Marga es una joven bióloga gallega, brillante en su profesión, que trabaja como investigadora en Alaska desde hace seis años. Desde entonces nunca ha vuelto a A Coruña para visitar a su familia, y el vínculo se reduce a las pocas llamadas telefónicas con su madre.
Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
Una novela cautivadora que nos sumergirá en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruirá con la complicidad del lector los años de una familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un país desde finales de los ochenta hasta la actualidad.
Un sorprendente hallazgo literario.
MIS IMPRESIONES
Hay portadas y portadas. Y también vibraciones. Y el destino
maldito que parecía empeñado en que no llegase a mis manos esta novela. Varias
semanas han debido pasar hasta que la presentación en Málaga de Pedro Santos me
diera el ultimátum y me la trajera firmada con un gatito monísimo. En casa me hacía
ojitos; y la empecé. Y no sabéis cómo me ha gustado. Os doy mis razones, que no
son pocas.
M tiene treinta y cinco años y vive completamente volcada en
su trabajo como investigadora de la Universidad de Fairbanks, en Alaska. Tres
años lleva viviendo allí y compartiendo su vida con Allan. Y, aunque hace diez
que no ve a su familia, una llamada de su madre comunicándole que su padre está
gravemente enfermo, la obliga a volver a su pueblo natal en La Coruña, a reunirse
con los suyos y a enfrentar un secreto que tiene guardado desde hace años.
Contada a tres tiempos que se van intercalando a través de
tres títulos, Heroína, Matrimonio y Navidad, y que coinciden con tres periodos
relevantes en la vida de la protagonista, Tres mil noches de Marga nos narra el
recorrido vital de una mujer cuyo nombre, al igual que la relación con su
familia, se va dejando, a lo largo de los años, parte de su ser en el camino. A
los quince era Margarita, una chica rebelde, inocente y llena de vida, que
pasaba los veranos en la casona familiar de su abuela en compañía de toda su
familia paterna, siempre bajo la sombra del carácter dictatorial de su padre. Aquellos
fueron días de disfrutar al aire libre, de ilusión, donde todo eran grandes
proyectos. Matrimonio nos habla de Marga,
una joven recién doctorada que vuelve a casa para asistir al enlace de su
hermano Carlos. Once años han pasado desde que la conocimos, y aunque ahora
ella es una persona responsable que tras vivir en la capital mira con otros
ojos la sencilla forma de vida del pueblo, algunos sentimientos no han cambiado.
Navidad es el momento del invierno de 2006 en que M vuelve a su hogar para ajustar cuentas con
su pasado y sincerarse con los suyos.
Hay historias que te cautivan desde sus primeras páginas,
pero cuando esa sensación no hace sino crecer con la cadencia de la narración y
la grandeza de sus personajes, unos cercanos, adorables, tan frágiles y a la
vez tan fuertes, otros tan despreciables, pero todos en conjunto revestidos de
tanta verdad que traspasan el papel para hacerte sentir su ilusión, su
despotismo, su amor o su dolor, inevitablemente cierras el libro con una
sonrisa por haber acertado de lleno.
Con una prosa clara, cálida y envolvente, el autor nos va
meciendo entre sus páginas, incitándonos a seguir, a conocer, sin pausa pero
sin prisas, una historia con la que viajaremos en el tiempo mientras él dibuja
un fresco de una época: la de los ochenta, la de los noventa, la de una España rural ,
por fortuna, muy diferente de la de hoy día, la de otras vidas, esas en la que la
mujer propone y el marido impone. Vidas duras: de sacrificio, entrega y amor
incondicional a las familias, que en el caso de muchos jóvenes, sin apenas haber
comenzado alzar su vuelo, quedaron sesgadas por la heroína. Y lo hace con una
banda sonora propia, tan reconocible e irresistible para los que la vivimos que
no queda más que quitarse el sombrero ante su hazaña.
Marga será el epicentro de toda la historia, un personaje
magníficamente perfilado que va cambiando de niña a mujer: conoceremos su
inocencia, su arrojo, sus sueños, sus miedos y sus secretos. Y ese dolor
enquistado que la reconcome por dentro desde hace años, la paraliza a veces, la hace dudar y la separa de los suyos. A su alrededor orbitan
un amplio elenco de personajes, cada uno de los cuales nos provocará diferentes
emociones: desprecio, Miguel. Un hombre prepotente y autoritario, desalmado en
ocasiones, que a pesar de todo es un ejemplo más que representativo de un
perfil cabeza de familia con el que tuvieron que lidiar no pocas mujeres varias
décadas atrás. Ana, sumisa, entregada, sufridora silenciosa y siempre madre, es
uno de esos personajes que aun sin entender no puedes evitar querer.
Tres mil noches con Marga es una novela intimista que no puedo dejar
de recomendar. Su tono, su trama, sus personajes y su estilo narrativo hacen de ella una lectura absolutamente deliciosa. Es esta una historia de secretos, mentiras, de dolor y sueños
rotos, pero también es esas lecturas llenas de optimismo que nos enseñan que
con tesón y valentía podemos conseguir alcanzar nuestros sueños, aunque estos
sean distintos de aquellos que en su día planificamos. Pedro Ramos es para mí,
sin duda, uno de los grandes descubrimientos del año y pienso seguirle de cerca.