Teresa Anglada ve cómo su vida de periodista de éxito se desmorona cuando su hija Jimena desaparece en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid sin dejar rastro. Presa del pánico, Teresa tarda en caer en un detalle: su hija ha desaparecido un 21 de diciembre, el mismo día que lo hizo su padre en 1970. Lo que todavía no sabe es que una de sus antecesoras murió en ese mismo lugar sesenta y siete años atrás, cuando el museo era el Hospital Provincial de Madrid, si bien nunca se encontró su cadáver.
Para recuperar a la pequeña Jimena, Teresa deja su trabajo y emprende una investigación que la obligará a ahondar en el pasado de su familia. Este viaje la enfrentará a sus propios fantasmas, a la pérdida de su padre, y a saber realmente quiénes son los Anglada, hasta alcanzar un clímax del que nadie saldrá indemne.
Con un dominio envidiable de la prosa, Mercedes de Vega regresa al universo que creó en su anterior novela, Cuando estábamos vivos, para sumergir al lector en un drama torrencial que explora las luces y las sombras que todas las familias guardan en su interior.
MIS IMPRESIONES
Amor a primera vista fue lo que sentí por la portada de esta
novela. El hecho de que viniese de la mano de Mercedes de Vega, de quien, a pesar
de no haber leído nada aún, tenía tan buenas referencias hizo que me lanzara a
por ella sin pensar mucho más, incluso sin saber que esta novela seguía con una
saga que se inició con Cuando estábamos vivos, su anterior novela. Ha sido mi
primera vez con la autora y no creo necesario leer la anterior para poder
disfrutar de esta. No obstante, no me cabe duda que de hacerlo en orden, el
disfrute hubiese sido doble. De hecho, me ha gustado tanto que me voy a hacer
con un ejemplar del primero.
Año 2003. Teresa Anglada es una periodista de éxito, que hace años decidió cumplir su sueño de ser madre en solitario. Hoy día tiene dos gemelas de ocho años muy diferentes entre sí. Su vida se pone patas arriba cuando, durante una visita al Museo Reina Sofía, deja a sus hijas en un taller infantil y una de las pequeñas, Jimena, desaparece sin dejar rastro. Teresa no dudará en dejar momentáneamente su trabajo y dedicarse todos sus esfuerzos a buscar alguna pista sobre el paradero de su hija.
Año 2003. Teresa Anglada es una periodista de éxito, que hace años decidió cumplir su sueño de ser madre en solitario. Hoy día tiene dos gemelas de ocho años muy diferentes entre sí. Su vida se pone patas arriba cuando, durante una visita al Museo Reina Sofía, deja a sus hijas en un taller infantil y una de las pequeñas, Jimena, desaparece sin dejar rastro. Teresa no dudará en dejar momentáneamente su trabajo y dedicarse todos sus esfuerzos a buscar alguna pista sobre el paradero de su hija.
El 21 de diciembre no parece ser un buen día en el
calendario de los Anglada. En el año 2003, es el día de la desaparición de
Jimena. Pero también un 21 de diciembre, treinta y tres años atrás, desapareció
Tomás Anglada, el padre de Teresa. Su esposa e hija quedaron marcadas de por
vida por esta desaparición e infinidad de preguntas flotan en el aire. Una tercera tragedia en la familia Anglada
también tuvo lugar un 21 de diciembre. De ella conocerá Teresa a raíz de su
propia investigación. ¿Puede ser todo fruto de la casualidad o hay algo más?
Nos encontramos ante una novela que se desarrolla a través
de tres planos temporales: el actual, en el año 2003, nos va a llevar a conocer
no solo la investigación que emprende Teresa para encontrar a su pequeña sino
también a la mujer que es hoy día. Una mujer madura, luchadora y valiente, que enfrenta
la maternidad en solitario pero se sobra y se basta para sacar adelante a sus
hijas; alguien que no dudará en plantarle cara a la vida y escarbar en el
pasado de su familia aun a riesgo de desenterrar secretos dolorosos. Otro hilo
nos llevará hasta 1970 donde conoceremos a Tomás Anglada, el padre de Teresa,
un hombre que, aunque felizmente casado, tras crecer en un orfanato decide
indagar cuáles son sus raíces. En esa búsqueda se le perderá la pista en el
pueblo de Milmarcos. Un último hilo
temporal nos llevará casi setenta años atrás para lograr montar las piezas de
un complejo puzle con el que dibujar el árbol familiar.
Leer a Mercedes de Vega me ha gustado mucho; no solo por la
historia tan buena que ha trazado, sino por la fuerza que imprime a sus
personajes y esa prosa tan cuidada y elegante de la que hace gala. Todas las familias felices no es una historia
marcada por un gran ritmo, pero sí que cuenta con ingredientes suficientes para
pegarte a sus páginas: infinidad de secretos familiares, una intriga muy bien dosificada sobre la
suerte que corrió Tomás Anglada o esa trama mucho más intimista en la que
conocemos a Teresa Anglada son algunas
de las bazas con las que juega esta autora que, incluso se permite insertar un
pequeño toque sobrenatural en la historia, sin que esto, que a mí personalmente
me cuesta, haya mermado en lo más mínimo mi lectura. Mención aparte merece la corrección que
necesita la novela, una corrección que en ocasiones empaña una historia, que
pese a todo me ha hecho disfrutar muchísimo.
