Y en nosotros nuestros muertos - Ana Medrano

Y en nosotros nuestros muertos

Autor: Ana Medrano

Autopublicado

Páginas: 318

Precio: 10,65 euros

SINOPSIS

Madrid, abril de 2012. La desaparición de un espejo en el taller de restauración donde ha fallecido recientemente su padre es el detonante para que Nena -Magdalena Castelao- consiga convencer a sus amigos y a un inspector de la policía de que sus sospechas sobre la naturaleza criminal de esa muerte son fundadas. 

Gracias al hallazgo de una carta, fechada en el año 1935, dirigida a su abuelo por el entonces párroco de San Tirso de Bóveda (Lugo) y de la ayuda del actual sacerdote a cargo de esa parroquia, la investigación irá desentrañando una trama organizada en torno al expolio y la venta fraudulenta de patrimonio artístico español. 

A medida que la investigación avanza Nena descubrirá que la verdad no siempre te devuelve la paz.

ANA MEDRANO

Nació en Madrid en 1965. Estudió Arte. Actualmente reside en la provincia de Madrid y trabaja en el departamento financiero de una multinacional.

Según sus propias palabras: "Por accidente coexisto entre números y por vocación vivo entre libros".

Comenzó escribiendo poesía y cuentos para sus hijos. 

Y en nosotros nuestros muertos es su primera novela. Le seguirán En el lugar de siempre, Después de tantas penas y La ceremonia de la desolación, publicada en junio de 2017. 

MIS IMPRESIONES

La reseña que os traigo hoy da inicio a una serie de novelas protagonizadas por Nena Castelao, unas novelas que, si bien comparten protagonista, son todas autoconclusivas. El orden es el siguiente: Y en nosotros nuestros muertos, En el lugar de siempre, Después de tantas penas y La ceremonia de la desolación, publicada a través de Amazon hace apenas unos días. 

Conoceremos a Nena en abril de 2012, en Madrid, cuando se enfrenta a uno de los momentos más difíciles de su vida. Tras la muerte de su padre, un restaurador de obras de arte, a causa de un desgraciado accidente, será ella la encargada de recoger el taller en el que trabajaba; una tarea que hará que caiga en sus manos una carta que data de 1935, dirigida a su abuelo. La cabeza de Nena está en plena ebullición y, aunque el resto de la familia no presta mayor importancia a su presentimiento, ella no puede dejar de pensar que la caída accidental de su padre de unas escaleras es más que sospechosa, más si tiene en cuenta las escasas ocasiones en que este se atrevía a usarlas. Aunque no existe nada que haga presagiar lo contrario, la desaparición de un espejo de cornucopia, con un gran valor sentimental para nuestra protagonista, servirá de detonante para que Ana decida poner el caso en manos de la policía. 

Este es, a grandes rasgos, el punto de partida de una novela en la nos vamos a adentrar en una investigación que avanza no solo a través de los cauces oficiales, llevados a cabo por el agente de la policía nacional Javier Rivera, sino en la que las indagaciones de la propia Nena constituirán una pieza fundamental en la resolución de un caso que nos llevará a conocer un tema tan interesante como el expolio del patrimonio artístico y cultural español a principios del siglo pasado, así como la venta fraudulenta de obras de arte; un tema que la autora parece dominar con soltura y tras el que se adivina una buena labor documental. 

Nos encontramos con una novela de cronología lineal, narrada en primera persona por la propia Nena, estructurada en su mayoría por capítulos de corta extensión y encabezados con la fecha en que se desarrollan, en los que la abundancia de diálogos agiliza la lectura. Ana Medrano a través de una prosa clara y sencilla nos introduce en una trama, que abarca apenas dos meses y se desarrolla entre dos escenarios principales: Madrid y Galicia. Una novela con banda sonora en la que un fragmento de canción da inicio a cada capítulo. Misterio, arte, cierto tono intimista referido a la vida de la propia Nena, además de otros temas como la violencia de género, la familia, la amistad, el miedo y las segundas oportunidades serán algunos de los ingredientes de una historia que nos proporciona una lectura ágil, con un ritmo bien sostenido y una tensión creciente hasta su desenlace. 

Será Nena Castelao la protagonista en torno a la cual se articule toda la trama y, sin duda, el personaje que mayor desarrollo tiene en ella: una mujer inteligente, familiar y llena de matices, que destaca por su fortaleza y tesón pero, a la vez tan de carne y hueso, que también nos mostrará sus otras aristas: unas en las que conoceremos a alguien mucho más frágil, insegura y miedosa, quizá porque así somos todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas. Junto a ella encontramos a Javier Rivera, un policía nacional metódico, atento y templado que conquista por su carácter y su buen hacer. Sole, la íntima amiga de Nena, representa ese pilar al que uno se puede aferrar en cualquier momento; una mujer fiel a sus principios que derrocha alegría por donde va. Y tampoco puedo dejar de mencionar a la pequeña Lola, la hija pequeña de Nena, que aportará un toque de ternura y humor en sus intervenciones. 

En definitiva, Y en nosotros nuestros muertos supone un buen debut literario para esta escritora madrileña que saca oficio para sumergirnos en una trama en la que se abordan temas tan interesantes como el expolio del patrimonio artístico español a principios del siglo XX y en la que la familia, la amistad y la música juegan un papel fundamental.