1537, isla de Tenerife. Un grupo de mujeres, mientras entonan antiguos cantos, forman un círculo alrededor de una joven parturienta. Sus alaridos resuenan en todo el valle. De repente, se hace el silencio. Y un último grito desgarrador… Entre las cobijas que debían arropar a un bebé, asoma lo que parece una
pequeña mano cubierta de pelo. Ha nacido Petrus Gonsalvus, un rey guanche. Y esta es su historia…
Rechazado por su pueblo, que lo considera un ser demoniaco, Petrus acaba en la corte de Enrique II de Francia y Catalina de Médici, a donde llega como un obsequio para el rey. Allí lo tratan como una simple mascota para divertimento real. Sin embargo, el monarca ve en él el brillo de una inteligencia despierta
y sensible, y decide acogerlo bajo su protección.
Petrus conoce entonces a Diana, hija bastarda del rey, que se convertirá en su amiga, cómplice y confidente. Los dos aprenderán a desenvolverse en la corte y lucharán por encontrar su lugar en ese mundo que los margina. Hasta que se cruza en su camino Catherine, una hermosa dama de compañía de la reina, elegida para ser la esposa de Petrus. Él se verá obligado a tomar una difícil decisión…
MIS IMPRESIONES
Cuando la comunidad lectora es unánime en opiniones sobre
ciertas novelas comienza ese gusanillo por contrastar el dato. Y aunque Lo que
esconden las olas se me quedó atrás, la publicación de Ponte en mi piel me
trajo el recuerdo de una autora. Su encuadre en el género histórico del que
tanto suelo disfrutar y la posibilidad de conocer esa base real sobre la que se
asentaba la archiconocida historia de La bella y la bestia me llevaron de
cabeza a por ella. Decir que me ha gustado es decir poco.
Francia. Año 1547. Cuando a sus diez años Pedro llega a la corte de
Valois sabe muy bien lo que es sentir el rechazo de todos, incluso de los suyos.
Este niño, nacido en la isla de Tenerife, fruto de la relación ilegítima de un
líder tribal guanche y aquejado por el síndrome de Ambras, una afección que
provoca que la mayor parte del cuerpo esté cubierta de un espeso y largo vello y
que confiere a los afectados el aspecto de una bestia, despierta desde el
primer momento la simpatía de Enrique II, duque de Orleans quien, después de
recibirlo como un presente exótico, decide acogerlo y educarlo junto a sus
hijos en la corte. En Diana, la hija bastarda del monarca encontrará su amiga más fiel y entre ellos se forjarán unos estrechos lazos.
Petrus Gonsalvus será el eje de una novela que abarca un
marco temporal de unos treinta años y se divide en cuatro grandes bloques:
Guancancha, Barbet, Pedro o Petrus. Cuatro denominaciones para un mismo hombre que
representan diferentes etapas en la vida de esta singular criatura. Subdividida
a su vez en capítulos encabezados con el nombre del narrador, está contada a tres
voces, todas ellas en primera persona. Una de ellas, como no podía ser de otra
forma será la del propio Petrus. Junto a él dos mujeres relevantes en su vida: Diana y Catherine.
Ponte en mi piel es una novela impresionante en la que,
después de lo que se adivina una ingente labor documental, la hábil pluma de
Emma Lira demuestra que el rigor histórico no está reñido el desarrollo de una
trama apasionante. Y no me entendáis mal porque aunque también habrá pasión en
ella no es el tema central. Lo que aquí prima son unos hechos
históricos que nos llevarán a conocer la historia de una estirpe marcada por la
tragedia. En una época en la que los matrimonios surgían de la alianza entre
países, conoceremos también con todo lujo de detalles cómo fue el de Catalina
de Médici y Enrique II, duque de Orleans, cómo se desenvolvía la vida en la
corte francesa tanto para los adultos como para los más pequeños, cómo fueron
educados esos niños desde su más tierna infancia y cómo la las luchas
religiosas cambiarían sus vidas. Habrá amor, celos, envidias, traiciones y, a
pesar de que las normas de la época se empeñaban en restarles protagonismo, mujeres
que despuntaron por su astucia e inteligencia y a las que el destino les tenía reservado un papel esencial.
Es esta una de esas novelas con una prosa impecable y por la
que, además de este curioso personaje, desfilará un elenco de lujo. A mí muchísimos
de ellos me han encogido el corazón. Petrus y Diana son para mí ya personajes
inolvidables de los que te conmueven desde las primeras páginas. De él os podría contar tantas cosas...pero a la vez es tan increíble ir descubriéndolo entre las páginas que creo aconsejable ir a ciegas. En ella se
darán la mano no solo la numerosa prole fruto del matrimonio entre Enrique II, duque de
Orleans, y Catalina de Médici sino que inevitablemente toparemos con la
bellísima Diana de Poitiers, una mujer con una vida tan apasionante que es
merecedora de una novela en exclusiva. Me ha gustado especialmente conocer de
estas dos damas enfrentadas por el amor de un mismo hombre: inteligentes,
instruidas y que desempeñaron, cada una de una forma, un papel fundamental en
la corte de Valois. Junto a ellos, encontraremos a otros personajes de la talla
de Nostradamus.
Ponte en mi piel no podía ser un título más adecuado para
esta historia en la que la autora ha sabido mudar la suya para meterse en la de
Petrus, Diana…y así, narrarnos los sentimientos de un niño, de una niña, crecer
con ellos. En Emma Lira he descubierto a una autora que deja el listón muy alto
con una novela histórica impresionante en la que los sentimientos están tan
vivos que te salpican: los de los mayores y los de unos niños que sabiéndose
diferentes se imantan. Su pluma también lo hace y es uno de esos
tesoros que os aconsejo llevaros a casa en cuanto tengáis ocasión.