Madrid y el Museo Reina Sofía, antiguo hospital Real de San
Carlos, en torno al que circulan infinidad de leyendas, se sumarán como otros
protagonistas de una historia que se extenderá hasta principios
del siglo XX y en la que varias generaciones estarán marcadas por la tragedia.
Todas las familias felices es una de esas novelas que no
dudaría en recomendar a quienes disfruten de las sagas familiares. La fuerza de
sus personajes, una prosa cautivadora y una compleja trama que nos adentra en
las luces y las sombras de una saga familiar hacen de esta historia una delicia
para los lectores.
también he disfrutado mucho con ella. La recomiendo.
ResponderEliminarPues si me tirnta esta novela pero me preocupa que sea continuación de Cuando estábamos vivos ya sabes wqusoy muy maniática y tendría que empezar por el otro. Por otro lado,así doy tiempo a que salga una segunda edición a ver si le han dado un repasito a la novela.
ResponderEliminarBesos
He leído muy malas opiniones por twitter pero a mi me sigue atrayendo un montón, espero disfrutarla como tu
ResponderEliminarUn beso!
Es una novela que por su trama me llama la atención, pero he visto tan malas opiniones en cuenta a su correción, que no sé que hacer, si leerla o no. De momento, la tengo en cuarentena.
ResponderEliminarBesos
Allá donde haya una saga familiar, allá que voy yo, dame una familia cargada de secretos y mentiras, y soy feliz, jajajaja.
ResponderEliminarBesitos preciosa.
No lo sé, lo de las sagas familiares va según me pille el día. Lo que no creo que haga es leer por orden ,para qué engañarnos. Casualidades no son, o no tendríamos libro, supongo pero vaya miedo a que llegue el 21. Lo de perder a la niña en el museo cuando estaba en el taller imagino que será creíble desde la inocencia lectora, que también es necesaria para que haya libros, claro. Creo que la novela tiene su punto interesante y que se lee sola. Se queda en los por si acaso.
ResponderEliminarBesos
¡Hola guapa!
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que era una continuación de la anterior que, por cierto, tengo en casa sin leer; así que creo que empezaré por la primera y después dejo esta anotada porque me gusta lo que cuentas.
Un beso
Pues pinta muy bien y quizá en otro momento la disfumaría pero ahora mismo necesito otro tipo de lecturas... quizás más adelante.
ResponderEliminarUn beso
He visto que ha habido mucha controversia con su corrección, pero independientemente de eso es una historia que me atrae mucho e incluso me saltaría esa primera parte de la que hablas.
ResponderEliminarBesitos
La anterior me llamaba la atención pero otras lecturas fueron las culpables de que terminará por dejarla pasar, y me temo que esta lleva el mismo camino. A ver si logro que no sea así. Besos.
ResponderEliminarDe entrada, esa fecha del 21 de diciembre, me une estrechamente a esta novela y lo que tengo claro es que si me decidiera a leerla, obviaría la primera entrega. Besos
ResponderEliminarNormal que te enamorase la portada, es divina.
ResponderEliminarAnotadísimo, tiene una pinta estupenda.
BEsos.
A mi la portada también me ha encantado, y las sagas familiares me chiflan. Además, por lo que cuentas, creo que es el tipo de libro que más disfruto :)
ResponderEliminarBesos!
Que bonito lo que cuentas, fíjate que me hice con ella en digital por lo mismo, me enamoro la portada, y me quede fría con el Tweet de una bloguera correctora que ha denunciado la mala ortografía que se encontró en su lectura y la he ido dejando pasar, no sabía que había una anterior tampoco, voy a buscarla ahora mismo que a mi si me gusta seguir el orden . Espero que el ritmo tampoco sea demasiado lento que mis horas de lectura son nocturnas y se me cierran los ojitos.
ResponderEliminarBesos
Pues lo tengo en la estantería pendiente. Pero no sabía que era el segundo de una saga... Me veo buscando el primer libro antes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gustó su anterior novela Cuando estábamos vivos, y esta me apetece mucho leerla. No me extraña que la recomiendes. Besos.
ResponderEliminarHola preciosa!
ResponderEliminarMe suele gustar bastante las novelas con historias familiares aunque ahora mismo suelo leer otras clases de historias.
−Fantasy Violet−
Besotes! ♥
Tengo aún pendiente la anterior novela de la autora. Empezaré por esa pero ésta ya está también apuntada
ResponderEliminarBesos
No es la novela que busco en este momento y no sabía que era segunda parte. Y me parece bien que comentes lo de la corrección para que las editoriales tomen nota, sobre todo porque perjudican a autores y a lectores.
ResponderEliminarBesos
Esta en principio la dejo pasar, confieso estar condicionada por algunos pantallazos que he visto. Un besote!
ResponderEliminarMe encantan las sagas familiares, y si la trama engancha desde el principio, pues entonces ya me tiene atrapado. Creo que esta novela me gustará. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarPues me quedo con dudas, me gusta lo que cuentas, pero me tira para atrás la edición, y que sea continuación de otro libro con lo maniática que soy con esas cosas...
ResponderEliminarBesos
Me atrae bastante, aunque me frena que sea una segunda parte y todo lo que tengo pendiente. Me gustaría limpiar antes del verano. Eso ocurriría en un mundo ideal.. jaja
ResponderEliminarUn beso ;)