A propósito de las mujeres
Autor: Natalia Ginzburg
Traducción: María Pons Irazábal
Editorial: Lumen
Páginas: 96
Precio: 19,90 euros
Sinopsis
Mujeres con sombrero y sin sombrero, jóvenes y viejas, maquilladas o con la cara recién lavada. Ellas, tan solas o con demasiada gente a su alrededor; con hijos que hacen preguntas molestas o amantes que llegan, te usan, saludan y se van. Mujeres que tarde o temprano se sienten malqueridas, aunque anden por la calle pisando fuerte y mirando coquetas el reflejo de su cuerpo en el escaparate de alguna tienda.
En estos cuentos hablan, lloran, caminan las mujeres de Ginzburg y, abrazándolas todas, el texto que abre las puertas de este libro hermoso y valiente:
«Las mujeres tienen la mala costumbre de caer en un pozo de vez en cuando, de dejarse embargar por una terrible melancolía, ahogarse en ella y bracear para mantenerse a flote: ese es su verdadero problema... Las mujeres lo que tienen que hacer es defenderse con uñas y dientes de su malsana costumbre de caer, porque un ser libre no cae casi nunca en el pozo ni piensa siempre en sí mismo, sino que se ocupa de todas las cosas importantes y serias que hay en el mundo y solo se ocupa de sí mismo para esforzarse por ser cada día más libre. La primera que debe aprender a actuar así soy yo...»
Oriana Fallaci, que entrevistó a la autora, describió a Natalia Ginzburg con estas palabras: «Ni guapa ni elegante, con rebeca y falda de color azul ceniza, con ese aire un pelín apagado de tía soltera y sin edad definida... Pelo negro, pocas canas y un cuerpo compacto. Buenas piernas, de persona acostumbrada a caminar... Desde luego parece una mujer sana, hecha para llevar cargas y dolores con entereza. Sorprende su voz, como de femme fatale. Es como si fuera la voz de otra, y te atrapa, te fascina...»
Pues esa mujer ni guapa ni elegante fue una de las voces más importantes de la literatura italiana del siglo XX. Nacida en Palermo en 1916, pronto se trasladó a Turín y luego, ya casada con Leone Ginzburg, vivió en Roma hasta que su marido fue asesinado en una cárcel de la capital por las fuerzas fascistas. Entre sus obras más conocidas, además de Léxico familiar, que en 1963 fue galardonado con el Premio Strega, destacan Las pequeñas virtudes, Querido Miguel, El camino que va a la ciudad, Familias y su colección de ensayos Las tareas de casa y otros ensayos. Ginzburg trabajó muchos años como redactora para la editorial Einaudi, en su sede de Roma, ciudad donde residía cuando murió, en 1991.
Mis impresiones
No sois pocos los que me habéis leído por activa y por pasiva diciendo que los relatos no son lo mío y, en realidad, en un sentido amplio es así, aunque siempre hay excepciones. Hace poco me animé con El chal de Cynthia Ozick, una publicación compuesta de un relato y una pequeña novelita, precisamente publicada por Lumen que me dejó muy buen sabor de boca. Cuando ojeé la sinopsis de A propósito de las mujeres sentí mucha curiosidad y, de alguna forma, intuía que disfrutaría de su lectura. No me equivocaba.
Es complicado reseñar lo que podemos encontrar entre las páginas de este recopilatorio de “cuentos”, tal y como lo describe Elena Medel en su prólogo. Tampoco es el género en el que más haya destacado una autora ya fallecida, que es un referente del feminismo en las letras italianas. Nos enfrentamos a un total de ocho historias muy diferentes entre sí, precedidas de un artículo introductorio de la autora, que da nombre a esta publicación y me ha ganado por su garra: A propósito de las mujeres; unas páginas en las que es imposible decir que un fragmento es más interesante que el siguiente porque contienen tanta verdad, que para hacerme entender tendría que reproducirlo al completo. Todos los relatos de Ginzburg tienen un denominador común: las mujeres, entendidas en el sentido más amplio de la palabra (de clase alta, humildes, con hijos, sin hijos, feas, guapas…) y su particular forma para enfrentarse a la vida.
Natalia Ginzbur escribe de forma sencilla y directa, pero tras esta aparente sencillez, encontramos una narración intimista que profundiza en el universo tan complejo que rodea a las féminas y a ese pozo, al que la autora hace referencia en su artículo introductorio, en el que caen una y otra vez a lo largo de la vida, a veces, sin razón aparente. Es tan complicado entendernos en ocasiones y, sin embargo, a ella le ha resultado tan fácil dibujar ese dolor al que a menudo se enfrentan las mujeres, que todo su texto no es más que un retrato certero ante el que no cabe más que rendirse.
He conocido a muchísimas mujeres, y ahora estoy segura de descubrir en ellas al cabo de un rato algo digno de conmiseración, un problema mantenido más o menos en secreto, más o menos grande: la tendencia a caer en el pozo y encontrarse con una posibilidad de sufrimiento infinito que los hombres no conocen tal vez porque gozan de mejor salud o son más capaces de olvidarse de sí mismos y de indentificarse con su trabajo, más seguros de sí y más dueños de su cuerpo y de su vida, y más libres.
