MIS IMPRESIONES
Que a todos nos cuesta salir de nuestra zona de confort algo
innegable, pero también que ese paso puede adentrarnos en nuevas fronteras, que
quizás nos aporten grandes sorpresas. Y con esa intención llegué hasta las páginas
de La vida no regalada de Luis Cabrera de la que hoy os hablo.
Dice la sinopsis editorial de este libro que La vida no
regalada es una historia sin ficción y, efectivamente, así es. En él se narra
la historia de Lorenzo Almendro, un alter ego del propio autor, que además de
escritor es un músico que ha impulsado carreras de grandes figuras del flamenco,
gente de la talla de Mayte Martín o Miguel Poveda entre otros. Y yo que soy
bastante fan de ambos me embarqué en esta aventura queriendo saber un poquito
más del tema y quizá me ha faltado un poquito más de flamenco y menos de retrato de la época.
En este libro, Lorenzo Almendro, narrador y protagonista
principal de la historia, hará un recorrido de su vida desde su más tierna
infancia, que transcurrió en un entorno rural de la provincia de Jaén, dentro
de una familia de clase humilde para posteriormente, trasladarse con tan solo
nueve años al barrio de Verdún, en Barcelona. Su familia fue una de tantas
otras de andaluces que, dejaron atrás su lugar de origen para formar parte de
las plantillas de las metalúrgicas o las textiles en plena expansión en la
ciudad condal. A partir de ahí seguiremos los pasos de este niño avispado, que llevaba
en flamenco en las venas y siendo solo un adolescente impulsó la Peña de Enrique
Morente.
La historia de Lorenzo es una historia de contrastes y al
tiempo que nos va dejando el testimonio de la que fue su relación profesional,
de amistad o incluso de encuentros puntuales con grandes del flamenco, realiza
un retrato económico y social de un barrio obrero en Cataluña allá por los años
sesenta: barrios donde llegaban oleadas de emigrantes de diferentes puntos de España,
sin apenas servicios, ni un trazado urbanístico, donde los chavales vivían en
la calle mientras sus padres se deslomaban en las metalúrgicas o en las
fábricas textiles. Una Cataluña donde el idioma no era una seña de identidad y
podía acarrearte serios problemas.
La vida no regalada es una novela sencilla, muy entretenida,
una historia de gente dura, honesta, trabajadora que no lo tuvo fácil, pero cuya
valentía y tesón permitió a generaciones posteriores vivir en una posición
mucho más favorable. Luis Cabrera lo cuenta de una manera sencilla y fluida y,
sobre todo, me ha encantado tropezarme entre estas páginas con Camarón, Enrique
Morente, saber de los primeros pasos de Mayte Martín y del joven Poveda así
como de ciertas curiosidades sobre las letras de sus temas.
Realmente es toda una curiosidad, aunque te confieso que estoy un poco cansada por ahora de la posguerra y de los emigrantes a Barcelona o Madrid. Besote
ResponderEliminarEs una realidad muy cercana que viví en mi familia, creo que sería bueno poder contrastar las vivencias que nos contaban con lo que narra.
ResponderEliminarBesote
No termina de llamarme esta vez, así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola. Qué pena que no aprovechen del todo estos temas menos manidos como el del flamenco y se vaya más al retrato de la época. De todas formas me parece muy interesante, así que me apunto.
ResponderEliminarBesos
No me veo con este libro la verdad.
ResponderEliminarBesos.
No te hacía amante del flamenco, qué buena cosa. A mí me encanta. Crecí escuchando a mi padre canturrear en cualquier ocasión y a mí, es uno de los poco géneros musicales que me pone la piel de gallina. Había visto este libro en algún sitio y me hice a la idea de que era ensayo. No sé si me pasaría como a ti, que echaría de menos el flamenco. En cualquier caso, y como soy de naturaleza cotilla-literaria, no me importaría asomarme a la vida del "autor". Lo malo es que siempre ando falta de tiempo. Para todo. Besos
ResponderEliminarLo tengo pendiente pero no sé yo... A mí el flamenco...
ResponderEliminarPues, pese a tu reseña, tengo mis dudas, y tanto pendiente...esta vez no (que también se agradece). Un besote!
ResponderEliminar