Pero no solo ellos lo buscan... Pronto descubrirán que una cara conocida está más cerca de lo que a ellos les gustaría.
A grandes males es un thriller donde la realidad y la ficción se confunden para sumergir al lector en una trama cargada de incógnitas cuyas respuestas se encuentran entre los muros del edificio Barolo, un rascacielos levantado para albergar las cenizas de Dante Alighieri.
César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974. Es Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y Marketing por la
Cámara de Comercio de Valladolid. Desarrolló su carrera profesional en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que, en 2011, decidió dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.
César irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de literatura 2012. Constituía la primera parte de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», que continuó con Dies irae y se cerró con Consummatum est y por la cual le fue otorgada la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses 2014 y el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre. En 2015 publicó Khimera, su cuarta novela, y en 2016 inició su segunda trilogía, «Refranes, canciones y rastros de sangre», compuesta por las novelas Sarna con gusto, Cuchillo de palo y A grandes males.
Actualmente sigue escribiendo novelas y colabora como columnista en El Norte de Castilla.
Mis impresiones
Qué ganas teníamos de cerrar la trilogía de Refranes, canciones y rastros de sangre y qué huérfanos nos quedamos con este último trabajo de César Pérez Gellida. No hay duda que la historia tiene un gran trabajo a sus espaldas, mucho. Quizá, desde mi punto de vista, esta novela sea la más compleja y exigente de la trilogía. Pese a todo, imposible no rendirse ante él, confiar que siga con su buen hacer y pronto tengamos más de refranes, de canciones o de lo que surja de esa mente suya tan privilegiada. Os animo a todos a acercaros a esta trilogía, eso sí, es imprescindible hacerlo por orden para poder comprender y disfrutar plenamente lo que en ella acontece.
A grandes males sigue una estela un tanto diferente a lo que nos tiene acostumbrados el autor. En esta ocasión, la historia gira en torno al poder y su eje central será la Corporación de los Hombres Puros, esa organización criminal de la que forman parte un grupo de empresarios poderosos, que mueven los hilos del mundo, apenas esbozada en Sarna con gusto, y que conocimos con mucha mayor profundidad en Cuchillo de palo.
Los sucesos acaecidos en Budapest (Cuchillo de palo) han provocado una escisión entre los miembros de La Congregación de los Hombres Puros. Soplan vientos de reforma y Corteza de Roble parece haberse quedado anclado en el pasado con unas ideas demasiado rígidas que no agradan a todos. Aunque mantiene algunos incondicionales, otro grupo decide acudir a una reunión secreta en Holanda. Será este el punto de partida de una trama que nos llevará a conocer los orígenes de Congregación, que nació como la Gran Logia de los Puros y su evolución a lo largo de los años. César nos trasladará hasta la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX, una ciudad donde la masonería tuvo una gran relevancia. Allí conoceremos dos impresionantes construcciones: El Palacio Barolo y el Palacio Salvo, en su día los puntos más altos de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo, respectivamente. Mucho más protagonismo concederá al primero, el de Barolo, destinado a albergar las cenizas de Dante, muy relacionado con su Divina Comedia, que guarda innumerables secretos entre sus muros y nos conducirá hasta el Cartapaccio de Minos.
A grandes males se desarrolla a través de dos hilos temporales: el primero nos traslada hasta 1923 a la ciudad de Buenos Aires, donde conoceremos a un joven arquitecto Mario Palanti diseñador del Palacio Barolo y al empresario cuyo nombre da nombre al edificio, Luis Barolo; otro presente nos sitúa en 2013, también en Buenos Aires, donde nos reencontraremos con Erika Lopategui y Oláfur Olafsson cuyo afán por desarticular la organización criminal pasa por encontrar el paradero del Cartapaccio de Minos, un libro que recoge la relación de miembros de la misma desde su creación. Solo una persona parece poder ayudarles en su tarea, Edgardo Bujalesky, un experto dantista, pero Erika y Oláfur no serán los únicos que anden tras la pista del tan codiciado libro.
Aunque en este caso César nos presenta una trama diferente, incluso en esta ocasión Sancho pierde un poco de relevancia en favor de Erika, Oláfur y Bujalesky, no dejamos de estar ante un thriller de los buenos, donde la tensión se palpa en cada página. Tendremos mucha acción, giros que nos dejarán boquiabiertos, persecuciones en lugares recónditos o escenarios tan impresionantes y bien dibujados que harán castañear nuestros dientes. Serán muchos y variados los rincones que conoceremos en la novela y no siempre pasearemos por los más bellos sino que también nos arrastrará el autor hasta otros donde las condiciones de vida dejan mucho que desear: para muestra esas descripciones de Villa 31, un asentamiento marginal que es lo más cercano al vivir en el mismo infierno. Imposible no destacar otra de las escenas que más me han impactado de la novela: la que nos lleva hasta un glaciar, un escenario de extraordinaria belleza, que me ha permitido visualizado con absoluta claridad y aun permanece en mi retina.
