El ferrocarril subterráneo
Autor: Colson Whitehead
Editorial: Literatura Random House
Páginas: 320 páginas
Precio: 19,90 euros
SINOPSIS
Una renovada visión de la esclavitud donde se mezclan leyenda y realidad y que oculta una historia universal: la de la lucha por escapar al propio destino
Cora es una joven esclava de una plantación de algodón en Georgia. Abandonada por su madre, vive sometida a la crueldad de sus amos. Cuando César, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte para conseguir la libertad.
El ferrocarril subterráneo convierte en realidad una fábula de la época e imagina una verdadera red de estaciones clandestinas unidas por raíles subterráneos que cruzan el país. En su huida, Cora recorrerá los diferentes estados, y en cada parada se encontrará un mundo completamente diferente, mientras acumula decepciones en el transcurso de una bajada a los infiernos de la condición humana... Aun así, también habrá destellos de humanidad que le harán mantener la esperanza.
Whitehead nos brinda una historia universal, onírica y a la vez brutalmente realista, sobre la libertad y las ilusiones truncadas, que nos habla de la fuerza sobrehumana que emerge ante la determinación de cambiar el propio destino.
El ferrocarril subterráneo ha sido
ganador del Premio Pulitzer 2017,
National Book Award 2016,
Indies Choice Book Award 2017,
galardonado con la Andrew Carnegie Medal of Excellence,
destacada por Barack Obama y Ophra Winfrey,
número 1 de la lista de best seller de The New York Times durante más de 36 semanas,
seleccionado libro del año 2016 por Amazon y Apple,
una de las mejores novelas de 2016 según The New York Times Book Review y Publishers Weekly.
La adaptación televisiva de la novela correrá a cargo de Barry Jenkins, director de Moonlight, ganadora del Oscar a la mejor película en 2017.
COLSON WHITEHEAD
Nació en 1969 en Nueva York. Finalista del PEN/Hemingway con su primera novela, La intuicionista (Mondadori, 2000), ha publicado media docena de novelas y el libro de ensayos El coloso de Nueva York (Mondadori, 2005). Ha sido finalista del Premio Pulitzer con John Henry Days (2011), finalista del PEN/Oakland Award con Apex Hides the Hurt (2006) y del PEN/Faulkner con Sag Harbor (2009). Zona Uno(Planeta, 2012), novela sobre una Nueva York post apocalíptica, fue un best seller para The New York Times y en 2014 publicó The Noble Hustle: Poker, Beef Jerky & Death, una crónica del mundial de Póker. Su última novela, El ferrocarril subterráneo, ha sido galardonada con el Premio Pulitzer 2017 y con el National Book Award de 2016. Es profesor en instituciones como la Universidad de Columbia y la de Princeton, ha recibido las Becas Guggenheim y MacArthur.
MIS IMPRESIONES
Aunque la literatura en torno a la esclavitud es un tema demasiado abordado, la publicidad y los premios que avalaban esta novela me hicieron animarme con ella. Hay que reconocer que tiene un punto original y muy interesante, aunque es una lectura muy diferente a la que esperaba y no la recomendaría a la ligera ni a cualquier tipo de lector. Os cuento mis impresiones.
La novela comienza presentándonos el peregrinaje de Ajarry, una esclava capturada en su África natal y depositada en la bodega de un barco negrero rumbo a Ámerica. Después de pasar por múltiples manos acaba con sus huesos en la plantación algodonera de los Randall, en Georgia. Allí pasará el resto de sus días y nacerá su hija Mabel, que logró escapar de la dejando atrás a su hija Cora cuando contaba solo diez años. Tras esta breve presentación, que no ocupará más que unas páginas, conoceremos a una Cora adulta; una mujer que ha crecido sola,rechazada por sus compañeros de fatigas, alguien que sabe luchar con uñas y dientes por lo que es suyo. Animada por Caesar, un esclavo recién llegado, decide escapar de la plantación en busca de una vida mejor. Ambos se servirán en su huída de El ferrocarril subterráneo.
El título de esta novela, El ferrocarril subterráneo, hace referencia al nombre metafórico de una organización clandestina del siglo XIX, el primer movimiento de activistas contra la esclavitud, formada por numerosos abolicionistas blancos a los que se unieron otros tantos esclavos tras conseguir su libertad, que se dedicó a proporcionar rutas de huida y refugios secretos a infinidad de esclavos procedentes de las plantaciones del sur, que viajaron hacia estados del norte o Canadá donde la esclavitud no era legal. Usaban una terminología ferroviaria (maquinistas eran los que guiaban a los esclavos, carriles eran las rutas, estaciones, los refugios…) de la que Whitehead se sirve para construir su novela.
Con estos antecedentes llegamos hasta Cora, una esclava que emprende un largo viaje a través del que recorrerá diferentes estados (Carolina del sur, Carolina del Norte, Tenesse…) en los que encontrará diferentes versiones del racismo. Un viaje a través del que se simboliza la lucha de los afroamericanos por la supervivencia, la libertad y la igualdad al tiempo que conocemos la generosidad de otros tantas personas libres que arriesgaron sus vidas para lograr una sociedad más justa.
La historia pivota en torno a tres personajes: de un lado tenemos a Cora, una fugitiva que huye a largo de diferentes estados para escapar de las garras de un cazarrecompensas, Ridgeway; un hombre cuya fiabilidad quedó en entredicho años atrás cuando la madre de Cora desapareció sin que él pudiera devolverla a la plantación Randall y que vierte sobre ella toda la ira que este descrédito le causó. Y por último Caesar, un esclavo algo más instruido que Cora, del que me hubiera gustado que hubiera algo más desarrollo.
Normalmente, las novelas que giran en torno a la esclavitud, se centran en cómo era la vida de los esclavos en las plantaciones y las numerosas vejaciones a las que estos fueron sometidos. Decía que esta me ha parecido una novela original por el enfoque que Whitehead hace de la situación, pero a pesar de las múltiples vejaciones de las que seremos partícipes a lo largo de la lectura, el fondo de esta novela es más la denuncia de la barbarie que se extendió entre la población blanca norteamericana que, creyéndose en un plano superior y en ocasiones amenazada, no dudó en mirar hacia otro lado, dotar de normalidad una situación que a todas luces era atroz y lucrarse a costa de someter a cuantos tuviesen diferente color: tanto a los indios y como a los esclavos. En estos últimos encontraron,además de unos conejillos de indias, una solución a la imprescindible y creciente mano de obra que requerían los interminables campos de algodón y tabaco.
A pesar de todo este trato brutal y cruel, de un relato tan duro, la sensación que me queda es que los hechos contados con cierto desapego y frialdad. Tanto es así que no he tenido gran conexión con los personajes o al menos me ha faltado cierta emoción que esperaba en ellos, incluso que me dolieran. Quizá también hayan contribuido a ellos el ritmo pausado, ciertos valles en los que he sentido que la lectura no avanzaba como debiera y la prosa del autor que hace que esta no sea una lectura fácil. Diría que es exigente y requiere un esfuerzo que no todos están en disposición de hacer.
En resumidas cuentas, El ferrocarril subterráneo no es una novela más sobre la esclavitud. Es una lectura en la que conoceremos la historia de un país dividido entre quienes no dudaron en lucrarse de los afroamericanos para prosperar y aquellos otros que arriesgaron todo para conseguir una sociedad más justa. Una novela compleja que sabe mejor tras un poso necesario.