A lo largo de los diversos relatos, la autora no necesita servirse de muchos personajes para conseguir su propósito y, aunque el objetivo de todos ellos es el dibujo de una mujer, la historia no siempre la conoceremos de la mano de ellas, sino quizá de un marido insatisfecho o de unos hijos abandonados. La narración, en los que se alternan las voces en primera y tercera persona, en general, está impregnada de infelicidad y tristeza. Como dice Elena Medel, conocemos una historia cuando ya acabó, cuando no hay vuelta atrás, el camino está andado y no cabe ningún tipo de enmienda.
También destacaría otro relato: Mi marido, una historia narrada en primera persona que ha logrado conmoverme. En ella conocemos los sueños de una joven humilde, que a sus veinticinco años y llena de inocencia, contrae matrimonio con un médico, doce años mayor que ella. Es fácil, en determinadas clases sociales proyectar las esperanzas de un futuro mejor amparadas en una posición social; quizá solo el tiempo pueda darnos la razón o sacarnos de nuestro error.
En definitiva, A propósito de las mujeres ha supuesto para mí el descubrimiento de una gran autora a la que sin duda buscaré en otros registros. Considero que esta pequeña recopilación de relatos es una buena oportunidad de acercarse a una autora que recomiendo.
Buenos días , guapa. Me gustan los libros de relatos y este tiene buena pinta y yo también quiero acercarme a la autora.
ResponderEliminarBesos
Pues lo tendré en cuenta porque aunque tampoco soy aficionada a este género últimamente he tenido buenas experiencias.
ResponderEliminarUn beso
Es verdad que es más difícil hablar de un libro de relatos. No me importaría leer este.
ResponderEliminarYo también soy de las de "los relatos no son lo mío" y aunque te haya gustado, de momento no me animo
ResponderEliminarBesos
Yo no hago excepciones, los relatos no me gustan por su corta extensión y porque me saben a poco. Me alegro de que,poco a poco, te vayas decantando por este género. Besos
ResponderEliminarTampoco soy de leer relatos, pero me ha gustado lo que cuentas. Un besote
ResponderEliminarA mí sí que me gustan los relatos , no he leído nada de la autora y por lo que veo esta es una buena oportunidad . Lo llevo a la lista de futuribles. Besos
ResponderEliminarSe nota mucho que te han conquistado, yo tampoco soy de relatos y cuando me he acercado a este género los he disfrutado, me gusta lo que cuentas de lo complicado que es entendernos y lo maravillosamente que retrata el universo femenino a través de esos cuentos, así que tomo nota.
ResponderEliminarBuena reseña, porque no es fácil reseñar un libro tan corto y además de relatos independientes.
Un beso
Una más que tampoco disfruta casi nunca con los relatos, y mis últimas experiencias no han sido buen as. Aunque no negaré que a este le eché un ojo.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola!
ResponderEliminarEstoy deseando leer este libro :) Me gustan los relatos.
Besitos
Pues sabía que lo estabas leyendo y lo tuve en las manos el viernes pero no me decidí por lo mismo que la mayoría, no soy de relatos pero sí he investigado otros libros de la autora y no descarto hacerme con alguno.
ResponderEliminarUn beso
Ya sabes que me encantan los relatos, pero en este caso no me animo, al menos de momento.
ResponderEliminarBesos.
Este creo que no es para mí.
ResponderEliminarUn beso ^^
No lo conocía hasta que vi tu publicación, creo que en face, y vi que te había gustado un montón. Lo tengo en cuenta por si me animo.
ResponderEliminarBesos
Entre que esta novela no es de las mías y que se trata de relatos, lo mejor que puedo hacer es dejarla pasar. Besos.
ResponderEliminarEs raro que me llame la atención un libro de relatos y éste no lo ha hecho tampoco especialmente
ResponderEliminarBesos
¡Ay! A mí los relatos me dan muchísima pereza y no voy a negar que me tientas mucho con esta reseña, pero no sé...
ResponderEliminarBesos.
Relatos de mujeres...suena genial. Yo no he probado mucho del género pero sí que consigo disfrutarlo así que me llevo esta recomendación para más adelante ;)
ResponderEliminarBesitos
Relatos y corte intimista...
ResponderEliminarMuy interesante María Ángeles, a tener muy en cuenta!! ;)
A mí me gusta mucho el género, así que bien apuntado me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que me llevo a la autora apuntada, a ver cuándo le hago hueco
ResponderEliminarBesos
Pero si los relatos son magníficos!! Tomo nota de las dos recomendaciones... Besos
ResponderEliminarMe muero de envidia. Que lo sepas
ResponderEliminarBesos
Hola,no me llama especialmente,gracias por la reseña.
ResponderEliminarYo si soy de relatos, tanto como lectora como escritora, los adoro, son pequeñas novelas. Tomo nota, me gusta.
ResponderEliminarUn beso
Yolanda ❤ ❤ ❤
Ya me lo he apuntado para pedirlo en la biblioteca, parece bastante apetecible esta propuesta, aunque, como tú, no soy muy lectora de relatos. Bss
ResponderEliminarA mí me hizo mucho acordar a Elena Ferrante y sus Crónicas de desamor. Me gustaron muchos estos relatos aunque unos más que otros. Y con Natalia Guinzburg me pregunto lo mismo que me preguntaba con Ferrante. ¿Se dan cuenta de que todos los comentarios y reseñas de estas autoras son de mujeres? Mujeres que leen a mujeres. ¿Y los hombres? No conozco a un solo hombre de mi entorno que haya leído a estas autoras. Solo conocí a uno que me dijo que Ferrante le aburría. Curioso ¿no?
ResponderEliminar