En resumen, César cierra su trilogía con una novela más exigente, en la que vuelve a sorprendernos y a reinventarse, conduciéndonos por una trama en la que se funden ficción y realidad, cargada de suspense y con momentos de tensión límite.
Me quede en la primera y quizás algún día la retome auqnue no por ahora.
ResponderEliminarTrilogía muy recomendable. Como a ti me ha gustado mucho estos libros, esperando a que César publique nuevo libro.
ResponderEliminarBesos
Es La más complicada de las dos trilogías. A mi lo de la forma en la que está construido el Barolo me dejó boquiabierta
ResponderEliminarLeí un libro del autor y no me gustó nada, así que no creo que lea este.
ResponderEliminarUn beso ^^
¡Hola!
ResponderEliminarMe leí hace tiempo la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne y uff me encantó. Fue una gran suerte descubrir a César Pérez Gellida. Así que viendo además tu reseña no creo que tarde en empezar esta trilogía :)
Besos
Ya desconocía la existencia de Villa 31 y después de leer la novela de César estuve mirando fotos en glugle que me impactaron. En cuanto a la belleza del glacial...sobrecogedora. Besos
ResponderEliminarDe momento no me animo, pero gracias por la reseña. Un beso.
ResponderEliminarUna trilogía redonda, y mira que a mi las tri, bi, sagas y demás, me frenan mucho, pero con Gellida la cosa cambia, pues cuando un autor sabe llegar a su público como lo hace él, no leerle es casi un delito.
ResponderEliminarUn besito cielo.
Yolanda.
Buenos días, Guapa. Leí Memento mori, que me la regalaste tú, y me quedé fascinada con su estilo y su forma de crear suspense. Sin duda, me anoto esta.
ResponderEliminarBesitos
Todavía tengo que terminar la primera y luego ya me animaré con esta
ResponderEliminarBesos
Paso de puntillas que aún no lo he leído. Cuando lo haga comentamos
ResponderEliminarBesos
Una pena que se haya acabado ya la trilogía, aunque no me cabe duda de que César volverá a sorprendernos. Besos.
ResponderEliminarUna trilogía que tengo que leer, sin duda, que sólo veo entusiasmo con ella. Ya su primera trilogía me encantó.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo leí la primera trilogía y aunque no me disgustó no me gusto tanto como a vosotros, asi que por ahora no creo que la lea, aunque me alegro que la disfrutaras tanto. Besinos
ResponderEliminarAún no me he estrenado con su autor, pero tengo "Memento mori" en casa así que espero hacerle hueco pronto...que leo todo menos lo que compro ;)
ResponderEliminarMe gusta lo de que cada entrega se vaya superando...es raro verlo en las sagas y parece que Cesar lo consigue.
Besotes y buen finde
Solo he leído el primero de esta trilogía..Cuestión de tiempo seguir con los demás!
ResponderEliminarLo tengo pendiente. Ya voy con la idea que es algo distinto a los anteriores, y creo que lo dejo para vacaciones.
ResponderEliminarUn beso ;)
No he leído nada de este hombre todavía, ¿te lo puedes creer? Sí, no tengo perdón, lo sé. Pero bueno, que tomo nota llegado el momento. Un besote!
ResponderEliminarNo leí nada de Pérez Gedilla -sólo el prólogo de la novela de Benito Olmo. El hecho de que sus novelas estén agrupadas en trilogías no me anima con sus novelas. Besos.
ResponderEliminarBueno, ya sabes que a mí esta última novela se me ha hecho un poco más densa, y aunque me ha gustado, me quedo con la trilogía anterior. Tampoco la he leído en el momento propicio y eso quizás también me ha influido un poco.
ResponderEliminarUn beso
ESte libro lo tengo mas que requete apuntada y veo que has disfrutado mucho de la novela. Besos
ResponderEliminarYo aún no me he estrenado con el autor y le tengo ganas pero creo que empezaré con su primera trilogía
ResponderEliminarUn beso!
Hola preciosa!
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, pero no lo descarto para más adelante, me alegro que te haya gustado.
Besotes!