Lo mucho que te amé es la nueva novela de Eduardo Sacheri. Una historia que nos lleva a la década del 50 en Buenos Aires, en el seno de una familia de origen español.
Cuenta la historia de Ofelia, una de las cuatro hermanas Fernández Mollé, una muchacha formal, feliz, a punto de casarse. Pero una tarde su vida cambia abruptamente para convertirse en una maraña de sentimientos encontrados: delicia, inquietud, felicidad, incertidumbre, miedo y mucha culpa.
Con grandes vaivenes interiores y a través de difíciles decisiones, se va convirtiendo en una mujer adulta que enfrenta a su propio modo las circunstancias que le han tocado.
MIS IMPRESIONES
Parece mentira lo facilones que somos a veces, pero a mí el
título de esta novela me resultó irresistible desde que lo conocí. Y aun con
mis dudas, no me he dado por vencida hasta adentrarme en la historia. Os cuento
mis impresiones finales.
Años 50. Buenos Aires. Ofelia es la tercera de las cuatro hermanas Fernández Mollé, una familia acomodada de origen español, que vive en el barrio de Palermo. Su vida transcurre entre rutinas de estudios, reuniones familiares y planes de boda con Juan Carlos, su novio, hasta que una tarde, una visita a casa altera por completo su existencia. A partir de ese momento las certezas sobre las que ha asentado su vida se tambalean e infinidad de dudas asolarán a esta joven que, a pesar estar cursando estudios universitarios y entrar a formar parte de esas nuevas generaciones que prometen aires renovados para el país, tiene muy arraigados los valores de familia tradicional que le han inculcado los suyos. Aquella tarde lo cambiará todo y a partir de entonces su día a día será un continuo debate entre hacer lo que se espera de ella o seguir los dictados de su corazón.
Será ella en primera persona la que nos vaya guiando por
esta novela, que tiene mucho de costumbrista, con la que el autor nos introduce de lleno en la
vida cotidiana de una familia en la que, aunque bien avenida, también
encontraremos tensiones, sobre todo en el plano político social, que será el
telón de fondo de toda la historia, y en la que, cada domingo, en la comida
familiar, cada uno de sus protagonistas, peronistas y contrarios, expondrán sus
afinidades y antipatías sobre el régimen. Y esta es la parte que a mí
más me ha pesado de la historia. Se me ha hecho bola. Quizá porque es un tema que, evidentemente, no
interesa igual a argentinos o extranjeros y a pesar de estar bien
planteado, lo he sentido repetitivo y restando protagonismo a la historia de Ofelia, que era la que
realmente quería conocer.
Sacheri nos habla en su novela de un amor prohibido: un tema complicado y peliagudo que, desde mi punto de vista, ha sabido tratar con el mimo que merece. Así, sin establecer juicios de valores, nos adentramos en una historia de amor con mayúsculas. De traición, dirían otros. O en varias historias de amor enredadas entre sí, con eslabones comunes y eslabones sueltos, y aun así no deja de ser una historia preciosa que llega al corazón por la carga de realidad que le imprimen sus personajes. Nadie está libre de sentir, y a mí me ha gustado mucho cómo lo cuenta el autor, con una prosa cargada de emotividad y unos protagonistas tan humanos. Cómo se mete en la piel de una persona responsable, con valores, que un buen día tropieza con otra que le dispara las pulsaciones con su sola presencia, su voz, su perfume o simplemente la promesa de un mañana. Y nada puede hacer contra eso porque hay fuegos que a fuerza de intentar apagarlos no hacen más que avivarse. Dice Manuel Lombo en una de sus canciones que "saben querer mejor que nadie los que llevan los amores en silencio...". Algo así ocurre con Ofelia y Manuel.
Lo mucho que te amé es una historia sosegada que va ganando ritmo a golpe de página y que nos habla
de tradición, familia, lealtad, traición, dudas, del peronismo con
sus adeptos y sus detractores y, sobre todo, de una historia de amor
diferente, amor del bueno diría yo, de esos que se cuecen a fuego lento y mientras
más tiempo los callas más adentro se te van metiendo. Una novela preciosa que quizá
ha quedado un poco empañada por la importante carga
política que tiene el texto y que para mí carecía de interés. Pese a todo,
tengo claro que volveré a leer a Sacheri.